A veces escribo. A veces nomas me da por moler

A veces escribo. A veces, nomas me da por moler.

viernes, 29 de abril de 2011

Una mano en el culo, Julian Assange y una nota de facebook que decidí meter al molcajete.


            Noche en la diminuta selva de la sierra de Zongolica en Veracruz. Estábamos los seis cabrones de la brigada dormidos en la enorme cama improvisada con tablones de madera de cedro que los habitantes de allí nos dejaron usar.
Ahora que Julian Assange enfrenta cargos por asalto sexual y que Wikileaks pende de un hilo web, regreso a ese momento… Noche en la selva. Algo de frío, mucho cansancio, muchas ganas de mejorar al mundo. 16 años antes de que comenzara esta guerra de siglo XXI. La primera guerra en el ciberespacio.

      Llevaba un tiempo en eso del trabajo comunitario. Ayudando a otros o quizá, ayudándome a salir de la adolescencia. Y estaba o por lo menos creía estar muy consciente de mi presencia allí.
Alfabetización, talleres autogestivos, regularización escolar con niños. La agenda de actividades era más larga que el tiempo allí, pero valía la pena.

        Una noche de esas en que ya por fin nos habíamos acostumbrado a dormir hechos bolas en una sola cama; una mano aterrizó en mi culo, buscando cobijo. Pretendía llegar a mi pubis.
Por supuesto desperté y le dije a esa mano: “chingado, se piden”. La mano y su propietario, no supe si indignado, después me enteré que avergonzado, se fue a dormir sobre la mesa de trabajo (¡!).

No quise dejar que eso fuera importante, pero lo era. La mano no alcanzó a llegar a donde quería su dueño. Yo estaba entre confundida e intrigada. Él nunca me había dado motivos para pensar que yo le gustaba, es más, pensé que le caía mal. Me sentí agredida pero al mismo tiempo, creo que sentí su tragedia adolescente tardía, pero no le permití ver mi compasión pues lo que hizo también me dio miedo. Creo que eso se llama “Empatía”.

¿Dónde está el respeto? Se supone que estábamos allí para trabajar, pensé.
Pero me tragué mis pensamientos de víctima idiota. Me los tragué con pinole y sin agua  ya que días después cometí más estupideces que la mano y su dueño. Algunos de ustedes saben que la cruda moral me duró años.

Hoy en día, si bien no me arrepiento porque eso ya sería tragicómico, he llegado a un estado zen en el que ya no es tan fácil pensar que sexo es sexo o que los hombres son malos y violan. O que trabajo es trabajo. Ya no es tan fácil pensar que el Hombre Nuevo se eleva a pesar de sus cosas buenas, sus cosas malas y sus chingaderas. Que no es tan fácil pensar que el revolucionario sabe cuándo decir “no” o “por favor”.

No señora, no sea pendeja: Hace falta carácter y tener la cabeza muy fría para salir al mundo a tratar de repararlo.

Años después conocí a un cuate, aspirante a luchador social que me platicó de otras actividades más relajadas en cuanto a la ideología, Actividades más congraciadas con el capitalismo y sometidas a las resoluciones no escritas luego de la represión contra las manifestaciones en contra de la organización mundial de comercio de 1999 en Seattle.

Lo que el me promocionaba es algo así como “Turismo real” algo así como BUSCA, pero a lo “global” y sin tener que estudiar ninguna ideología o dogma de izquierda.
Turismo para burgueses que se saben de memoria La Internacional, pero que de todos modos votaron por la paz en 1994.

Luego me enteré de los amores que mi amigo tiene allí…
(hum)
Me acordé de ese viaje a Veracrúz y por supuesto que paré la trompa.

Luego hablamos:
― Qué complicado es dejar el miedo en casa. Qué complicado es no confundir la soledad con la libido. ¿Cuántas personas no se meterán a este rollo nada más para ligar?― Y lo dejé de a seis.

