A veces escribo. A veces nomas me da por moler

A veces escribo. A veces, nomas me da por moler.

sábado, 20 de septiembre de 2008

Si es que pasa el Temblor

Regreso a México pensando en el terremoto.
Ya son más de veinte años y sigo pensando en ese día. Primero porque poco antes de irme, tuvimos un temblor pequeño en el área de la bahía. Duró apenas unos dos segundos, pero todos lo sentimos en el restaurante donde Lois, Heath y yo nos echábamos la del estribo. Un poco después de la sorpresa caí en cuenta que el 19 sería el aniversario veintitrés del terremoto. Cinco grados en la escala de Richter desenterraron esos segundos infinitos de ocho puntos y un grado de espanto hace veinticuatro años.

Mis amigos saben que el 19 de septiembre a las once de la mañana sería inaugurado el Wu-I-Lan (El restaurante de mi familia) que más tarde, por obra y magia de los errores fiscales en los que se metió mi abuela, se convertiría en el Rincón Chino. El mismo que en Febrero de este año, mi hermano y yo nos encargamos de vender, para sorpresa de casi todos los que creían que ese escondrijo sobreviviría el segundo piso del periférico y los bufetes de cuarenta pesos de la competencia.

El Wu-I-.Lan, idea que nunca supe por qué mi abuela atesoraba tanto, fue inaugurado por la señorita Inéz Vargas de Núñez.
Escritora especialista en arte y literatura turca. Maestra de piano en la Escuela Nacional de Música de la UNAM. Que entre otras virtudes, poseía “ojos yin”. Era también astróloga caldea.
Todo en esa mujer olía a viejo, a reliquia arqueológica y orines de gato. Era una mujer extraña a la cual admire y temí con un respeto que ella misma inyectó en mi desde que la conocí con apenas días de haber nacido.

Reconozco que le hice algunas trastadas y que me caía mal que pensara que yo era la cumbre de lo peor que puede hacer una mujer. Tenía la maña de recordarme todo el tiempo mi falta de consideración a los viejos, lo cual es mentira y sus observaciones me caían justo en la punta del oxipuccio.

Pero la quise mucho, no sé bien si era por su capacidad de decir lo que pensaba en cinco idiomas distintos, o por el simple hecho de que fue ella la que adivinó mi futuro sin maquillar los detalles oscuros. Pocas veces se equivocó.

En sus últimos días, la señorita Inéz me regaló una última predicción.
Esta predicción sombría explicaba una supuesta “cruz astral” que pesaría sobre mis lomos cerca de cinco años. El único modo de sobrevivir a ese desastre astral sería por medio de un trabajo de conciencia a profundidad en el que yo tendría que pedirle a Dios que mejorara mi carácter. Eso y mantener las piernas cruzadas, sin intromisión alguna de cualquier falo que quisiera dorarme la píldora.

De todos modos acabé enredándome con Mr. Fulano durante más de cinco años y la supuesta cruz astral se convirtió en un susto en el ginecólogo. (Que no pasó de ser un susto y ya, gracias a Dios)

Han pasado esos cinco años, aunque en mi carta natal china, aún me esperan otros años más de mierda. Pero en realidad no me ha ido tan mal. Una que otra visita extemporánea al ginecólogo, kilómetros de bites en correos electrónicos que nada tienen que pedirle a Taylor Cadwell y finalmente y mucho vuelo a la hilacha.

Pero de cruces astrales y pesares como para cortarme las venas con galletas de animalitos, nada.
En 1984, la señorita Inéz hizo una predicción adecuada para el futuro restaurante Wu-I-Lan, basándose en la astrología caldea y creo que también en la numerología. Fijando con ello, el 19 de septiembre, antes de las once de la mañana o a las once exactamente como la fecha propicia para la inauguración del restaurante. De esta manera, el restaurante seria muy productivo y no sólo eso; tendría un “hijo” o varios.

Por supuesto, con el terremoto, apenas nos dio tiempo de inaugurar el changarro y en vez de bombo y platillo, la experiencia total fue un relajo.

A las siete y pico, no recuerdo los minutos, comenzó el temblor. Mi madre nos despertó a David y a mí que aun estábamos cabeceando y como dados de cubilete corrimos el pasillo que iba de nuestro cuarto hasta la sala y nos refugiamos al lado de la ventana, debajo de la columna principal.

Vivíamos en el condominio Insurgentes, en el número trescientos sobre la avenida homónima. Ya habíamos pasado por algunos temblores antes de ese y no estábamos asustados, aunque sospechábamos que algo andaba mal.
Con suerte, ese día no iríamos a la escuela y con suerte, nos ahorraríamos la monserga de ir a la inauguración del restaurante.

Cuando nos dimos cuenta del tamaño de los daños, ya eran las nueve.
Mi abuela, en su obsesión por inaugurar el restaurante en una fecha propicia de todos modos fue a sacar de su departamento apestoso del centro de la ciudad a la aterrorizada Inéz que juraba que la profecía se había cumplido y que nos estaba llevando la chingada. La duda que me asaltó en ese momento fue el por qué la señorita Inéz, tan segura de sus dotes de oráculo, no vio el terremoto dentro de su predicción.

Mi padre insiste que eso pasa por andar consultando idioteces y mi abuela asegura que se le cruzaron los cables.
Años después la señorita Inéz me dijo que no se le ocurrió hacer la carta astral para la ciudad de México en esos días, pero que la profecía (y aquí me ahorro nombres que para qué se los digo) dice que un terremoto borraría la ciudad de México y que “no quedaría piedra sobre piedra”.

Ella era la que se debía cortar el listón rojo que daría a luz al restaurante.
Por eso mi abuela decidió llevar a la señorita Inéz a punta de empujones hasta San Jerónimo.
Una vez cortado el listón, mi papá sacó todos los comestibles. Lo que estaba ya preparado, el harina, los huevos, todo.

Los llevaron al centro a improvisar comederos para los damnificados y a mi hermano y a mi nos llevaron primero a la escuela sólo para ver si allí continuaba en pié, y así fue. Luego nos llevaron a casa de mi bisabuela, en el mismo edificio del Café Popular, el restaurante que pertenecía a mi bisabuelo.

No recuerdo dónde pasamos la noche. Creo que ese recuerdo se evaporó al recibir la noticia del desplome del Covadonga, el edificio donde vivían mis primos, a unas cuadras de la casa de Mamá Fina, mi otra abuela.

Lo que también acabó por convertir mi conciencia pre púber fue que tembló otra vez. Eso todo lo saben.

Lo que nadie sabe es que mi tío se puso a repartir comida gratis. Por primera vez en muchos años, el Popular cerró sus puertas a medias, sólo para dejar salir meses de utilidades para ayudar a otros.

Tampoco saben que mi bisabuela, que poco antes de morir mi bisabuelo se convirtió a la secta Testigos de Jeová, estaba convencida, igual que la señorita Inéz, que era el fin del mundo.
“¡Qué fin del mundo ni qué nada!” dijo mi Tío Pepe mientras levantaba en vilo a mi bisabuela para llevarla a la calle.

No me parecía el fin del mundo. Pero la impresión que dejo en mi el Regis en llamas, está cincelada en piedra sobre mi conciencia junto a la predicción fallida o más bien inexistente de la señorita Inéz.

Los edificios recargados unos contra otros; la acera ondulada a lo largo de cinco de Mayo, los pisos compactados en un tiramisú imposible de carne humana y concreto de la Unidad Juárez y el Hospital General, el runrún sempiterno del radio organizando a los que podían organizar algo.
Todo eso en los dos días de pesadilla que viví antes de que mis padres nos botaran en Querétaro, dos meses. Para no ver. Para no oler... para no sufrir.

¿Qué me recuerda el Terremoto?
Televisa me ha colgado la esferita de pitonisa y oráculo. La necesidad de trabajar en lo que sea, en el momento de haber perdido el restaurante también me ha empujado a utilizar los “dones” que vengo entrenando por ese pasa tiempo que he atesorado desde niña. La “astrología” china.

El terremoto me recuerda que lejos de analizar si el Bazi sirve o no, si soy parte de el aparto de acondicionamiento de masas que en vez de tomar las riendas de sus propios destinos aún cree que somos Edipo, Hércules, Luke Skywalker. Los héroes trágicos que no sabemos si cumplir un destino trazado o los simples humanos, maestros del libre albedrio.

El restaurante ya murió, el terremoto del ochenta y cinco ya pasó.
Lo que escribo como oráculo depende de mi atención. A dónde va a dar mi atención depende de mi estado de ánimo y con base en ello realizo mis predicciones.

Que las censuren cuando me pongo a hablar condición humana, economía y política ya es otro cotorreo. (Eso es tema de otro texto)

Por eso escribo en parábolas... no sea que se devuelvan los cerdos y me devoren.

lunes, 25 de agosto de 2008

Pocas medallas olimpicas para Mexico en Beijing... que sorpresa

¿Qué me trajistes? (sic)
Me revienta que me pregunten eso. No por ser coda; hace una semana me gaste un buen trozo de mi legajo en chácharas y recuerditos para mis amigos y familia.
¿Notaron como me disculpe automáticamente?

Ese mismo día, mi suegra me pregunto que por qué los atletas mexicanos, aunque son buenos en competencias como los juegos panamericanos y tal; no ganan tantas medallas de oro como otros países.

Mi novio añadió su respuesta al total de las dudas aclarando que si Estados Unidos gana todas las medallas que le es posible, es por el “Sistema de recompensas” altamente efectivo y que depende casi exclusivamente del modo capitalista de producción y distribución. “Si eres bueno, te recompensaremos con más que suficiente para el resto de tu vida… pero tienes que anunciar tenis, cachuchas y sucaritas.”

Lo mismo ocurre con los atletas de la Ex Unión Soviética, China y otros países más o menos duchos en eso de sacar partido de una cara o un par de tetas.

En tiempos de la guerra fría, cuando el experimento socialista aun no se desinflaba; el sistema de recompensas estaba ligado al idealismo de sus camaradas, con suerte y conexiones, también se tendría asegurado un lugar en el escalafón burocrático.

Pero, y como me duele admitirlo, este sistema de recompensas no fue un efectivo o por lo menos duradero.

Muchas de las personas que con más fuerza criticaron el sistema social-comunista fueron atletas amargados que con todo y sus medallas de oro, siguieron viviendo en sus departamentitos de interés social hasta que, -drama del Reader’s Digest incluido-, se fueron a pastar a campos mas verdes (verde dólar).

Ejemplos sobran, no tiene caso repetirlos aquí.

Y también hay ejemplos de héroes olímpicos que se quedaron en sus países de origen; pero el “precio de su etiqueta” fue el precio de la tienda del pueblo.

