A veces escribo. A veces nomas me da por moler

A veces escribo. A veces, nomas me da por moler.

lunes, 28 de julio de 2008

Para detectar a un Voldemort en potencia

Para detectar a un Voldemort en potencia



¿Es sólo un accidente que los sonidos humanos ordinarios
para ordenar silencio o para llamar la atención, perezcan
en forma extraña, imitaciones del silbido de los reptiles?


Carl Sagan, The Dragons of Eden.


Lamento un poco iniciar este texto con una experiencia personal, sin embargo considero importante acudir a esa experiencia; sobre todo si es un adulto el que lee a Harry Potter por primera vez.
Cuando leí a Harry, me instalé en el mundo de la fantasía sin dejar de pensar como adulto; me enojaba cada vez que Harry omitía algo a Dumbledore o cuando mostraba su inmadurez emocional.
Me detuve a tiempo y comencé la lectura de nuevo, esta vez bajo la mirada que tenía a los once años.

Constantemente estamos sometidos al rechazo. Sobre todo en la adolescencia cuando la necesidad de pertenecer a un grupo es una parte importante del desarrollo. El adolescente, de por sí, intuye que no es "normal" que algo está cambiando constantemente en su interior y que nadie podrá comprender ese cambio. El adolescente se intuye como un ser único.

Recordé mis años en la secundaria. Había una niña rubia, muy bonita y líder del grupo que, desde mi punto de vista adolescente, parecía haber nacido sólo para amedrentar a aquellos que fueran distintos a ella. Sus agresiones nunca fueron motivo de castigo pues su madrina era la directora de la escuela y su madre una de las profesoras; además de que en esa escuela, no se aplicaban castigos así nomás.
No era una mala persona, pero parecía guardar un especial desprecio por los que no eran de su clase social o incluso aquellos que parecían indígenas.

Nació entre ella y yo una enemistad profunda, las bromas pesadas que ella me aplicaba eran correspondidas con una feroz implosión de mi parte. Me aterraba reaccionar en lo externo y terminé encerrándome en mi propio mundo. Agredía en silencio, guardando un gran resentimiento hacia ella o cualquiera que fuera como ella.
Teníamos al grupo dividido en dos: yo pertenecía al grupo de "nerds": el llorón, la gordita, el geniecillo matemático, la rara, etcetera; Y la que ya para entonces era mi enemiga jurada era la líder del grupo de niños bien y los que eran golpeadores de nacimiento. La situación cambió en el momento espantoso en que, en un accidente automovilístico murieron sus padres. Durante una larga temporada guardé un fuerte sentimiento de culpa ya que yo odiaba con todo mi ser a esa niña. Meses de psicoanálisis me ayudaron a sacar ese sentimiento. Sin embargo mi pequeña enemiga no ayudaba, las bromas pesadas se recrudecieron y el grupo que tiempo antes ella lideraba se fue apartando, en parte cansados de soportar a una líder que se estaba volviendo más agresiva incluso contra sus seguidores. Nadie en el grupo podía comprender por qué luego de haber sufrido una perdida tan grande ella se hacía más despectiva y menos dócil. Esta niña fue cambiada a otra escuela porque era demasiado cruel que siguiera en el mismo lugar donde la presencia de sus padres era muy fuerte.

Fue entonces que el grupo entero pudo unirse por primera vez. Todos teníamos alrededor de catorce años cuando terminó nuestro segundo año de secundaria. Siempre tuve la sensación de que esa niña estaba resentida con el mundo por haber perdido a sus padres. Ignoro qué será de ella ahora.

Si me hubiera topado con Harry Potter en esos años...

La conciencia entre lo real y lo imaginado durante la adolescencia ya está mas desarrollada que en los primeros años de vida. Así que, al hacer la lectura de un libro fantástico, esas barreras caen momentáneamente, sobre todo si el mundo externo es tan crudo como el literario. No me sorprende encontrar adultos hechos y derechos enfrascados en juegos de carácter anímico como “Dungeons & Dragons” o “Vampire”.
Dentro del libro "Sintaxis del Vampiro", Vicente Quirarte hace referencia al libro que forma parte de la mitología de "Vampire":
"Para decirlo claramente, los vampiros no son reales. La creciente afirmación sobre su existencia se halla en función de lo que pueden enseñarnos sobre la condición humana y sobre la fragilidad y esplendor de lo que llamamos la vida"[1]

Los personajes de J.K. Rowling, al igual que los vampiros, son totalmente tridimensionales; cada uno de ellos tienen personalidades bien formadas y antecedentes que respaldan esa personalidad que se va desarrollando poco a poco y de manera vertiginosa gracias a su juventud.