―No lo había pensado antes ―me dijo ―. Pero tienes razón.


Luego le conté acerca de la mano y su dueño y de las pendejadas que hice al regresar de la sierra, en el encuentro en Córdoba.
(Baja autoestima, libido confundido, arroz con leche, aguardiente y cerveza… combinación mortal)

¿Por qué será que en esos momentos en que es uno más humano, se vuelve también más idiota?

Con el sexo inválido, lastimando a los que más amamos, a los que nos esperan en casa.
Lastimándonos también de paso.
Porque falta respeto.
Y tener la cabeza fría.
Porque en efecto, le damos poca importancia al sexo y al amor y a la amistad. Porque ya medio briagos nos la whereveamos y seguimos adolescentes, invencibles salvando al mundo con las tetas al aire y la verga erecta en la mano.
Que Julian Assange esté metido en el berenjenal en que está, me recuerda a esos días en la selva, pero también me recuerda a una junta del PSUM en que mi madre, inteligente y calma como es, evitó soltarle un improperio a un tarado que le salió con esta:

Y tú, compañera ¿estás liberada de la cintura para arriba o de la cintura para abajo?

Yo Compañero, estoy liberada de los pies a la cabeza.


Echando al idiota ese al carajo con cajas destempladas y mucha gracia. Mi madre es una mujer muy bien educada.

No crean que esta es una diatriba feminista, no limito la porquería a lo que los hombres hacen, sino a lo que nosotras también hacemos.
Parece que cuando la lucha comienza y la justicia parece más verdadera, más cercana, buscamos el último resquicio de inequidad para pepenarnos de ella.

            Poseer a alguien.

Es por eso que les mando esta nota tan larga, porque me acuerdo de esos días y de estos momentos. Porque a lo mejor Assange no estaba pensando que les llegarían al precio a esas fulanas que ahora lo denuncian.

Por menos de eso yo ya estaría en prisión o en la lista negra de la interpol… pero no soy famosa, ni mi trabajo ha trascendido como el trabajo de Assange.

Pero así es esa oligarquía de derecha que gobierna al mundo y se aprovechará de la cojera que desde siempre ha tenido la Revolución: Esta estúpida manera de tomar al sexo del otro. Estas ganas estúpidas de masturbarnos con el otro.

Necesitamos liberarnos primero, aquí en la entrepierna, en el chakra raíz. En el corazón que sólo se abre para amar al mundo, pero que sin entrenamiento no puede amarse a sí mismo.

¿O no es acaso el sexo algo hermoso cuando se hace bien y con amor?

               Nos están agarrando por atrás, amigos. Más vale que recapitulemos eso y nos dejemos de idioteces.
Otros grandes hombres y mujeres que nos dieron sus vidas, perdieron la libertad por traer la libido contaminada con otros sentimientos.

Yo pasé por allí y no niego que se presente la ocasión de bajar por esa misma resbaladilla de nuevo. Pero creo y espero ser más consciente de ello.

Ahora les pido que hagan lo propio. Usen condón siempre, siempre, siempre. No se vayan con la calentura a la primera de cambio, casi nunca se encuentra así al compañero que les seguirá hasta liberar a la patria. No sean imbéciles por elección, ni drogados, fumados o borrachos. No serán más efectivos ni más revolucionarios que estando sobrios. No les den armas a su enemigo de clase. Hablen con otros, sean sinceros con lo que sienten. Quiéranse un poquito. Aunque sea "así".