Los ideales patrióticos o de clase fueron más fuertes que los ideales individuales para estos pocos renegados de la supuesta condición egoísta del hombre.

El patriotismo encojonado, es como siempre en cuanto al individuo que compite, el elemento sorpresa dentro de esta y otras justas deportivas. Solo aquellos que no tienen una pizca de patrioteros, van y salen a ver que les depara el mundo de afuera, el del emigrante, el del ciudadano del mundo. Ideales aparte, y a veces destruidos. No debemos olvidar que todos tenemos una conciencia individual y otra colectiva.

Con tanto deportista expatriado, uno ya no sabe si dar fe de autenticidad o de plano ignorar los colores de la identidad, ya que estos colores pueden ir a dar a la cantaleta del racista empedernido.
Por lo menos ahora, ya que la cantaleta bicolor de la guerra fría esta en venta como curiosidad chistosa en alguna tienda de baratijas chinas. ¡Se acabo!
Etiquetas, etiquetas… al final de cuentas, las etiquetas no sirven sino para mostrar el precio al que le llegaron.
¿Cuánto cuestas? ¿Necesitas que te re-etiqueten? Prepárate para migrar a otro país, por que según la idiosincrasia mexicana, la vida no vale nada.

¿Cuál es el precio de ser un atleta mexicano?
Ya lo dijo Ana Guevara cuando anuncio su retiro amargado:
Estaba harta de llevar tanto colgajo.

"Ya es definitivo mi retiro del deporte en México, se contempló la posibilidad de participar independiente en los Juegos Olímpicos pero mi ilusión es participar por mi país... No me hacía participando en unos Juegos Olímpicos de blanco[1]

Aparentemente, gana más un burócrata a sueldo en el comité olímpico nacional, la federación nacional de atletismo o en la comisión nacional del deporte. Figuras opacas como Carlos Hermosillo y Mariano Lara viven mejor que un atleta. Hay más beneficios: boletos de avión en primera clase, cenas en los mejores restaurantes, suites presidenciales en hoteles de un chingo de estrellas, transporte de lujo, champú para el perro consentido, huitlacoche con caviar y condones con vibrador…[2]

Ana fue victima de su patriotismo. Quería representar a México, quería la llamada “Gloria Olímpica”. El reconocimiento público por su hazaña, mas que la satisfacción personal de saberse mas fuerte que el resto de los mortales.

La vida de Ana Guevara merece más tiempo y espacio, además de más conocimiento en ese tema, cosa que yo no tengo. Así que seguiré con la idiosincrasia de mis compatriotas.

Al futuro atleta le va peor en la escuela. Para que un atleta inicie su carrera, desde tiempos clásicos, debía ser escogido de entre la multitud de niños en el parvulario.
Pizcado a mano, cual jitomate de listón azul; este niño atleta seria el portador de la gloria olímpica que levantaría la moral de su estado de origen, en una republica basada en el sistema esclavista imperial.

Algo así le paso a Nadia Comaneci Por ejemplo. Lo mismo ocurre en Estados Unidos, donde los potenciales atletas de cualquier disciplina son escogidos desde preescolar para representar a sus escuelas y competir hasta que a alguno se le bote la canica.
La cultura de la competencia esta muy arraigada en el país vecino.

Pero al pequeño atleta mexicano le va del cocol una vez que es escogido para representar a su escuela.

Si el atleta tiene suficiente madurez emocional como para soportar el ostracismo y la alineación a la que los envidiosos le someterán, entonces podrá llevarse a casa una medallita de níquel y una dotación de cuadernos.

¿Becas alimenticias? Para eso hace falta ser pobre y si no eres pobre, a la chingada.
La clase media y trabajadora están muy desprotegidas, ni que decir de la clase campesina.
Por más que se diga, hay mas pruebas de vida extraterrestre, que pruebas de ayuda o subsidios en el campo mexicano o en comunidades indígenas.

En el catalogo de buenas intenciones que Tomas Mojarro se cansa de repetir, seguro esta la buena intención de poner a algún indígena a correr la maratón.

Mientras nuestra clase campesina siga emigrando a EUA, o a las grandes ciudades de México; y mientras siga sobreviviendo a punta de resistencia; no habrá maratonista Huichol o de la nomenclatura que se le antoje al lector, pasándose a los nigerianos por el arco del triunfo.

A eso súmele la familia del atleta.

Culturalmente nos caga la madre que alguien sea mejor que nosotros.
El que sea libre de pecado que arroje la primera piedra, pero es cierto.

No importa si pierdes. Si pierdes eres un pendejo y ya estuvo.
Pero si ganas, eres un pendejo con suerte. Y si dejas que abusen de ti, eres un pendejo al cual se le puede sacar una lana.

Como cualquier católico, al mexicano se le va la vida en pedir. Y muchos, como resultado de la frustración y el abuso histórico al que ha sido sometido el pueblo mexicano; si no obtienen lo que desean, arrebatan el objeto que desean a como de lugar. (Uca uca, el que lo encuentra se lo emboruca)

Ya sea el ladrón vulgar que te roba la cartera, o el secretario burócrata que ve como sacar provecho de un atleta. Todos los acomplejados ladrones son la misma cosa.

Eso si. Se nos va en renegar. En proponer buenas intenciones y excelentes estrategias.

Pero como en la fábula del gato y el ratoncito valiente, ¿Quién le va a poner el cascabel al gato? Ya sabemos quien es el malo, ya sabemos las caras y los nombres.
¿En serio?
A ver… ¿Quién es el gato?

No es cierto que sabemos quién es el verdadero gato:
¿El gobierno? No… el gobierno es una paparruchada republicana que no funciona en beneficio de la mayoría trabajadora. Pero que si funciona y muy bien para los que forman parte del círculo de la política.

¿La religión? Pues si, la religión es el opio de los pueblos, pero uno tiene su corazoncito y su fe bien puesta en la esperanza… la religión apesta, pero sigue siendo un gran negocio. Creer en Dios o en lo que sea, no tiene nada que ver con religión alguna. (pero si con la politica).
Religión y Política son parte de la cultura que hemos construido todos. Lo que los pobres hippies llamaron: “El sistema”.

Se me hace que como siempre, el gato es nuestra condición humana, que si no evoluciona por medio del aprendizaje, nomás no va a cosechar ni medallas, ni el fruto de la tierra.

Ese pequeño atleta que a los seis años será llevado de la mano por un entrenador implacable como el cubano Raúl Barreda, o como el legendario rumano Bela Karolyi, deberá pasar por barreras tremendas de sus complejos.

Deberá sobrevivir el abuso emocional de los que lo querrán ver caer.
Deberá ponerle el cascabel al gato, ese gato marrullero que es su propia conciencia, abarrotada de complejos y arquetipos pesados.

¿Será por eso que los mejores atletas del mundo, por lo menos los mas famosos, son expatriados?

Ir más fuerte, más alto y más rápido, implica dejar atrás mucho equipaje pesado. El cual seguramente esta lleno de baratijas para contentar a la familia y amigos que deberán aprender a quedarse atrás y a dejar de preguntarle al atleta: ¿Qué me trajistes eh?
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NOTAS:

[1] Palabras de Ana Guevara extraídas de la siguiente pagina de wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Ana_Gabriela_Guevara

[2] Está bien, me la jale a partir del jabón del perro consentido. Pero se vale hacer metáforas exageradas. ¿No?

miércoles, 13 de agosto de 2008

Una receta en ingles para mis amigos en el gabacho

Chinese- Mexican onion prawns.
(Based on Becky’s recipe)
Ingredients:
2 pounds of clean whole raw prawns in their shell
2 or 4 whole green onions with chives (as big as possible, I’ve found some great ones at Orinda’s farmer market)
1 or ½ garlic head (all chopped in very small pieces, so all can fit in 1/3 cup)
¼ cup of light Chinese or Japanese soy sauce (must be the light and kind of acid one, not the black thick and salty one. But you can add an splash of rice vinegar if yours is too salty)
2 cup of chicken, or bonito stock. My mother makes her own chicken stock. But if you don’t have it, you can use the cube ones. You can find msg free stock cubes. Do not use canned American broth. Is too sweet and it might ruin the flavor. For the party, I’ve used my own chicken stock.
½ pint of water
1 Or as many fresh chilies you want. My mother’s original recipe asks for two Serrano chilies. For a less aggressive taste, you can use jalapeno chilies or bell peppers. If you want to blew your mind (and your stomach) use habanero or manzano chilies. For the party, I’d used red yellow and green chili peppers from some friend’s garden. You can find the same ones at Orinda’s farmers market.
1 Teaspoon of black peppercorns.
¼ cup of peanut, olive or sesame oil. For the party, I used cooking grade olive oil. My mother uses a mix of peanut and sesame oil.

Utensils:
Chopping board
Very sharp cutting knife
Chinese wok or deep pan
Large pot
Small bowls for separate the chopped ingredients.
Measuring cups in all sizes
Chinese Ladle and spatula
Metallic hand strainer

Preparation:

Select the best chives and chop them finely.
Chop the onions separate from the chives in very thin slices.
At the end, you will have 1 ½ cups of chopped chives, and ½ cup of onion slices. Keep them separate in the small bowls, and keep apart the chives that don’t look very cute (the broken ones, the dried ends, the yellowish ones; etc.)

Spare up to five garlic cloves.
Chop finely the rest of the garlic.

Cut the chilies in half and take off all the pits (seeds?) and veins. Then, cut them in long, very thin “Juliana” cut. They will look like very thin green pieces of vermicelli or spaghetti.
Be careful with your hands, try to not manipulate these chilies for a long time, or your hands may be in pain for the rest of the evening…

Boil the water with the chicken or bonito broth with the peppercorn teaspoon, the ugly chives, the five garlic cloves (you can brake both garlic and chives, so the flavor come trough the skin) and about the half ¼ cup of soy sauce. Keep the rest of the sauce.
You can add more salt or soy sauce if you like saltier flavor.

Once the broth is ready and boiling hard, add the cleaned unpeeled prawns (my mother leave the whole prawn, head, shell and tail, but for the party, I leaved just the tail).

Cook them lightly in the broth until they come pink and yet, transparent (about two or three minutes or less). Do not cook them all the way! That will make them rubbery and tasteless.

Pick the prawns with the hand strainer, and keep the broth in a side.

In a deep frying pan or a Chinese wok, add some cooking oil and heat it until it smokes a little bit.
Add the sliced onion. Use both ladle and spatula with both hands for stirring the onions.

When they start to smell good, add the garlic and the chilies. Keep moving all the ingredients.

After that, when the smell gets spicier, add ½ cup of the broth. Keep moving the stuff.
Then, add the prawns and cook them for one minute more or less.
Add the chives and then, the rest of the soy sauce.