Mas no se puede adivinar qué hubiera pasado con mi desarrollo de haber llegado a esa edad a la literatura fantástica, pasé de "Mujercitas" a "El amor en los tiempos del cólera" sin ningún problema y abandoné por completo las lecturas para jóvenes. Transformé el antagonismo que sentía por niñas clasistas como la que hizo miserable los dos primeros años de la secundaria y me volqué al trabajo comunitario. Desde entonces hasta hace poco, me involucré en todas las actividades que podrían hacer una diferencia: alfabetización en comunidades indígenas, trabajo comunitario, actividades con el CEU y con un grupo de apoyo a Cuba. No sé que pasó con esa niña que desde muy temprano despertó en mi una fuerte conciencia de clase y la motivación por aliarme con los más desprotegidos.

Fue durante la segunda lectura de "Harry Potter y la piedra filosofal" que descubrí la personalidad de Draco Malfoy. La niña de la que hablo al principio se le parece, tal vez de un modo un poco menos malévolo y por supuesto con menos poder, pero los dos tienen características similares. Durante un tiempo pensé que aquella niña tenía sembrado dentro algo malvado, del mismo modo que al principio pensé que Draco sería una versión infantil de Voldemort. Sin embargo, lejos de sentirme identificada con Harry tan solo por el antagonismo que tiene con Draco o Voldemort, la niña que estaba leyendo atravéz de mis ojos se vio ante el espejo de Neville Longbottom.
En este instante voy a derrumbar las fronteras que existen entre la realidad y la literatura para analizar la personalidad de los personajes que viven en Harry Potter.

Para poder identificar a un Voldemort en potencia, hace falta tener a la mano un niño resentido por algo. Un niño que ha sufrido una gran pérdida.
El libro "Celos" de Nancy Friday[2] habla acerca de esa pérdida:
La privación de un padre, la muerte de un hermano (...). Cuando somos pequeños, tal pérdida es apocalíptica. Exigimos defensas para protegernos y no volver a sentir semejante dolor. Nos controlamos a nosotros mismos y a otros. Pero no se puede evitar la pérdida. No podemos controlar la ansiedad o la sospecha.
En la serie de libros de J.K. Rowling, dos personajes además de Harry viven pérdidas dramáticas en su infancia: Neville Longbottom y Tom Sorvolo Ryddle. Ambos parecen formar los límites que circundan la personalidad del propio Harry: por un lado tenemos al niño olvidadizo y torpe, por el otro el ser resentido que hace víctimas de su pérdida a toda la comunidad mágica.
Longbottom es el que más me llamó la atención. Sus padres fueron torturados hasta perder la cordura, viven recluidos lejos de su hijo mientras él, sospechoso de ser un Squib, un mago sin magia, trata de complacer a su abuela, una bruja gruñona. ¿Podría ser que a Neville le fuera aplicado algún hechizo para borrar su memoria? Sospecho que este personaje reserva alguna sorpresa más adelante. Si acaso Neville sufriera una pérdida mayor, o algún embrujo, creo que podría ser peligroso. Ha sufrido una pérdida, sin embargo parece que dentro de él hay una pureza que rivaliza con su torpeza. Al contrario de Harry, Neville no parece tener armas para defenderse de los ataques de Draco Malfoy, a menos en él nazca algún tipo de actitud agresiva.

Para un infante, las emociones son cuestión de vida o muerte. Por eso son tan prodigiosos. Cuando la madre —el alimento, ternura, vida— está ausente demasiado tiempo, la ira del infante alcanza instintos asesinos[3]

En ése caso, el resentimiento podría ser explosivo y extenderse a otros personajes, sobre todo a aquellos que lo han agredido.