De esa manera, los sotánicos[1], los panistas, los buhoneros de la moral y la decencia no pasarán.
Los amo profundamente.
Cris


[1] Sotánicos. De Satanás y Sotana. Neologismo ingenioso acuñado por mi amigo Víctor Manuel Fernández Patiño, Alias El capitán frío.

lunes, 25 de abril de 2011

RECHAZAMOS LA REFORMA A LA LEY DE SEGURIDAD NACIONAL Y EL ESTABLECIMIENTO DE UN ESTADO POLICÍACO-MILITAR Petition

RECHAZAMOS LA REFORMA A LA LEY DE SEGURIDAD NACIONAL Y EL ESTABLECIMIENTO DE UN ESTADO POLICÍACO-MILITAR Petition

La historia reciente de Latinoamérica no miente, no puede hacerlo. Un estado en el que la policía y los militares pueden interferir en las libertades civiles, equivale a una dictadura. No podemos permitir que pase eso. Izquierda o derecha o centro o apolítico. No podemos permitir que pase eso.

miércoles, 20 de abril de 2011

Marcin Jakubowski: Open-sourced blueprints for civilization | Video on TED.com

Marcin Jakubowski: Open-sourced blueprints for civilization | Video on TED.com

En vez de preguntar si se va a acabar el mundo el 21 de diciembre de 2012 o si somos parte de la élite de los que serán arrebatados, una buena idea para ser mejores humanos es usar el cerebro que tenemos para salir del círculo vicioso del consumismo. Crear con nuestras manos lo que nos es posible, podrá salvar lo que nos hace ser el colmo de la creación. Vean el vídeo, investiguen y si pueden CREAN.

viernes, 8 de abril de 2011

Borrón y cuenta nueva para los elegidos

           
         Después de algunos años de ver por encima del texto general que es la vida contemporánea, me doy cuenta de una cosa que creo que la comunidad esotérica está pasando por alto o a lo mejor participan de ello:

La naturaleza holgazana del ego humano.

Así escrito, parece rimbombante decir tal cosa, pero es de temer:

Propios y extraños de los círculos religiosos, místicos y esotéricos, llevan años hablando del fin del mundo; Es más, podría decirse que se viene hablando de esto prácticamente desde que existen mentes humanas creadoras de mitologías.

El fin del mundo es ya un arquetipo por sí mismo. Tiene distintos nombres, dioses y fechas. Pero hay una fecha especial que ha entretenido a las mentes más ocupadas del orbe a partir del despanzurrado 2000:
21 de diciembre de 2012.
Me han preguntado si es cierto que se va a acabar el mundo y antes de poder darles una respuesta, muchos exclaman: ¡Para qué votar el 2012! Si de todos modos nos va a llevar la conchinchina.

Mi bisabuela soñaba con el arrebatamiento y me leía relatos maravillosos en los que, si yo era buena, un día El Señor me iba a arrebatar, para llevarme a un lugar hermoso donde podía tener un león de mascota y donde viviríamos felices junto con mis papás y mi hermano.

Y luego llegaba mi mamá y me ponía a levantar el desmadre que era mi recámara. Mientras hacía lo que me tocaba imaginaba lo que el cielo sería para mi: un lugar ordenado automáticamente, donde no tenía que levantar las cacas de mi imaginario león mascota.
En el cielo no había nada que limpiar, ni ropa que lavar, ni tarea, ni escuela.
No había ningún desperfecto; cuentas de banco; deudas externas, crisis, inflación, aves muertas, ballenas varadas, represión, presos políticos, hambruna en Somalia, redadas en Tepito.

Sólo había gozo, libros y más libros; pasteles de tres leches, niños jugando en parques interminables y padres felices que jamás serían divorciados.

Pero luego volvía a la realidad afuera de las páginas del Atalaya y las lecturas de mi bisabuela. Regresaba al viejo condominio Insurgentes a un mundo común y corriente y con toneladas de tarea qué resolver.
En el fondo, yo deseaba que llegara un terremoto o un incendio o una mudanza que acabara con todo, con tal de no levantar mi recámara o tener que memorizar la cochina tabla del siete.

En esos años pasó de todo, menos el incendio y de todos modos me mudé con todo y mi desmadre hasta la Magdalena Contreras después de 1985.
Entonces aprendí que el desorden se lleva adentro.