By the time you finished all these steps, your prawns will be fully cooked, so take the pan or wok off the fire and serve them.
If you want o serve them cool, let the prawns rest at the counter until they’re cool enough to go to the fridge. If you put them in your fridge before they cool off, they’ll become acid and chewy.

My mother, Becky, serve this prawns with white Chinese style jasmine rice and steamed baby bok choy.

The original recipe was cooked several times by my great grand father and his friends, but some times he used other seafood, not just prawns. I do remember we had some kind of snake with this very same recipe!
My friend, Li Chen Xuang, from Szechuan, use up to one pound of chives and Serrano chilies. And no prawns at all!
But I’ve had something like this recipe in Ping Gu (west of Beijing).
The Mexican-Chinese twist come with the use of fresh green Serrano chilies. The Chinese recipe uses less garlic, even more chives and different kinds of chilies. Usually, the red dried ones.
I have the feeling that this recipe is a little bit like a Casserole in European food culture. Add this and that and use what you momma used.
But the important thing Mexican and Chinese culinary culture have in common is the long preparation (chopping, peeling, pre cooking and slicing) and the very fast execution of the actual cooking. The use of a chef’s pan or a Chinese wok become part of the “show”, because you have t use either one hand for shake everything, or the Chinese ladle and spatula (usually they come with the wok if you buy a Chinese cooking set).

Enjoy this recipe of my dearest mother, and feel free to add and change it as much as you want.

Best regards.
Sara Cristina

martes, 12 de agosto de 2008

En defensa del Molcajete (1ra)

Los alimentos molidos por medio de molcajetes y metates son más saludables que los alimentos molidos con licuadoras o procesadores mecánicos.
El maíz, que es particularmente pobre en su contenido de minerales, se ve beneficiado con el uso de estos morteros de piedra tradicionales en la gastronomía mexicana.

¿Ah chirrión?


¿Entonces por que los están prohibiendo en California?

Me parece que eso de que los molcajetes son mas saludables, provenía de un estudio que hizo la Profeco
[HP1] hace chingomil años…

Eran los setentas revoltosos y mis padres recibían por correo la revista del consumidor. Así que, con seguridad, allí me entere del chisme.

Ahora que también puede ser que lo haya leido en uno de tantos números de la historieta “Los Agachados” de Rius.

No lo puedo corroborar, así que le agradeceré mucho a los lectores de más de sesenta años que se acuerden de este estudio; o a algún nutriologo de izquierda, si es que tal cosa existe; que me digan si es cierto o me aluciné.


Según dicho texto, y si la memoria no me falla, el uso del molcajete en vez de un procesador de alimentos o una licuadora, añade minerales importantes para una dieta saludable.


También recuerdo que se decía en ese, o algún otro texto que el uso de la licuadora nulifica las vitaminas contenidas en verduras y frutas.

No se mencionaba en ese estudio si los molcajetes tienen trazas de plomo o si no tienen nada de eso; pero sí mencionaban la existencia de hierro, zinc y cobre.

Lamento mucho no tener “los pelos de la burra en la mano”, y sospecho que no los tengo en casa tampoco.

No puedo sustentar mi posición con fuentes viables, pero me vale gorro. La excusa nace de esto.


Durante mi adolescencia noventera noté que nacía una fuerte paranoia ante cualquier cosa sin importar su origen animal, humano mineral o de plano extraterrestre. Comenzando con el plomo.

Que si los lápices escolares estaban pintados con plomo, que si los soldaditos de plomo del abuelito provocaban retraso mental.
Luego el comal le dijo a la olla, oye olla… te vidriaron con plomo, ¿verdad canija petacona?

Que si el plomo con el que se pintaban los salones de las escuelas publicas era el culpable de nuestro retraso académico.

Excusas idiotas.

Primero fueron los lápices mexicanos. Luego la olla de los frijolitos, y la lista sigue dándole excusas no solo a los gringos que ahora han enfocado sus paranoias en los juegos olímpicos de Beijing; sino a nuestra clase media superior que no deja de echarle la culpa a todo, menos al sujeto que les regresa la mirada en el espejo.

Aun así, en ese entonces nadie señaló con el dedo a nuestro amado molcajete…



Para 1991 todas las cocinas de mis amigos guardaban un lugar de honor en su cocina para el sacrosanto horno de microondas. Del molcajete, chico, grande, viejo, nuevo, cojo, entero… nada. Una amiga tenía un molcajete metido en su horno de gas… el cual también, ha resultado una victima mas de el modo de vida “moderno” del mexicano común. El horno de gas, en la cocina chilanga por lo menos, no es mas que una alacena.

Volviendo al molcajete; pocos comen en casa y los que comen en casa, no saben usar bien el molcajete.


Bajo el riesgo de acabar con los nudillos hechos pomada, pocos se resisten a la tentación de meter los ingredientes a la licuadora y san se acabo.

Claro, hay que recordar que también están las salsas enlatadas, embotelladas y prefabricadas que encontramos en el supermercado.

¿Quien esta allí para defender al molcajete?

No los mexicanos.

Estamos muy ocupados en el trafico nuestro de cada día, como para pensar en el molcajete de la abuela, que nomás esta recolectando polvo dentro del horno junto con el comal y la olla de barro que siguen peleándose por el espacio.

Hace apenas unas semanas, en todo el estado de California, se prohibió el uso de molcajetes en restaurantes ya que se consideran peligrosos caldos de cultivo para bacterias y virus, además de que son sospechosos de contener Plomo
[HP2] .

De entrada ya habían retirado un montón de jitomates sospechosos de estar contaminados con salmonela. Luego arremetieron con los jalapeños. Nomás falta que encuentren salmonela en la cebolla y el limón para completar el pico de gallo.

¿Y ahora que?


¿Quién se beneficia de la villanía chorrillenta del molcajete, los chilitos y los jitomates?

¿El maíz que ahora trabaja de combustible?

¡Que nauseas chingado!


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NOTAS


[HP1]Procuraduría Federal de Consumidor. La información sobre este órgano federal mexicano se encuentra en uno de los tantos “links” que recomiendo en esta pagina.

[HP2]Si, plomo (Pb), ese asqueroso retardador mental, villano clásico de los años noventas, y aparente culpable de que los hijos, niños o adolescentes de familias decentes vayan mal en la escuela, que asesinen a sus compañeros de clase, que le digan “pendeja” a la abuelita, que se metan cuanta pastilla encuentren en el botiquín o que de plano prefieran jugar con el wii en vez de masturbarse con las play boy del padre como cualquier chico normal.
Ese plomo con el que jugábamos de niños. Caray…

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lunes, 4 de agosto de 2008

El Venado y mis traumas capitalinos

Alguna vez, poco tiempo despues del terremoto, creo que tuve mi primer contacto cara a cara con un animal que no me tuvo absolutamente ningun respeto, por ser salvaje; ese animal era una vil rata de alcantarilla.

El roedor me vio, chillo y se fue a meter tras un arbusto.

Y hasta alli llego mi aventura con el mundo silvestre.



Para los que me conocen, esto va a sonar raro, ya que soy Scout/Guia desde 1979 (ayer Scout, siempre Scout!) Todavia entrados los veinte me iba de campamento por lo menos tres veces al ano y para no acabarla de contar alli; a los 19 estuve un rato en Veracruz.



En plena sierra, encontre cualquier cantidad de bichos y creo que las unicas que tuvieron encuentros cercanos del tercer tipo con ellos fueron Elsa y Frida (Te acuerdas de la "coralillo", Guera?)Pero a mi nunca me toco enfrentarme a semejantes bichos.

Ni uno.

Ni las coloquiales Ratas de Dos Patas me llegaron a afectar mayormente.



Ah no! ... sip.



Una vez nos asaltaron a Lydiette, David, Paco, Sammy y a mi por andar en babia cruzando puentes que no debian ser cruzados (Mea culpa)

Pero no paso a mayores.



Total que debido a que subi un chingo de peso, el ego me ha obligado a salir a medio correr y medio caminar cada manana por el vecindario.

Cada dia, me atrevo a ir mas lejos.



Hoy, en vez de bajar hasta el centro de Orinda, me fui por una callecita paralela a la carretera que en algun punto, sube hacia el este y rodea el cerrito donde esta la casa de Heath.



La subida es bastante fuerte.

Justo lo que necesito para poner mi corazoncito chilango a brincar con exceso de oxigeno.



Frente a mi, cuando mas cansada estaba, me encontre una pobre ardilla completamente hinchada y con los ojitos fuera de orbita.

Seguramente se electrocuto con el cableado urbano que se esconde entre los robles que pululan esta zona.Esta simple vision de pelicula gore me hizo brincar.



Y no es que nunca haya visto un bicho muerto, pero nunca tan de cerca y nunca tan claramente fresco.

Perros muertos en el periferico y el Guicho no cuentan por que los primeros pasan a 80 por hora y mi gatito ya llevaba horas muerto cuando lo encontre en mi cama, como si estuviera dormido.



Ni los perros ni mi gato son tan silvestres como las ardillas de estos lares.

Gordas, grandotas y de pelo sedoso...

Nuestras ardillitas coyoacanenses estan mas entrenadas que Rintitin y tampoco cuentan.



Me quede pensando en la pobre ardilla; echando cacayacas telepaticas a la civilizacion; que de como matamos a los pobres animalitos, de que como es posible que el cableado se trepe a los arboles que llegaron alli primero, que somos unos jijos del Ecoloco y gua, gua, gua; cuando me tope con un venadote.



El venado estaba parado en la entrada de una de tantas residencias suburbiales de Orinda. Describir su belleza seria inutil ya que sin mis lentes nomas veo de bulto.



Y el me vio.Petrificada, no deje escapar ni un ruidito. Nos separaban unos tres metros.



Despacito, despacito sin perderlo de vista, fui poniendo distancia entre el venado y yo. El, solo bajo la crisma en son de amenaza.



Jamas en mi vida me parecio tan desierto este vecindario.

Ya antes habia visto venados en esta zona cuando de pronto saltan de la nada al camino. Normalmente de noche y yo con Heath en su carro.

Con sumo respeto, los venados se detienen o saltan de regreso a los arbustos.Pero este chico no hizo asi. Al contrario, con la cornamenta en guardia, no movio ni un pelo.



Tampoco yo movi nada, pero despues de diez minutos me fui a esconder tras un arbusto de la casa de al lado.

El animal no se movio de donde estaba, mientras yo con la telepatia puesta en otro son, pensaba que esto es lo que me saco por andar en tierra de nadie caminando como si estuviera el el Parque Mexico.



Sali de mi escondite y el venado volvio a bajar los cuernos, esta vez, respirando profundamente. Esperaba que pasara un choche que lo espantara, pero nada. Ni siquiera una phinche bicicleta.