El caso de Voldemort tiene una variante decisiva en cuanto a la pérdida que sufre. Su padre, Tom Ryddle abandona a la madre preñada cuando se da cuenta que es una bruja.[4] La madre, descendiente de Slytherin muere en el parto y Tom hijo es criado en un orfanato. Más tarde, Voldemort mata al padre y su nueva familia. La pérdida de este personaje es moral. El abandono tiñe esta pérdida y en vez de crecer con una familia, el niño es llevado a un lugar donde será criado sin amor en lo absoluto. Mas Tom Sorvolo no llega a ser un Oliver Twist mágico, debió haber sufrido mayores pérdidas.

Los episodios de pérdida temprana intensifican la vulnerabilidad a nuevas situaciones de perdida.[5]

Los detalles de la vida pasada de Voldemort aclaran un poco su crecimiento como personaje maligno y su posterior caída, sin embargo, Rowling aún no aclara qué es lo que termina por pervertir a Tom Ryddle. Sabemos que sufrió pérdida y abandono, mas aún no sabemos qué clase de abuso pudo haber sufrido dentro del orfanato. Su desprecio hacia los Muggles nació del odio que sentía por el padre que lo abandonó.

¿Yo, que soy descendiente del mismísimo Salazar Slytherin, por parte de madre? ¿Conservar yo el nombre de un vulgar muggle que me abandonó antes que yo naciera (...) No, Harry. Me di un nuevo nombre, un nombre que sabía que un día temerían pronunciar todos los magos, ¡cuando yo llegara a ser el hechicero más grande del mundo![6]

Hay en este párrafo que revela parte de la personalidad de Voldemort. Por un lado, literalmente desprecia el nombre de su padre y por el otro, no se deshace del todo de ese nombre, sólo lo modifica. ¿Es acaso un recordatorio de su origen? O sólo un juego de palabras de Rowling.
¿Qué es lo que hace de Voldemort un ser totalmente maligno? Su origen también coincide con el de Harry:

Existe una extraña afinidad entre nosotros, Harry Potter. Incluso tú lo habrás notado. Los dos somos de sangre mezclada, los dos huérfanos, los dos criados por muggles. Tal vez somos los dos únicos hablantes de pársel que ha habido en Hogwarts después de Slytherin. Incluso nos parecemos físicamente...

Esa afinidad es una de las cosas a las que Harry más teme. Desde un principio existe para él la posibilidad de ser seleccionado para la casa de Slytherin. Él, que en su corazón guarda la mayor característica de un miembro de Gryffindor, el valor, no se concibe a sí mismo como un mago oscuro.
La oscuridad fue la que le arrebató a sus padres y lo obligó a vivir en Privet Drive 4 con los Dursley. No quiere ser parte de esa oscuridad por que le es terrorífica y eso es lo que le hace ser heroico. En el caso de Voldemort, es la maldad del rechazo y la orfandad lo que lo convierte al lado oscuro, mas no intuye que esa maldad forme parte de las artes negras y mide al mundo con la vara con la que fue medido.
Tanto Harry como Voldemort transforman su ser en su visión de perfección. Ambos quieren controlar su interior del mismo modo que lo externo. Los dos son paranoicos gracias a ese control que tratan de llevar, sin embargo la paranoia de ambos se expresa de distintas maneras. Harry no confía en los adultos del todo, aunque no le molestan los castigos al haber sido castigado constantemente en la alacena de Privet Drive, le aterra y entristece la posibilidad de ser expulsado de Hogwarts. Su modo de protección es a veces contradictorio, hace travesuras por que es una persona activa que detesta estar amarrado. Sin embargo parece que los problemas lo persiguen y ante la posibilidad de verse arrancado de su hogar: Hogwarts, busca siempre la verdad que siempre lo salvará, se sabe justo y sabe que su razón es la justa. Al principio desconfía de todos los adultos, pero es en el segundo libro cuando reconoce su absoluta lealtad a Dumbledore y es ayudado por Fawkes y la espada de Godric Gryffindor.
Voldemort elige protegerse por medio de sus aliados, quiere dominar a todos para que ellos no solo le obedezcan, sino que también le rindan pleitesía.
El poder que se expresa por medio de usos religiosos no requiere de magia alguna. Ese poder se obtiene por medio del miedo, lo cual pude observarse en los regímenes autoritarios actuales o pasados.
Voldemort obtiene su poder por el miedo, y su carisma por medio del personaje que ha creado para sí mismo. La comunidad mágica le teme incluso su nombre, Quien-tú-sabes, El-que-no-debe-ser-nombrado, El-señor-oscuro. Todos esos sobre nombres son de aquellos que han formado una imagen terrorífica y no dudo que en el mundo real, este tipo de motes hayan sido dados a grandes tiranos por sus mismos seguidores.
Por lo general, debido al miedo a los crímenes que Voldemort comete bajo su periodo de poder, la opinión publica de la comunidad mágica está consciente de la existencia de su maldad, pero bajo el encanto de su carisma, contribuyen a falsear la percepción de esa maldad y por lo tanto le dan más poder del que tiene.
Voldemort no solo persigue la venganza contra los muggles, sino también mata a todos los que se le interpongan.
Sólo un agudo resentimiento hacia los muggles, provocado por los Dursley, podría hacer que Harry volcara su energía a la venganza, sin embargo él, que posee una personalidad heroica, no puede mas que estallar de rabia de vez en cuando; como cuando por accidente convierte a la tía Marge en un globo humano. Al contrario que Voldemort, Harry parece amar profundamente al mundo mágico, representado por Hogwarts, nunca haría algo que pusiera en peligro a su verdadera familia. Debe de haber sucedido un rechazo, algún punto discordante entre el mundo mágico y Tom Ryddle, si no, no concentraría tanto su energía en querer controlarlo.
A Harry no le ocurre eso, así que continúa defendiendo a los que ama.
Además hay un punto que Dumbledore hace notar en cuanto a las diferencias entre Harry y Voldemort:

Escúchame, Harry. Resulta que tú tienes muchas de las cualidades que Slytherin apreciaba en sus alumnos, que eran cuidadosamente escogidos: su propio y rarísimo don, la lengua pársel... Inventiva... determinación... un cierto desdén por las normas (...) Pero aún así, el sombrero te colocó en Gryffindor. Y tú sabes por qué. Piensa.
—Me colocó en Gryffindor —dijo Harry con voz de derrota —Solamente por que yo le pedí no ir a Slytherin...
—Exacto —Dijo Dumbledore, volviendo a sonreír. —Eso es lo que te diferencia de Tom Ryddle. Son nuestras elecciones, Harry, las que las que muestran lo que somos, mucho más que nuestras habilidades.
[7]

Tanto en el mundo mágico como en el real, todos podemos sentir las cualidades heroicas de Harry. Es un campeón que reúne en sí la valentía, la lealtad y el amor a su gente. Su natural curiosidad y rebeldía forman parte de su carisma, ambas son características que posee y que no ha construido él mismo.
Es por eso que no hace falta pensar en la casualidad cuando su nombre es introducido furtivamente en el Cáliz de fuego[8]. Todos presienten que él es una especie de elegido y con ello despierta aprensión por parte de los adultos y envidia o admiración por parte de sus compañeros de clase, sobre todo envidia, especialmente por parte de Draco Malfoy.
El único adulto que no sufre de aprensión hacia Harry es Dumbledore, quien dotado de una especial sabiduría, reconoce que el chico no podrá ser derrotado fácilmente. Dumbledore es el personaje más intrigante de todos. Si bien Voldemort le teme, no sabemos aún a qué se deba ese temor. Dumbledore no es una figura paterna para Harry[9], sino un aliado; el único que sabe todo acerca de él y va dando esos detalles a cuenta gotas conforme Harry va creciendo. Dumbledore es un excelente administrador de revelaciones, sabe los puntos débiles de Voldemort y Harry además de las historias de todos los aliados: Hermione, Ron, Hagrid y otros.