Resulta claro que es más fácil llevar las cuentas en orden desde el principio.
Por eso, no me sorprende que haya entusiastas del fin del mundo.
Entre esos entusiastas, hay científicos que no se creen el rollo de los testigos de Jehová que me contaba mi bisabuela, pero no quitan el dedo del renglón.

Esos científicos que creen que si se acaba el mundo por angas y mangas, la tierra podrá volver desde cero. Recrean su imaginación proyectando una tierra reconstituida sin humanos o con pocos humanos alfa, hijos de Darwin repoblando la tierra, partiendo desde el principio y sin defectos genéticos ¿Cómo sería posible?

Las batas blancas también sueñan con un acto extraterreno y redentor. Un meteorito, por ejemplo. Calculan algoritmos interminables que nos dicen que la tierra estará mejor sin nosotros o con una versión corregida y aumentada.
Ya se recuperará la Gaia, porque es homeostática, optimizada, coevolucionada, etcétera.

            Ya sea bajo el cobijo de un doctorado, o con un título de beatitud. Millones de mentes que se presumen inteligentes, lo que en realidad no quieren hacer es levantar el cochinero. No quieren contradecir lo que ordenan las grandes corporaciones que son las que imponen la mugre de plástico que contamina al planeta. Y sus guerras. Y sus trampas.

Billones de humanos se asumen primero como consumidores, luego como empleados y finalmente como espectadores mudos o aterrados o indiferentes del espectáculo más grande de la historia: La evolución del Homo Sapiens-Sapiens hacia el estadio al que pretende llegar: Homo-Cínico[1].

Siempre es más sencillo empezar desde cero. Ya sea sobre las alas de la reencarnación o bajo la aureola del paraíso prometido o de algún Nirvana extraterrestre.
Queremos ir al primer día de escuela con todos nuestros útiles brillando de nuevos, pero no queremos regresar a casa a hacer la tarea, ni a lavar el uniforme ni a lavar los trastos.

Entonces, como Sibila, me decepciono mucho. No me gusta que me pregunten si se va a acabar el mundo en el 2012 porque sé que el trasfondo de la pregunta es muy parecido a algo que sentí durante el terremoto de 1985 y que cambió mi manera de pensar para siempre.

            El terremoto comenzó a las 7:19 De la mañana, por lo tanto todavía no estábamos listos para salir a la escuela. Es más, nos habíamos quedado dormidos. Cuando el tembladero acabó, lo primero que pensé fue “¡Eh, Yupi! Hoy no vamos a la escuela.”
Vivía en la colonia Roma, como ustedes ya saben. En el condominio Insurgentes. Fue cosa de caminar al otro lado de la manzana uno o dos minutos después del bailoteo inicial para ver lo que había pasado. Tres edificios se caían frente a mis ojos de niña. Mi casa seguía bailando, olía a gas en todos lados, una lluvia de vidrio caía por toda la manzana.
Me sentí avergonzada por desear no ir a la escuela.
Muy avergonzada.

            La responsabilidad de la gente comienza con un acto de consciencia. Pocos llegan a ese punto a pesar de vivir tragedias como la que vivimos en La Roma y alrededores. ¿Cómo podemos pedirle a gobernadores, oligarcas y damas de sociedad que lleguen a esa consciencia? Si viven encerrados en sus burbujas de primer mundo. Indolentes, inconscientes, estúpidos por elección: cínicos.

El budismo dice que es Karma. Que cada quién su rollo y que el estado de ascensión depende de la voluntad que pueda tener uno por salir adelante y ser mejor. Que la humanidad no tiene por qué evolucionar al mismo tiempo.

Así somos, aquí nos tocó vivir, Es la voluntad de Dios, Así es la vida, No hay justo, sino uno. Y los que no vivimos en ese mundo de oropel y botox de los poderosos, delegamos nuestra responsabilidad a esos que no tienen consciencia.