Por fin pense: "Andale, no seas malito, dejame pasar, no te voy a hacer nada..." y como si me hubiera escuchado, El papa de Bambi se fue tan tranquilo al otro lado de la calle, y se metio un jardin, tal como el proverbial Pedro.



Entonces comence a caminar, con mucha cautela por que los gringos tienen la costumbre de no poner enrejado o barda alguna que divida sus propiedades y lo unico que me separaba del venado era un pedazo de pasto.



De una pagina de internet argentina que describe a los suburbios del norte de California, lo que sigue: En cuanto a los animales que andan por la naturaleza, bueno, los "expertos" están convencidos de que se están extinguiendo.



Cuéntele eso a los que viven en los suburbios o en el campo, que hace mucho que no necesitan ir al zoológico para ver venados que tienen pastando en sus jardines, o encontrarse con un oso hibernando en el porche, o un puma o un zorro que sale de desayunar de su gallinero.



Justo cuando estaba a punto de perder de vista al Venado aquel, una ardilla salto frente de mi.



Un brinco mas, y mi corazon tendria la condicion fisica de un medallista olimpico!

Lo que me pone a pensar, luego de esta mini aventura es que a lo mejor ya nos echamos a todos los animalillos que rondaban los suburbios chilangos...

Que de verdad ya no queda ni un triste tlacuache?



Seguro algunos de ustedes opinan que estoy loca y que cunden los animales silvestres en nuestra patria y que chinchen a su mama los bicharracos gabachos... pero hasta ahorita, y eso que vivo literalmente en "la milpa mas lejana" Tepeximilpa, al unico animal que he visto alli es al menso de Oscar.

En la foto que acompana este texto, un venadito asomandose a la casa donde vivo con Heath.Claro que asi cachorro, y uno adentro de la casa, no da miedo. Es mas, yo ni estaba alli. Heath me mando esta foto cuando yo estaba preparando mi primer visita a su casa.Usteden diran, como es que no le saque una foto al venado?Mi Ipod no tiene camara (ay no mames!)



Bromeo.Pero luego de este encuentro, no se si reir o llorar...

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Epílogo

Estaba esperando el metro en la estación Pino Suárez, la mañana del primero de enero.
En el andén, estaba una foto hermosa de una liebre o conejo pequeñito en cuyo título dice "Yo también soy chilango". Así me imaginaba al conejo que Quetzalcóatl deificó al darle un lugar en el rostro de la luna. Ahora veo que sí hay fauna chilanga.
Hagan clic al siguiente enlace, el cual los llevará a la nota del Universal que habla de esta campaña.
Como de la vista nace el amor, espero que el odio que reina en nuestras mentes no alcance ya a estas criaturas que también sienten y que son el alma de nuestra tierra.




martes, 29 de julio de 2008

Juan Rulfo y los cientificos

Juan Rulfo y los científicos.


Un hombre con bata blanca dicta una conferencia. A una señal se apagan las luces y aparece una diapositiva con la foto de:

--Juan Rulfo-- dice el científico señalando la imagen con una pluma láser--, como todos sabemos, este gran hombre fue uno de los pilares de la literatura mexicana.

Van apareciendo una serie de fotografías con distintas tomas del sepulcro de Rulfo, las cenizas de Rulfo, licuado de Rulfo y científicos manipulando jeringas, vasos de precipitado, matraces y microscopios.

--Su obra aunque no numerosa, es ejemplo para muchas generaciones de escritores de todos los países de habla hispana. A la fecha ningún escritor ha podido superarlo en su prosa, tan plena de sencillez y magia. (Aplausos). Es por eso que decidimos echar mano de la ingeniería genética para remediar la crisis cultural que nos afecta-- Aparece una diapositiva más.

Un niño de doce años que es medido por unos científicos.

--Durante años perdimos muy buenos productos, extraídos genéticamente de los restos del maestro, los clones resultantes no demostraron tener la capacidad literaria del maestro Rulfo. Hoy en día están bien colocados, bajo seudónimo, escribiendo telenovelas para una conocida televisora al sur de la ciudad. (Risas).
Gracias a la historia que es la que siempre tiene la razón, decidimos recrear su vida. (Un "ooooooh" sorprendido)

El científico apunta al cielo con un dedo mientras sonríe.

--Repetimos; ¡Repetimos el asesinato del padre del maestro! Frente a él, una y otra vez; esto fue necesario hacerlo hasta que el resultado fue el óptimo! Señoras y señores, estuvimos dispuestos a pagar cualquier precio por revivir el mundo de las letras mexicanas. Ahora, nuestro trabajo rinde frutos . ¡Con ustedes, Juan Rulfo!

La gente grita, el teatro se sacude.
Al estrado se acerca ése niño de doce años que tiembla ante la manada de simios que lo ovacionan.

En su corazón muerto mil veces, nace la duda, y el silencio.

Cristina Alvarado
Otoño 1999

lunes, 28 de julio de 2008

Una Vision Femenina sobre el bien y el mal

Una visión femenina sobre el bien y el mal
lectura comentada de Tehanu de Ursula K. Le Guin y Mujeres de Marilyn French

"Una mujer que da a luz a un niño,
puede criar a un hombre.
Una mujer que da a luz a una niña,
está criando al mundo"
Winnie Mandela.

¿Dónde están localizados el bien y el mal? Son como dicta el cliché: "Las dos caras de una misma moneda", o sólo dos concepciones antagónicas que luchan por destruirse mutuamente.
Si me remito al Tao, ése símbolo chino, estudiado por Ursula K. Le Guin[1], puedo encontrar alguna solución a la pregunta planteada antes: El Tao simboliza dos fuerzas contrarias armonizadas de tal suerte que una lleva parte de la otra. No es posible separarlas sin llevar consigo una parte contraria. Bajo esta concepción, el bien y el mal son dos conceptos que no pueden existir uno sin el otro. Forman parte del pensamiento humano o más bien, de la lucha entre estas dos potencias nacen el pensamiento y las acciones humanas.
Se ha dado con los años una interpretación equivocada sobre el símbolo del Tao al cual, vulgarmente se le llama "Yin y Yang" la parte luminosa del símbolo representa la fuerza positiva y brillante. El bien, la fuerza masculina que siempre es visible: Yang. La parte negra; el Yin, representa a lo negativo, la implosión, la obscuridad. La fuerza de lo oculto, la mujer, el mal.
Dentro de lo que nos parece oculto, el mal acecha. Porque no podemos comprender lo interno, de la ignorancia nace el odio y del odio nace el mal. El hecho de que los orientales le den a la mujer ése carácter oculto perteneciente al Yin y a la tierra misma, hace que los occidentales lo relacionen automáticamente con el mal. Sin embargo en el Tao, las dos fuerzas llevan en sí parte de la fuerza contraria. No son puras por que no pueden existir sin la otra.
¿Pero qué pasa cuando el mal nos toca y deja cicatrices? o cuando el bien llega y no somos capaces de distinguirlo. Por que es fácil encontrar al mal, tal y cual lo intuimos, sobre todo cuando es algo humano lo que nos produce dolor. ¿Cómo pensar que nosotros mismos somos la fuente de ese mal? El "bien" y el "mal", como referencias religiosas o como aquellos que nos producen placer o dolor, se confunden de tal manera que cuando los llegamos a encontrar, no sabemos cómo manejarlos. Sin embargo reconocemos una cicatriz cuando la vemos.
En ése sentido, Tehanu se parece a la vida. Como Todos los libros de Terramar, Tehanu pertenece al reino de la magia, los dragones y las grandes empresas que implican salvar al mundo. Pero también pertenece a la historia de la represión y maltrato que la mujer ha sufrido desde siempre. En ese sentido, encuentro un símil con la obra de otra escritora norteamericana: Marilyn French (1933). Sobre todo en el libro "Women's room"[2] (1977) traducido de manera lamentable bajo el título de "Mujeres"[3] y que ha sufrido de una mala circulación dentro de este país, que sin embargo goza de una gran atención en EUA y Europa. En esta novela, French rompe también con el mundo mágico; su personaje: Mira Ward, estudia literatura (particularmente folcklor y leyendas) en la universidad luego de haberla abandonado por la familia que trataba de sacar adelante. Mira es como Tenar. Una mujer que al llegar a la "edad media" sufre una serie de cambios internos que la obligan a buscarse a sí misma afuera, en el mundo de los hombres. Las dos sufren el rompimiento con la vida "normal" de las mujeres. El sacrificio es dejar la vida que llevaban por el bien de una familia y la seguridad económica, pero todo siempre debajo de la protección de un hombre. El "estauts". En tanto esa protección se mantuvo no había que temer en lo externo. Sin embargo no se pueden evitar los cambios de mundo externo y en ambas historias los cambios son visibles.
En la obra de Le Guin, el mundo de Terramar ha cambiado, la magia ya no funciona como debería, los magos pierden poder, los bandidos adquieren más fuerza por medio de su violencia. Son las mujeres las que la sufren. En la obra de French, los años sesenta son iguales a los tiempos inciertos de Terramar; aún sin magia. La sociedad norteamericana está convulsionada por una larga serie de movimientos sociales nacidos del proletariado y las universidades; nace la guerra de los sexos y las mujeres, en su lucha por ser tratadas como iguales sufren de una nueva represión donde el arquetípico hombre, tacha a la mujer como culpable de todo el mal que la aqueja. En ambos libros las mujeres están sometidas a cumplir las reglas de los hombres mientras tratan de vivir en este mundo lo más ajenas posibles al trato masculino, para no perder su individualidad. También hay hombres que confían en las mujeres y las tratan como iguales, Ged, en Tehanu y Ben (pareja de Mira luego que ésta se divorcia) en el libro de French. Sin embargo esta confianza está cubierta por incertidumbre y sí, desconfianza a algunas mujeres, sobre todo las más primitivas, como Musgo, la bruja de Re Albi, o en la novela de "Mujeres", Val, la furiosa amiga de Mira.
En ambas obras hay detalles feministas que son los que a mí me interesaron, ya que mi conocimiento sobre literatura fantástica es aún escaso. La parte que más captó mi atención y de allí el enfoque de este texto es a siguiente:

"Sorprendida, Musgo dijo simplemente. -¿cómo?, ¿qué hombre querría casarse con una bruja? -Y luego, con un movimiento oblicuo de la mandíbula, como una oveja que moviera el pasto de un lado a otro de la boca: -¿Y qué bruja querría casarse con un hombre?"