No dudo que Dumbledore haya localizado en Ryddle al Voldemort que guardaba en su interior, es por eso que cuida no solo de Harry, sino de Neville Longbottom y de un modo u otro de Draco Malfoy, quien aún a pesar de no poseer todas las características del héroe/tirano, tiene una poderosa envidia y desprecio, que en el universo mágico forman parte de todo lo que es oscuro. Supongo que es por eso que permanece en Hogwarts en vez de dedicarse a cazar magos malignos como un auror.
En la educación radica la formación de todo ser humano, eso es importante. La gran tragedia de Hagrid es haber sido expulsado de Hogwarts, sin embargo permanece dentro del castillo por petición de Dumbledore.
La importancia de Hogwarts radica en la similitud que tiene con el resto del mundo mágico, del mismo modo que la Escuela es un espejo de la sociedad actual, con sus defectos y virtudes. En la escuela radican todos los modelos sociales y todas las distintas personalidades a las cuales un niño se enfrentará cuando salga de ella.
Consciente de ese poder, Dumbledore debe ser una figura no sólo autoritaria, sino sabia.
No sólo en la personalidad y las circunstancias radican las cualidades de un héroe o un tirano. En un mundo ideal, todos pasamos por la escuela alguna vez y si tenemos suerte, es en la escuela donde hacemos las elecciones más importantes de la vida. Se descubren en ella la vocación, las aptitudes y los amores.

Recuerdo a aquella niña que me amedrentaba. La escuela en ese entonces era lo más importante. De no ser por su rechazo, yo no me hubiera encerrado en un mundo de fantasía, sin embargo, de no ser por la escuela, no hubiera descubierto en mí el gusto por las letras. Mi maestro de literatura de aquellos años me motivó a escribir al ver que estaba sumida en mis pensamientos "escribir te puede ayudar mucho" me dijo una vez que estuve a punto de estallar. Los amigos que allí hice sufrieron mis primeros cuentos y me ayudaron a mejorarlos.
La escuela me salvó del miedo, que es el elemento principal de las artes oscuras.
El infierno que se vive cuando uno es adolescente pasa pronto, sobre todo si hay en el camino personas que se toman el tiempo para observar esos cambios. Harry es afortunado pues está en una escuela que además ama como si fuera su hogar, además, tiene amigos entrañables que son tan valientes como él. Adultos que no solo lo protegen sino que conscientes de su juventud, lo tratan como una persona: Sirius Black que es como una luz rebelde que busca la verdad, así como Harry y Dumbledore, que prefiere educar antes que esperar a que niños con pasados tormentosos se vuelvan contra el mundo mágico.

La serie de libros sobre Harry Potter, saltan de la ficción a la realidad por que están vivos. Todos nos identificamos con las historias o los personajes por que rebasan lo fantástico y se enfocan en la condición humana desde la formación en la adolescencia. Reflejan el proceso de desarrollo de los niños dentro de la escuela y revelan poco a poco, por medio de la eterna batalla del bien contra el mal, cómo es que podemos encontrar dentro de nosotros las características del héroe, así como las del villano.

Cristina Alvarado
Mexico, DF. Otono de 2002
NOTAS.

[1] Op cit: pag. 14. Ed. Verdehalago. México.
[2] Op cit. 453 Pp. Editado en español por Lasser Press mexicana. 1989, México, D.F. Pag 57
[3] Celos. Pag: 61
[4] Lo cual me recuerda la comedia: "Bewitched", donde el marido de Samantha la bruja, temeroso del poder de su mujer, le prohibe el uso de la magia. La diferencia es que él no la abandona. El temor a la magia parece algo general en la cultura anglosajona incluso en EUA y bajo la sombra de Hollywood.
[5] Celos. Pag: 62
[6] Harry Potter y la cámara secreta. Pag: 264.
[7] Op cit: Pag. 280
[8] "El cáliz de fuego" cuarto libro de la serie. A pesar de que los tres campeones del torneo de los tres magos ya habían sido elegidos, el cáliz, mágicamente sabio, escoge el nombre de Harry Potter.
[9] Harry ha recibido una imagen de su padre muy fuerte, sabe que fue valiente e intuye que su sacrificio no fue en vano. La imagen que tiene es ideal, sin embargo poderosa como defensa, tanto emocional como mágica. Esa defensa la obtiene también de su madre quien lo salva de morir. Parte de la trama de la historia es ir revelando poco a poco cómo es que Harry recupera el amor por sus padres y su propia historia personal bajo el recuerdo de ellos.

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