Les puedo apostar algo el día de hoy, a pocos días después del terremoto del 11 de Marzo en Japón, y es que no habrá fin del mundo. No ocurrió en 1983, ni en el 2000 y dudo que el famoso arrebatamiento que decía mi abuela ocurra el 21 de Mayo este mismo año. Harold Camping es el que hizo esta predicción. Ya antes había fijado la fecha para el 6 de Septiembre de 1994, luego de que se le aguó la fiesta, dijo que le habían fallado los cálculos.

 Hay toda una gama de teorías escatológicas al respecto y cada vez, el profeta errado sólo guarda silencio o en el mejor de los casos, dice que se le cruzaron las antenas. El ejemplo de Camping es uno entre millones, lo malo es que muchos creyentes prefieren incluso morir que soportar la pena de arreglar sus problemas en vida.

Falta poco menos de un año para que se pare el reloj y no hay un solo maya que diga que sí se va a acabar el mundo, aunque las voces siguen esperando que ocurra.

Terence McKenna murió en 2000 sin poder ver su ola de tiempo cero y José Arguelles dejó este plano a un año y pico de su predicción por cumplirse.

Cada predicción es esperada con más ahínco que la anterior con tal de no levantar el desorden en la recámara, lavar los trastos y retomar el derecho que tenemos de llamarnos Humanos y de llevar el cerebro lleno de neuronas que tenemos, sin contar que tanto el corazón como los intestinos tienen también memoria y que seguimos aprendiendo de ellos. Pero es más fácil seguir pensando que un rey llegará a poner las cosas en orden.
La verdad es que los cínicos esperan que en vez del Rey de reyes, llegue su sirvienta.

Que el tao les sea propicio y no... No se les van a caer las manos si lavan los trastos antes de irse a dormir.


[1] Por cínico, me refiero al cínico de la escuela de Diógenes “El perro”, sin insultar a los cánidos, claro.
Me parece apropiado señalar que hay otros dos tipos conocidos de cinismo en este hemisferio: El cinismo al estilo anglo y el cinismo al estilo hispanoamericano: El cinismo anglo significa ser desapegado debido a la ausencia de sensibilidad y solidaridad humana, el cínico no cree en nadie ni en nada. Toma los aspectos negativos de la filosofía de Diógenes y los convierte en un intento por no sentir nada, porque nada es lo suficientemente valioso y califica de inocentes a los que pretenden mejorar las cosas o la vida. El cinismo hispanoamericano en cambio habla de indolencia. Por ejemplo, un cínico Mexicano roba o mata y luego condena esos actos como si él mismo no hubiera hecho nada. Por supuesto, mi reflexión puede ser rebatida; pero creo que las sociedades humanas ya conseguimos quitarle lo Sapiens al Homo y lo reemplazamos con tal miedo a saber y a crecer que haría falta una dosis masiva de inteligencia y sensibilidad para recuperar nuestro CI colectivo intacto.

martes, 5 de abril de 2011

Boy Scouts en tiempos de guerra.


¡Los lobatos siempre!
¡Comen huevo!
            Así fue el grito de guerra de la manada de lobatos del 103 durante el campamento de aniversario del grupo... creo que fue el número 25, a finales de los años ochentas.
En ese entonces yo estaba en las Guías de México y como todos los meses de mayo, desde que mi hermano ingresó al movimiento en 1984, fui como invitada a esos campamentos de ese grupo scout y me integré a las actividades de la rama femenina, en ese entonces llamada “Gacelas” y más tarde a los desgarriates que organizaba la tropa.

En el campamento en que acabamos comiendo huevo durante dos días, una tromba bárbara inundo nuestro campamento en Meztitla y se llevó toda la comida, misma que acabó en las barrigas agradecidas de la veintena de perros que habita en esas tierras ahora distantes para mí.

El Akela de la manada organizó con los padres una colecta para ir corriendo a la cercana Tepoztlán y reponer la comida de los muchachos.
Al volver, Akela nos sorprendió a todos con una caja entera llena de huevos... Y nada más.