Las mujeres de esta obra no encuentran u un solo reflejo de similitud en los hombres. Los hombres parecen extraños, son "una nuez" que aún pelada sigue siendo una nuez, en comparación con raíces "más profundas que esta isla" que forman parte de la visión de Musgo sobre ella misma como mujer. Estas diferencias crean un antagonismo en el cual, como lector, cuesta trabajo permanecer imparcial.
En Mujeres, encuentro otra visión de ese antagonismo:

"Es como si en lo profundo, en lo más hondo del corazón, el corazón silencioso que rara vez estalla, que se queda quieto por que de lo contrario e mundo se destruiría, allí abajo, en lo arcano, ambos sexos se odiaran y se temieran. Las mujeres ven a los hombres como opresores, como tiranos, como a un enemigo de fuerza superior al que hay que burlar. Los hombres ven a las mujeres como intrigantes, como esclavas que agitan duramente sus caderas y les recuerdan constantemente que si quisieran, podrían envenenarles el alimento."[4]

Hace algunos años, escuché a mi madre decir (bastante molesta) que "El hombre" esperaba "Una dama en el salón y una puta en la cama". Luego de leer Tehanu llegué a la conclusión de que si todo esto falla, si no deseaba ser puta o dama, no quedaría de otra mas que ser una bruja.
La bruja siempre es mala, aún a pesar de los intentos de escritores serios que han tratado a las brujas como mujeres y no como esbirros diabólicos, sin embargo hay un dejo de libertad en las actividades de la bruja. Desde la reina malvada de Blanca Nieves hasta la Bruja Buena del Norte de "El mago de Oz", la bruja tiene un poder que va más allá de su relación con el hombre y la maternidad. La bruja es los que quiere por que lo ha elegido de esa manera. Incluso, la decisión de abandonar la magia que Tenar toma para casarse con un granjero, es una decisión propia de una mujer que decide qué hacer con su vida. Tenar es una gran "bruja".
Del mismo modo que en "Women's room" la clase obrera, la mujer y su liberación tocan con sus dedos la literatura; Tehanu, con su Archimago debilitado y su dragón que habla sánscrito; con la tragedia y liberación de Therru, ha ingresado en el reino de lo humano. Es decir en la condición humana que retrata en toda la historia. Al alejar al reino de Terramar de la magia, un nuevo orden debe ser llevado.
Una mujer de Gont es la que debe llevar ese nuevo orden. Por supuesto, los hombres que tienen el control de Terramar se sienten amenazados. Aquí encuentro una relación mesiánica. El dragón Kalessin es el padre de Therru, como un dios que apartado de las actividades del hombre debe guiar sin meter las manos y Therru es una especie de Cristo, que una vez sacrificada, "encerrada en una piedra", tiene el único poder capaz de conducir a Gont y su rey.
El final de Tehanu es abrupto, recuerda un poco al final de los cuentos de hadas, sólo que el final feliz está disfrazado por la incertidumbre:

"El problema residía en que los finales de esos cuentos siempre resultaban aburridos y nunca se podía ir más allá del final"
[5]

Tehanu es una obra distinta a otras de carácter fantástico, Therru ha sido corrompida (en el más estricto sentido de la palabra) por el horror, el mal verdadero que es representado por Diestro, su tío. El mal del que habla Le Guin es el que nace por conducto del miedo y del odio. Al menos Terru tiene una ventaja. "Le temerán" dijo el viejo mago.

"Tal vez odies a los negros a los puertorriqueños y a los judíos, pero te asustan un poco. Las mujeres ni siquiera gozan del respeto del miedo"[6]

Tehanu tiene en sí el poder del terror que provoca, la mala fama de los dragones y sobre todo el odio que Alamo siente por ella y cualquiera de su "clase". En el mundo sacado directamente de la realidad de "Women's room" son los sacerdotes y predicadores los que alimentan el odio:

"La señora Mittlow había dicho que las mujeres crean venenos en sus cuerpos (...) los hombres, comprendió, no estaban sometidos a esas cosas. No tenían los mismos venenos (...) pero la señora Mittlow insistió. Dijo que se lo había explicado el cura"
[7]

Los religiosos, y los magos, como guardianes de cierto conocimiento oculto, son los máximos represores en ambas obras, el desprecio forma parte de eso, como el momento en que Álamo obliga a Tenar a comportarse como perro.

"Ésta es mi nueva mascota -les dijo a los otros hombres, a varios hombres que había en la oscuridad, allí donde las velas proyectaban sombras-. ¿Veis lo bien enseñada que está? Revuélcate, perra. -Ella se revolcó y los hombres rieron."[8]

Para estos hombres "de poder" ya sea mágico o social e incluso político, las mujeres que se rebelan adquieren automáticamente el mote de "perras", el ejemplo de Le Guin es terrorífico, pero nada diferente al ejemplo de French:

"El hecho de que una mujer no estuviera marcada como propiedad de algún macho la convertía en una perra en celo que cualquier hombre o incluso todos a la vez podían atacar."

Es evidente que de la lucha de los sexos ha surgido un nuevo orden, al menos en algunos estratos sociales y económicos, no así en el tercer mundo y los países sometidos religiosa y políticamente por regímenes totalitarios. Sin embargo, la sensibilidad hacia la memoria histórica del género femenino permanece intacta. Hay mucho rencor que empata en cantidad con el miedo y las costumbres de las sociedades patriarcales. Sobre todo en países donde la doble moral es fácilmente reconocible como en Estados Unidos. Le Guin retoma la temática feminista de los sesenta, aún sin que su obra sea propiamente feminista. Con tantos años de diferencia entre los tres primeros libros de Terramar, el primero escrito durante los años sesenta, sorprende que el tema de la lucha femenina por ser algo en el mundo sea aún tan vigente.
Da la impresión de que el mundo real también ha sido trazado por un creador; por un escritor que decide quién y cómo.
El mundo de "Women's Room" no pretende hacer ninguna metáfora de lo que es la sociedad norteamericana en particular y la sociedad occidental en general; es una evidente calca de la vida de muchas mujeres que han sido maltratadas y humilladas. El mundo de Terramar, de Tehanu; es un espejo de nuestra sociedad por que así lo hizo la autora; posiblemente en un acto de denuncia y análisis del mal y sus consecuencias: el caos que lleva a la creación de un nuevo orden, incomprensible aún; pero con las ventajas del trabajo de ficción. En particular de la llamada literatura fantástica. Donde siempre será un poco más sencillo comprender problemas complejos bajo el velo de la fantasía por que las interpretaciones de la historia parecen inofensivas.
Tehanu habla del miedo, del odio y del mal. Del valor que se necesita para afrontarlos y de la esperanza. El final no es feliz, el final es apenas justo. French pone a Mira en una situación parecida a la propia situación de Tenar cuando tiene en sus manos la responsabilidad de hacer de Therru alguien que pueda controlar de manera justa su propio poder:

"Intentó imaginar cómo sería la vida cuando todo fuera perfecto, Pero nunca lo logró"[9].

Tehanu toma de la ficción lo que debe, mas le deja a la realidad la tarea monstruosa de asustarnos, de bajar al nivel de lo espantoso para revelarnos nuestra propia condición. La vida no es perfecta como los son los cuentos de Grimm, menos así sus finales. Estamos sometidos a una cadena de continuidad y "segundas partes" gracias a la manía que tenemos de cometer los mismos errores más de dos veces. Nunca hay un final feliz y los que se acercan a la felicidad, apenas pueden distinguirla. De ese modo actúa Tehanu en el reino de lo fantástico: con absoluta verosimilitud.

Las dudas quedan un poco en el aire cuando por fin comprendemos quién es Therru en realidad. La encarnación de aquel ser femenino, que una vez que ha asumido el daño que le ha sido infligido, puede liberarse y liberar a otros. En ese caso, tal vez pueda haber un capítulo abierto en la historia del Yin, de lo femenino, lo oculto. La tierra.

Cristina Alvarado.
Primavera de 2001


NOTAS
[1] Earth sea review de Danny Yee. Powells library gassete. 1996
[2] Women's Room es una novela que habla sobre la lucha interna de Mira Ward, una ama de casa que una vez divorciada decide retomar su propio camino y regresar a la universidad sin que por ello cambie su posición social y personal frente a los hombres.
[3] Editado en español por círculo de lectores, 1980. Para su distribución por correo.
[4] Mujeres: Pag. 74.
[5] Op Cit: pag. 21.
[6] Op Cit. Pag: 16
[7] Op Cit. Pag: 28
[8] Op.Cit. Pag: 240
[9] Op cit: p 21

Alebrije en Seattle

Alebrije en Seattle

The street's closed for the rain, the street's screaming,
street of cry and protest,
sweet love of the third world right here in the first
-There's no place to run away-

Blind eyes of blinded main square.
All kings are castled
The good mama's kids still surprised.
Take their hands
"No pasarán, no pasarán"

How sweet ignorance is, most if it's learned in the first lesson.
Of heavy club, acrylic shield and boots,
Helmet, pepper explosion and rubber bullets.

So it is beyond the Rio Grande, far away of the world of "all is possible".
The one who has to be the world around.

And,

in the shopwindow across the corner, smiling it wait indeed.
With it's label showing three hundred dollars sale:
A brand new curious from Oaxaca. (some where right south)
Seeking for the dreams of this new defeated ones.

Let's see which colored monster shows
From the head they have meet by now
The sour of the pepper gas in their eyes
Their throats
their lives.
In to their nightmares.

Para detectar a un Voldemort en potencia

Para detectar a un Voldemort en potencia



¿Es sólo un accidente que los sonidos humanos ordinarios
para ordenar silencio o para llamar la atención, perezcan
en forma extraña, imitaciones del silbido de los reptiles?


Carl Sagan, The Dragons of Eden.


Lamento un poco iniciar este texto con una experiencia personal, sin embargo considero importante acudir a esa experiencia; sobre todo si es un adulto el que lee a Harry Potter por primera vez.
Cuando leí a Harry, me instalé en el mundo de la fantasía sin dejar de pensar como adulto; me enojaba cada vez que Harry omitía algo a Dumbledore o cuando mostraba su inmadurez emocional.
Me detuve a tiempo y comencé la lectura de nuevo, esta vez bajo la mirada que tenía a los once años.

Constantemente estamos sometidos al rechazo. Sobre todo en la adolescencia cuando la necesidad de pertenecer a un grupo es una parte importante del desarrollo. El adolescente, de por sí, intuye que no es "normal" que algo está cambiando constantemente en su interior y que nadie podrá comprender ese cambio. El adolescente se intuye como un ser único.

Recordé mis años en la secundaria. Había una niña rubia, muy bonita y líder del grupo que, desde mi punto de vista adolescente, parecía haber nacido sólo para amedrentar a aquellos que fueran distintos a ella. Sus agresiones nunca fueron motivo de castigo pues su madrina era la directora de la escuela y su madre una de las profesoras; además de que en esa escuela, no se aplicaban castigos así nomás.
No era una mala persona, pero parecía guardar un especial desprecio por los que no eran de su clase social o incluso aquellos que parecían indígenas.