De allí el grito de guerra “Los lobatos siempre: ¡comen huevo!”, que todos en el grupo acabaron por gritar al cierre del campamento y que sorprendió a padres y dirigentes ya que a ellos no se les hubiera ocurrido.
Los gritos de guerra en los scouts son cosa común y casi siempre son ocurrencia de los chicos.

Recuerdo varios gritos de guerra ingeniosos, como el de una patrulla formada por padres de familia, dirigentes y claneros durante uno de esos aniversarios. Cada Patrulla tomó el nombre de un animal. El famoso grito de guerra iba así: “¡Piojos! ¡A la cabeza!”.
Qué tiempos aquellos tan simples.

Pero ahora a la distancia, después de 17 años de haber dejado el movimiento, me hubiera encantado ver la cara de baqueta de Margarita Zavala cuando los Scouts de Ciudad Juárez dieron el grito, literalmente de guerra:

“¿Cómo se grita en Juárez?
¡Todos al suelo!
¿Cómo se grita en Chihuahua?
¡Todos al suelo!
¿Cómo se grita en todo el norte?
¡Todos al suelo!”

De allí a los días que siguieron después del Jamoboree Panamericano en Meztitla, el asunto se volvió un soberano margayate grillero que concluyó con que nada había pasado y que fue puro invento de Rubicela Morelos Cruz, reportera de la Jornada. 
Lean los comentarios en el siguiente enlace.

Pero no es así. Claro que sí ocurrió el grito de guerra. Varios que estuvieron allí lo corroboraron y conociendo el espíritu verdaderamente scout, que un grito de guerra se cuele en medio de la pompa y circunstancia del cierre de una actividad como el jampan, no me extraña.

El significado de la palabra Jamboree no es concreto. Según Lord Baden-Powell de Gilwell, la palabreja significa “reunión de jefes” en idioma Zulú, Swahili o hasta Hindi. Pero a menos que tenga a la mano un diccionario de esas lenguas, no podría asegurarlo. Otros dicen que significa francachela en algún dialecto australiano, pero eso es un chisme de wikipedia.

            La cosa es que cualquier reunión scout implica mucho desmadre. Y ya sabemos lo que ocurre cuando más de tres adolescentes se reúnen en un solo lugar.

Como un hilo de media, este nuevo grito de guerra habla mucho de lo que ocurre en México como un país en franca guerra. Y para no alargar mucho esto, les dejo un último enlace a una página muy interesante acerca de lo que es ser scout en tiempos de guerra:
Para los que no quieran leer en inglés, la siguiente página tiene un fragmento del texto traducido al español:
            De cualquier manera, ser scout en el tiempo que sea, lleva en sus mochilas muchas responsabilidades:

    Dios, o lo que sea que el muchacho exprese espiritualmente.
    La patria.
    El prójimo.
   Cumplir fielmente la ley Scout.

            Durante el tiempo de guerra se define lo que es la patria que nos tocó como heredad. En tiempo de guerra, la creencia de un dios ayuda mucho a cualquiera que se encuentre bajo fuego de metralla. Si no, pregúntenle a cualquier soldado y verán.

En tiempo de guerra, lo primero que vale gorro es cualquier ley. De allí que pocos traten de reinstaurarla. Aún así, la ley scout me parece simple y fácil de seguir.
En tiempo de guerra, el prójimo salta de la barricada que es la otredad y se revela, ora obscuro, ora luminoso. No sabes quién se tirará panza abajo durante un tiroteo junto a ti, ni sabes si será hermano, amigo, extraño o enemigo.
Más nos vale que el que se tire a tu lado sea un Scout, y que este sea tan ocurrente, vivaz y valiente como los muchachos que lanzaron el grito de guerra que acabará por definir a toda una generación de scouts mexicanos.

En hora buena, muchachos. Buena caza.