Nació entre ella y yo una enemistad profunda, las bromas pesadas que ella me aplicaba eran correspondidas con una feroz implosión de mi parte. Me aterraba reaccionar en lo externo y terminé encerrándome en mi propio mundo. Agredía en silencio, guardando un gran resentimiento hacia ella o cualquiera que fuera como ella.
Teníamos al grupo dividido en dos: yo pertenecía al grupo de "nerds": el llorón, la gordita, el geniecillo matemático, la rara, etcetera; Y la que ya para entonces era mi enemiga jurada era la líder del grupo de niños bien y los que eran golpeadores de nacimiento. La situación cambió en el momento espantoso en que, en un accidente automovilístico murieron sus padres. Durante una larga temporada guardé un fuerte sentimiento de culpa ya que yo odiaba con todo mi ser a esa niña. Meses de psicoanálisis me ayudaron a sacar ese sentimiento. Sin embargo mi pequeña enemiga no ayudaba, las bromas pesadas se recrudecieron y el grupo que tiempo antes ella lideraba se fue apartando, en parte cansados de soportar a una líder que se estaba volviendo más agresiva incluso contra sus seguidores. Nadie en el grupo podía comprender por qué luego de haber sufrido una perdida tan grande ella se hacía más despectiva y menos dócil. Esta niña fue cambiada a otra escuela porque era demasiado cruel que siguiera en el mismo lugar donde la presencia de sus padres era muy fuerte.

Fue entonces que el grupo entero pudo unirse por primera vez. Todos teníamos alrededor de catorce años cuando terminó nuestro segundo año de secundaria. Siempre tuve la sensación de que esa niña estaba resentida con el mundo por haber perdido a sus padres. Ignoro qué será de ella ahora.

Si me hubiera topado con Harry Potter en esos años...

La conciencia entre lo real y lo imaginado durante la adolescencia ya está mas desarrollada que en los primeros años de vida. Así que, al hacer la lectura de un libro fantástico, esas barreras caen momentáneamente, sobre todo si el mundo externo es tan crudo como el literario. No me sorprende encontrar adultos hechos y derechos enfrascados en juegos de carácter anímico como “Dungeons & Dragons” o “Vampire”.
Dentro del libro "Sintaxis del Vampiro", Vicente Quirarte hace referencia al libro que forma parte de la mitología de "Vampire":
"Para decirlo claramente, los vampiros no son reales. La creciente afirmación sobre su existencia se halla en función de lo que pueden enseñarnos sobre la condición humana y sobre la fragilidad y esplendor de lo que llamamos la vida"[1]

Los personajes de J.K. Rowling, al igual que los vampiros, son totalmente tridimensionales; cada uno de ellos tienen personalidades bien formadas y antecedentes que respaldan esa personalidad que se va desarrollando poco a poco y de manera vertiginosa gracias a su juventud.

Mas no se puede adivinar qué hubiera pasado con mi desarrollo de haber llegado a esa edad a la literatura fantástica, pasé de "Mujercitas" a "El amor en los tiempos del cólera" sin ningún problema y abandoné por completo las lecturas para jóvenes. Transformé el antagonismo que sentía por niñas clasistas como la que hizo miserable los dos primeros años de la secundaria y me volqué al trabajo comunitario. Desde entonces hasta hace poco, me involucré en todas las actividades que podrían hacer una diferencia: alfabetización en comunidades indígenas, trabajo comunitario, actividades con el CEU y con un grupo de apoyo a Cuba. No sé que pasó con esa niña que desde muy temprano despertó en mi una fuerte conciencia de clase y la motivación por aliarme con los más desprotegidos.

Fue durante la segunda lectura de "Harry Potter y la piedra filosofal" que descubrí la personalidad de Draco Malfoy. La niña de la que hablo al principio se le parece, tal vez de un modo un poco menos malévolo y por supuesto con menos poder, pero los dos tienen características similares. Durante un tiempo pensé que aquella niña tenía sembrado dentro algo malvado, del mismo modo que al principio pensé que Draco sería una versión infantil de Voldemort. Sin embargo, lejos de sentirme identificada con Harry tan solo por el antagonismo que tiene con Draco o Voldemort, la niña que estaba leyendo atravéz de mis ojos se vio ante el espejo de Neville Longbottom.
En este instante voy a derrumbar las fronteras que existen entre la realidad y la literatura para analizar la personalidad de los personajes que viven en Harry Potter.

Para poder identificar a un Voldemort en potencia, hace falta tener a la mano un niño resentido por algo. Un niño que ha sufrido una gran pérdida.
El libro "Celos" de Nancy Friday[2] habla acerca de esa pérdida:
La privación de un padre, la muerte de un hermano (...). Cuando somos pequeños, tal pérdida es apocalíptica. Exigimos defensas para protegernos y no volver a sentir semejante dolor. Nos controlamos a nosotros mismos y a otros. Pero no se puede evitar la pérdida. No podemos controlar la ansiedad o la sospecha.
En la serie de libros de J.K. Rowling, dos personajes además de Harry viven pérdidas dramáticas en su infancia: Neville Longbottom y Tom Sorvolo Ryddle. Ambos parecen formar los límites que circundan la personalidad del propio Harry: por un lado tenemos al niño olvidadizo y torpe, por el otro el ser resentido que hace víctimas de su pérdida a toda la comunidad mágica.
Longbottom es el que más me llamó la atención. Sus padres fueron torturados hasta perder la cordura, viven recluidos lejos de su hijo mientras él, sospechoso de ser un Squib, un mago sin magia, trata de complacer a su abuela, una bruja gruñona. ¿Podría ser que a Neville le fuera aplicado algún hechizo para borrar su memoria? Sospecho que este personaje reserva alguna sorpresa más adelante. Si acaso Neville sufriera una pérdida mayor, o algún embrujo, creo que podría ser peligroso. Ha sufrido una pérdida, sin embargo parece que dentro de él hay una pureza que rivaliza con su torpeza. Al contrario de Harry, Neville no parece tener armas para defenderse de los ataques de Draco Malfoy, a menos en él nazca algún tipo de actitud agresiva.

Para un infante, las emociones son cuestión de vida o muerte. Por eso son tan prodigiosos. Cuando la madre —el alimento, ternura, vida— está ausente demasiado tiempo, la ira del infante alcanza instintos asesinos[3]

En ése caso, el resentimiento podría ser explosivo y extenderse a otros personajes, sobre todo a aquellos que lo han agredido.

El caso de Voldemort tiene una variante decisiva en cuanto a la pérdida que sufre. Su padre, Tom Ryddle abandona a la madre preñada cuando se da cuenta que es una bruja.[4] La madre, descendiente de Slytherin muere en el parto y Tom hijo es criado en un orfanato. Más tarde, Voldemort mata al padre y su nueva familia. La pérdida de este personaje es moral. El abandono tiñe esta pérdida y en vez de crecer con una familia, el niño es llevado a un lugar donde será criado sin amor en lo absoluto. Mas Tom Sorvolo no llega a ser un Oliver Twist mágico, debió haber sufrido mayores pérdidas.

Los episodios de pérdida temprana intensifican la vulnerabilidad a nuevas situaciones de perdida.[5]

Los detalles de la vida pasada de Voldemort aclaran un poco su crecimiento como personaje maligno y su posterior caída, sin embargo, Rowling aún no aclara qué es lo que termina por pervertir a Tom Ryddle. Sabemos que sufrió pérdida y abandono, mas aún no sabemos qué clase de abuso pudo haber sufrido dentro del orfanato. Su desprecio hacia los Muggles nació del odio que sentía por el padre que lo abandonó.

¿Yo, que soy descendiente del mismísimo Salazar Slytherin, por parte de madre? ¿Conservar yo el nombre de un vulgar muggle que me abandonó antes que yo naciera (...) No, Harry. Me di un nuevo nombre, un nombre que sabía que un día temerían pronunciar todos los magos, ¡cuando yo llegara a ser el hechicero más grande del mundo![6]

Hay en este párrafo que revela parte de la personalidad de Voldemort. Por un lado, literalmente desprecia el nombre de su padre y por el otro, no se deshace del todo de ese nombre, sólo lo modifica. ¿Es acaso un recordatorio de su origen? O sólo un juego de palabras de Rowling.
¿Qué es lo que hace de Voldemort un ser totalmente maligno? Su origen también coincide con el de Harry:

Existe una extraña afinidad entre nosotros, Harry Potter. Incluso tú lo habrás notado. Los dos somos de sangre mezclada, los dos huérfanos, los dos criados por muggles. Tal vez somos los dos únicos hablantes de pársel que ha habido en Hogwarts después de Slytherin. Incluso nos parecemos físicamente...

Esa afinidad es una de las cosas a las que Harry más teme. Desde un principio existe para él la posibilidad de ser seleccionado para la casa de Slytherin. Él, que en su corazón guarda la mayor característica de un miembro de Gryffindor, el valor, no se concibe a sí mismo como un mago oscuro.
La oscuridad fue la que le arrebató a sus padres y lo obligó a vivir en Privet Drive 4 con los Dursley. No quiere ser parte de esa oscuridad por que le es terrorífica y eso es lo que le hace ser heroico. En el caso de Voldemort, es la maldad del rechazo y la orfandad lo que lo convierte al lado oscuro, mas no intuye que esa maldad forme parte de las artes negras y mide al mundo con la vara con la que fue medido.
Tanto Harry como Voldemort transforman su ser en su visión de perfección. Ambos quieren controlar su interior del mismo modo que lo externo. Los dos son paranoicos gracias a ese control que tratan de llevar, sin embargo la paranoia de ambos se expresa de distintas maneras. Harry no confía en los adultos del todo, aunque no le molestan los castigos al haber sido castigado constantemente en la alacena de Privet Drive, le aterra y entristece la posibilidad de ser expulsado de Hogwarts. Su modo de protección es a veces contradictorio, hace travesuras por que es una persona activa que detesta estar amarrado. Sin embargo parece que los problemas lo persiguen y ante la posibilidad de verse arrancado de su hogar: Hogwarts, busca siempre la verdad que siempre lo salvará, se sabe justo y sabe que su razón es la justa. Al principio desconfía de todos los adultos, pero es en el segundo libro cuando reconoce su absoluta lealtad a Dumbledore y es ayudado por Fawkes y la espada de Godric Gryffindor.
Voldemort elige protegerse por medio de sus aliados, quiere dominar a todos para que ellos no solo le obedezcan, sino que también le rindan pleitesía.
El poder que se expresa por medio de usos religiosos no requiere de magia alguna. Ese poder se obtiene por medio del miedo, lo cual pude observarse en los regímenes autoritarios actuales o pasados.
Voldemort obtiene su poder por el miedo, y su carisma por medio del personaje que ha creado para sí mismo. La comunidad mágica le teme incluso su nombre, Quien-tú-sabes, El-que-no-debe-ser-nombrado, El-señor-oscuro. Todos esos sobre nombres son de aquellos que han formado una imagen terrorífica y no dudo que en el mundo real, este tipo de motes hayan sido dados a grandes tiranos por sus mismos seguidores.
Por lo general, debido al miedo a los crímenes que Voldemort comete bajo su periodo de poder, la opinión publica de la comunidad mágica está consciente de la existencia de su maldad, pero bajo el encanto de su carisma, contribuyen a falsear la percepción de esa maldad y por lo tanto le dan más poder del que tiene.
Voldemort no solo persigue la venganza contra los muggles, sino también mata a todos los que se le interpongan.
Sólo un agudo resentimiento hacia los muggles, provocado por los Dursley, podría hacer que Harry volcara su energía a la venganza, sin embargo él, que posee una personalidad heroica, no puede mas que estallar de rabia de vez en cuando; como cuando por accidente convierte a la tía Marge en un globo humano. Al contrario que Voldemort, Harry parece amar profundamente al mundo mágico, representado por Hogwarts, nunca haría algo que pusiera en peligro a su verdadera familia. Debe de haber sucedido un rechazo, algún punto discordante entre el mundo mágico y Tom Ryddle, si no, no concentraría tanto su energía en querer controlarlo.
A Harry no le ocurre eso, así que continúa defendiendo a los que ama.
Además hay un punto que Dumbledore hace notar en cuanto a las diferencias entre Harry y Voldemort:

Escúchame, Harry. Resulta que tú tienes muchas de las cualidades que Slytherin apreciaba en sus alumnos, que eran cuidadosamente escogidos: su propio y rarísimo don, la lengua pársel... Inventiva... determinación... un cierto desdén por las normas (...) Pero aún así, el sombrero te colocó en Gryffindor. Y tú sabes por qué. Piensa.
—Me colocó en Gryffindor —dijo Harry con voz de derrota —Solamente por que yo le pedí no ir a Slytherin...
—Exacto —Dijo Dumbledore, volviendo a sonreír. —Eso es lo que te diferencia de Tom Ryddle. Son nuestras elecciones, Harry, las que las que muestran lo que somos, mucho más que nuestras habilidades.
[7]

Tanto en el mundo mágico como en el real, todos podemos sentir las cualidades heroicas de Harry. Es un campeón que reúne en sí la valentía, la lealtad y el amor a su gente. Su natural curiosidad y rebeldía forman parte de su carisma, ambas son características que posee y que no ha construido él mismo.
Es por eso que no hace falta pensar en la casualidad cuando su nombre es introducido furtivamente en el Cáliz de fuego[8]. Todos presienten que él es una especie de elegido y con ello despierta aprensión por parte de los adultos y envidia o admiración por parte de sus compañeros de clase, sobre todo envidia, especialmente por parte de Draco Malfoy.
El único adulto que no sufre de aprensión hacia Harry es Dumbledore, quien dotado de una especial sabiduría, reconoce que el chico no podrá ser derrotado fácilmente. Dumbledore es el personaje más intrigante de todos. Si bien Voldemort le teme, no sabemos aún a qué se deba ese temor. Dumbledore no es una figura paterna para Harry[9], sino un aliado; el único que sabe todo acerca de él y va dando esos detalles a cuenta gotas conforme Harry va creciendo. Dumbledore es un excelente administrador de revelaciones, sabe los puntos débiles de Voldemort y Harry además de las historias de todos los aliados: Hermione, Ron, Hagrid y otros.

No dudo que Dumbledore haya localizado en Ryddle al Voldemort que guardaba en su interior, es por eso que cuida no solo de Harry, sino de Neville Longbottom y de un modo u otro de Draco Malfoy, quien aún a pesar de no poseer todas las características del héroe/tirano, tiene una poderosa envidia y desprecio, que en el universo mágico forman parte de todo lo que es oscuro. Supongo que es por eso que permanece en Hogwarts en vez de dedicarse a cazar magos malignos como un auror.
En la educación radica la formación de todo ser humano, eso es importante. La gran tragedia de Hagrid es haber sido expulsado de Hogwarts, sin embargo permanece dentro del castillo por petición de Dumbledore.
La importancia de Hogwarts radica en la similitud que tiene con el resto del mundo mágico, del mismo modo que la Escuela es un espejo de la sociedad actual, con sus defectos y virtudes. En la escuela radican todos los modelos sociales y todas las distintas personalidades a las cuales un niño se enfrentará cuando salga de ella.
Consciente de ese poder, Dumbledore debe ser una figura no sólo autoritaria, sino sabia.
No sólo en la personalidad y las circunstancias radican las cualidades de un héroe o un tirano. En un mundo ideal, todos pasamos por la escuela alguna vez y si tenemos suerte, es en la escuela donde hacemos las elecciones más importantes de la vida. Se descubren en ella la vocación, las aptitudes y los amores.

Recuerdo a aquella niña que me amedrentaba. La escuela en ese entonces era lo más importante. De no ser por su rechazo, yo no me hubiera encerrado en un mundo de fantasía, sin embargo, de no ser por la escuela, no hubiera descubierto en mí el gusto por las letras. Mi maestro de literatura de aquellos años me motivó a escribir al ver que estaba sumida en mis pensamientos "escribir te puede ayudar mucho" me dijo una vez que estuve a punto de estallar. Los amigos que allí hice sufrieron mis primeros cuentos y me ayudaron a mejorarlos.
La escuela me salvó del miedo, que es el elemento principal de las artes oscuras.
El infierno que se vive cuando uno es adolescente pasa pronto, sobre todo si hay en el camino personas que se toman el tiempo para observar esos cambios. Harry es afortunado pues está en una escuela que además ama como si fuera su hogar, además, tiene amigos entrañables que son tan valientes como él. Adultos que no solo lo protegen sino que conscientes de su juventud, lo tratan como una persona: Sirius Black que es como una luz rebelde que busca la verdad, así como Harry y Dumbledore, que prefiere educar antes que esperar a que niños con pasados tormentosos se vuelvan contra el mundo mágico.

La serie de libros sobre Harry Potter, saltan de la ficción a la realidad por que están vivos. Todos nos identificamos con las historias o los personajes por que rebasan lo fantástico y se enfocan en la condición humana desde la formación en la adolescencia. Reflejan el proceso de desarrollo de los niños dentro de la escuela y revelan poco a poco, por medio de la eterna batalla del bien contra el mal, cómo es que podemos encontrar dentro de nosotros las características del héroe, así como las del villano.

Cristina Alvarado
Mexico, DF. Otono de 2002
NOTAS.

[1] Op cit: pag. 14. Ed. Verdehalago. México.
[2] Op cit. 453 Pp. Editado en español por Lasser Press mexicana. 1989, México, D.F. Pag 57
[3] Celos. Pag: 61
[4] Lo cual me recuerda la comedia: "Bewitched", donde el marido de Samantha la bruja, temeroso del poder de su mujer, le prohibe el uso de la magia. La diferencia es que él no la abandona. El temor a la magia parece algo general en la cultura anglosajona incluso en EUA y bajo la sombra de Hollywood.
[5] Celos. Pag: 62
[6] Harry Potter y la cámara secreta. Pag: 264.
[7] Op cit: Pag. 280
[8] "El cáliz de fuego" cuarto libro de la serie. A pesar de que los tres campeones del torneo de los tres magos ya habían sido elegidos, el cáliz, mágicamente sabio, escoge el nombre de Harry Potter.
[9] Harry ha recibido una imagen de su padre muy fuerte, sabe que fue valiente e intuye que su sacrificio no fue en vano. La imagen que tiene es ideal, sin embargo poderosa como defensa, tanto emocional como mágica. Esa defensa la obtiene también de su madre quien lo salva de morir. Parte de la trama de la historia es ir revelando poco a poco cómo es que Harry recupera el amor por sus padres y su propia historia personal bajo el recuerdo de ellos.

Ya no hay gringotas

Ya no hay gringotas.
O de cómo mis complejos se han ido cambiando de lugar.

Una de las cosas que más me sorprendió de esta visita, es que ya no hay gringotas.
Es decir.
Para ser mexicana, me defiendo con el asunto de la estatura; estoy apenas un centímetro arriba de la estatura femenina promedio en el país.
Esto me saca de apuros en los peseros, sin embargo me traumatizo un poco durante la pubertad. Mi primer novio en la primaria apenas me llegaba a la altura de los ojos, desatando chistes crueles que entre otras cosas, motivaron la triste primera ruptura amorosa. Situaciones como esa dejaron de repetirse, ya que una hepatitis llegada justo el último año de mi adolescencia le dio al traste a mi desarrollo y me quede en un metro con sesenta y un centímetros de altura y un peso promedio de cincuenta y tres kilos.

Mi estatura no seria problema en México si el PIB (Producto Interno Bruto) me pelara en fiestas, reunioncillas, patios de escuela, parques, antros o cafés de moda y demás sitios donde todo mundo liga.

Sea karma o de plano alguna triquinuela del subconsciente, pero los únicos brutos que me pelan, son extranjeros o hijos de extranjeros.
Esta situación me transformó automáticamente en la “novia de bolsillo” de los cuantos que (no al mismo tiempo) tuvieron la fortuna de conocerme.

Ahora bien: de toda la bola de noviecitos que he tenido, dos y medio son norteamericanos. Lo cual ha despertado sospecha de malinchismo; aun cuando he salido, sin motivar comentario alguno con respecto a mi aparente preferencia, con españoles, argentinos, uruguayos, italianos; un boliviano y un francés que esta muy orgulloso de ser además, mitad ucraniano.

-Pinche china, tú no aprendes-. Me dijo un día el Pollo cuando anuncié que estaba saliendo, de nuevo, con un norteamericano.

Repito: no son, ni tarugadas malinchistas, ni un gusto en particular por los norteamericanos, ni que me guste el idioma Ingles (el cual me caía en la punta del hígado cuando tuve que aprenderlo a punta de ceros y seises gracias a la Miss Clementina y que ahora me cae simpático gracias a Borges, Marvel Comics y David Sedaris)

El Ingles acabo por convertirse en mi segunda lengua gracias a que he hecho 4 viajes al país del norte y uno a Hong Kong.

La primera vez tenia apenas 13 años y ya me sentía muy grandota. Como dije, la mayor parte de mis conquistas pre púberes eran al menos diez centímetros mas chaparros que yo. Aun así, no iba en plan de ligue, aunque ya tenía las hormonas en su lugar y más o menos estrenadas con Miguel, mi ex novio mitad norte americano; de allí eso de “dos y medio norteamericanos”. (Aclaro que no fue mi primer novio, el primero fue –a lo mejor no lo supo o no se acuerda- Jorge Wong, quien a juzgar por el apellido, es mitad o al menos un trozo, chino.)

Lo primero que me sorprendió fue el enorme tamaño de las chicas de mi edad y sus tremendos bustos bajo las ropas adolescentes. Yo no usaba ni siquiera brassiere de entrenamiento. ¡Es más! A la entrada de Disneylandia, me dieron un pase infantil (Valido para niños de 0 a 9 anos) y hasta me regalaron un reloj de pulso con todo y su Mikey Mouse. Indignada, pero satisfecha con el regalo, me seguí como si nada durante mi estancia en la tierra donde nacen los sueños y disfruté más que las escuinclas chichonas cuanto juego infantil se me topo enfrente, ya que mi estatura siempre me abrió las puertas.
Me divertí como enana…
Días más tarde me sorprendí aun más cuando, a pesar de no poseer los atributos supra normales de las chicas de mi edad, lo primero que me sucedió al llegar a San Francisco, fue que un mugroso viejo rabo verde, sospecho que italiano a juzgar por su acento, me pego la primera torteada de mi vida justo sobre Powell Street, a las afueras del Barrio Chino.

Nunca jamás, en todos mis años en la ciudad de México, un sólo viejo cochino ha siquiera intentado acercarse a mi, menos aun meter mano en salva sea la parte. Es más, apenas hace unos cinco años, me han comenzado a llover peladeces.

A partir de entonces, me di cuenta que mis huesitos llaman la atención de los extranjeros, a medias o de adeveras; a pesar de parecer más joven –Y de ser, por supuesto mucho mas chaparra y flaca- que el resto de las mujeres que conviven con estos sujetos en sus países de origen.

Doce años más tarde, de nuevo tuve la sensación de estar fuera de lugar o por lo menos de altura.
Al llegar con Fulano a Tucson y más tarde a Oregon y Washington, la enorme estatura de la mayor parte de las mujeres allí, me dejo súper acomplejada.

Mi cabeza quedaba invariablemente a la altura de los sobacos de medio mundo. Aunque afortunadamente, si hay humanos sangrones para eso de la limpieza corporal, esos somos los americanos –Americanos como en “Todos los de este Continente”- O sea, desde Alaska hasta la Patagonia.

Además de permanecer invariablemente tapada del huesito hasta la nariz debido al frío; más que una “exótica novia latina”, parecía una almohada con patas.

Por primera vez en mi vida, me di cuenta que la adolescencia no me había tratado tan bien como a las muchachas tanto de Tucsón como de Oregon, sino que aun a pesar de mis complejotes y mi busto 34 B y mis patas flacas, (que no se notaban bajo los chamarrones, claro esta) nunca tuve problema en caer simpática y aun más, dejar a mi paso una buena bola de piropos.

Ellas me dejaban acomplejada y ellos me hacían preguntar qué tienen de malo las mujeres norteamericanas que tanta labia provocan entre mis compatriotas.
Jamás escuche a un norteamericano decir: “grandota aunque me pegue” o “güera, si me muero ¿quién te encuera?”

Estas son las ideas con las que me quede, sin comprobar o rechazar; por acomplejada, en ese viaje:

A los mexicanos les gustan rubias y grandotas a secas. (La palabra “aunque”, en el consabido piropo, aclara que si a uno le gustan las guerotas grandotas, poco importa o no queda más remedio que dejarse maltratar.)
A los norteamericanos no les gusta que les peguen.
A los norteamericanos no les da por aprender piropos mexicanos.
A ambos les gusta, por puro instinto humano, el sabor de lo exótico.
O de plano, a los norteamericanos les gustan las mujeres delgadas, morenas y chaparritas que no se parecen, para nada a sus paisanas.

Al ser mas alta que la mayor parte de mis amigas y parientes, la estatura no representaba para mi un tema de conversación habitual, y menos un tema digno de ser revisado; pero una segunda visita con Fulano a sus tierras, además de aburrida, resultó poco productiva para mi –históricamente asumida- falta de autoestima. Después me di cuenta, al pasar el tiempo –y las infidelidades de Fulano - que este no era sino, lo que Heath llama, un “Sexual Refugie” (Refugiado Sexual) Como sus compatriotas no lo pelan (o si lo pelan no lo sé), se va de viaje al tercer mundo, donde su appeal, resulta de verdad sex appeal.

En esta, mi cuarta visita a los Estados Unidos, fue que note un cambio muy particular; para decepción de todos los que dicen “gringos no, gringas si”.

Ya no hay guerotas.

No se si se debe a que en California, y particularmente en la zona de la bahía de San Francisco, hay una gran multitud de personas que se niega a permanecer amarradas a un solo gueto. El mestizaje es mas común entre los locos californianos y gracias a sepa que dios, si de chile, mole o de manteca; la gente parece mas alivianada –y ocupada- que los compadres de Oregon, Arizona y Washington.

A lo mejor es cosa de irse moviendo al norte o al este, para que la gente comience a alargarse y decolorarse, cosa que lo dudo a juzgar por el tamaño tan alto, como siempre, de los hombres, gueros o del color que se antoje que hay en toda California.

Con piropos o al menos miradillas veladas gracias a que voy acompañada, sigo sin tener problemas para llamar la atención en Estados Unidos, pero en esta ocasión, mi estatura, o aun, mi talla, no parece de Liliput.

Cosa de Karma, tal vez; Heath es parte italiano (por aquello del viejo cochino que me torteo hace 18 años en esta misma ciudad) Aunque en aquel entonces, Heath era un jovencito –casado, ¡que bruto!- pero jovencito; que para nada andaba por allí agarrándole el culo a inocentes y flacuchas niñas de trece años.

Cuando lo conocí en México, tenía el pelo castaño; pero al contacto con el sol de California, hasta las pestañas se le han ido aclarando. A veces lo miro y le digo: “Disculpe, ¿ha visto a mi novio? Es un joven muy parecido a usted, pero castaño”.
Esta broma racista le cae en pandorga.

Casi todas las mujeres que he conocido, son del mismo vuelo que yo. Centímetros más, centímetros menos. Con excepción de Z, que es un mujeron creo que más alta que su propio marido, y que sospecho, su sangre tiene un mucho de Europa del Este: muy al norte y muy a este.

De esta visita, hasta ahora; no he tenido tiempo de aburrirme como me ocurrió en la visita anterior. Y mi auto estima, asumida –ya se sabe- pero restaurada, esta más conforme con esta otredad californiana.

Ya no hay guerotas. Bueno, si las hay, pero las que me acomplejaban desaparecieron junto a mis pendejadas.
Como en todo, la idea es mantener a la vista los errores de carácter que provoquen comentarios racistas como “Ya no hay guerotas…” y, como el Pollo, repetirme de vez en cuando: “Pinche China, tú no aprendes”.

Cristina Alvarado
Mayo de 2006
Orinda, California

La Fabula sobre la Especie Humana

La fábula sobre la especie humana.

Había una vez un planeta a unos treinta planetas del nuestro llamado Turg, lo cual quiere decir "Tierra" en turgiano. En el planeta de Turg, todos eran exactamente iguales, no solo en apariencia sino en espíritu.
El encuentro con la gran diversidad contenida en el "Planeta Tierra" vecino les pareció sorprendente y acaso inexplicable; sobre todo cuando decidieron separar y clasificar a los humanos.

Primero lo hicieron en sexos; lo cual provocó una larga cadena de protestas por parte de las dos poblaciones escindidas, más tarde tuvieron que hacer nuevas separaciones al descubrir que algunos humanos no parecían disconformes y algunos presentaban tantas características del grupo contrario que fue necesario separarlos de nuevo.
Los turgianos descubrieron el tamaño de las narices de los humanos, las formas variadas de sus rostros, y por medio de sus computadoras decidieron clasificar a los humanos por tamaños y forma de rostro, de esa manera podrían hacer una selección diferenciada más ordenada, pero bajo tal observación los turgianos descubrieron las gamas de color que iban del café más profundo al rosa más pálido en las pieles de los terrícolas.
La separación por valores tonales fue el paso siguiente en la clasificación de los humanos.
Pero de nuevo surgieron disconformidades ya que algunos de estos humanos se negaban a estar junto a gente de su mismo color, mientras que otros se negaban a aceptar que sus colores eran los mismos que los colores de otras razas. "¿Razas?" Se preguntaron los Turgianos. "Sí, Razas"; respondió orgulloso el líder de una iglesia terrestre.
Los turgianos como el mismo ser que juntos eran, separaron al humano de entre los otros de su mismo color. "Explícanos esa cosa que dices" y el hombre así lo hizo, de tal suerte que pronto los humanos estaban divididos no solo por colores sino por razas, y bajo la supervisión del Líder de la Iglesia, pronto fueron separados por creencia.

Lejos de comprender la diversidad, los turgianos cada vez comprendían menos los procesos de los humanos, hasta que otro humano más, uno sensible, que cubría su rostro horrorizado ante los curiosos visitantes gritó con voz entrecortada: "Es el alma, ¡el Alma la que nos hace diferentes unos de otros!".
Los turgianos, que siempre fueron un solo científico, jamás comprendieron la docilidad de los humanos al ser separados en este paso, todos al unísono coincidieron en que habían hecho su descubrimiento en un tiempo en que los terrícolas, incapaces de comprender sus propias diferencias ya estaban separándose de su planeta, creando uno para ellos mismos.
Los turgianos creyeron que esa Tierra individual era el Alma. Así que en un intento más separaron a los hombres uno cada uno, en distintas cajas incomunicadas unas de otras. Cada caja contenía todo lo que cada alma individual pedía; comida nutritiva, imágenes siempre variadas, cientos de distintas simulaciones electrónicas que satisficieran todas las necesidades físicas de esas almas.
Los terrícolas vivieron dentro de lo que siempre consideraron El Mundo Ideal. "Ahora nadie va a molestarme", chirrió una vocesita humana desde una de las cajas.

Una vez separados, los Turgianos pudieron determinar su clasificación... por cajas. Cada caja era del mismo color que la otra y cada una contenía dentro de sí a un humano. Juntas, dentro de una singular moda, la especie humana contaba en ese entonces con 123,000,000,000,000. Individuos, Todos exactamente iguales.

Basta decir, como final de esta historia, que fueron los turgianos los únicos testigos, sino es que aceleradores, del fin de una singular especie.

Cristina Alvarado

A punto de ser primavera.
01-marzo-2001