A veces escribo. A veces nomas me da por moler

A veces escribo. A veces, nomas me da por moler.

sábado, 14 de abril de 2012

Sobre temblores y Feng Shui, camino a diciembre del 2012


Este es para Deems, geólogo.
Quien tuvo la chingada puntada de morirse cuando más falta nos hace
Y es que él se sabía los pasos de baile de nuestra Pachamama.
Extraño nuestras pláticas sobre ciencia y feng shui, sobre H.D. Thoreau y su nana mexicana.

Duerme tranquilo, amigou.




            Llevo meses sin escribir las predicciones diarias para @Chinaalvarado en Twitter. Sin más excusas, les digo que estoy entre que no tengo tiempo para sentarme a escribir las predicciones y entre que siempre que sale algo de tiempo, me bloqueo. Las Sibilas posmodernas nos tenemos que disfrazar a lo Walter Mercado para que nos paguen algo… por eso estoy siempre en la inopia.

Dejemos atrás esa excusa deleznable.
Coincide que en cuanto dejé de escribir las predicciones diarias, se desató  una cadena de temblores en todos lados, no sólo en México.

De diciembre a la fecha (14 de abril) no ha parado de temblar y por lo menos dos de esa serie de temblores han sido de consideración.

Por esta razón y porque me lo han preguntado ya varias veces, les explicaré cómo funciona el asunto del feng shui y los terremotos.

El feng shui NO ES DISEÑO DE INTERIORES. El feng shui, al menos el que mis maestros me enseñaron, no habla solamente del “arte” de colocar una casa en tal o cual posición o de colocar “curas” para contrarrestar el Shar Chi (mala vibra).
No.

El feng shui que yo practico sirve para identificar y predecir el movimiento de los cinco agentes de nuestro planeta. ¿Se quedaron con cara de juat?
El movimiento de los cinco agentes afecta a cualquier habitante de la tierra y a lo que la naturaleza y los hombres se empeñan en construir.

Voy a suponer por un momento que todos ustedes han estudiado taoísmo, medicina china y que más o menos le agarran la onda. Porque, si me pongo a explicar todo desde el principio, mejor no hago un blog, sino una enciclopedia de Wu-Shu, Feng Shui, Wu Xing, Ba Zi y demás. No puedo sola y me faltan como un chorromil de años de experiencia (y paciencia).

Les quiero explicar nada más algunos aspectos básicos del Feng Shui aplicado al comportamiento de la tierra.

No me gusta usar la palabra “energía”, porque el Chi no es el tipo de energía que intuimos o conocemos.
El Chi es un  AGENTE que es la palabra en castellano que traduce correctamente la palabra. El agente es un movimiento sutil que se comporta igual que distintos eventos evidentes.
Por ejemplo, el agente madera, se comporta igual que un árbol que crece, se mueve al viento y se desarrolla gracias a los agentes agua y tierra. Para otras culturas asiáticas, el agente madera es equivalente al viento a secas.

El ser humano, los animales con quienes compartimos –mal- la casa común; el agua, el aire, los demás gases; todos los minerales, los bioelementos CHONSP; en fin. Los que pululamos en este planeta compartimos esos cinco agentes.

Los agentes recibieron los nombres madera, fuego, tierra, metal y agua, porque los filósofos chinos que analizaron el comportamiento de la naturaleza y el ambiente que les rodeaba, vieron que esos comportamientos se podían explicar por medio de esos ejemplos.
Esa observación empírica, se convirtió en lo que se conoce como Wu Xing, que significa Cinco Agentes, cinco energías, etcétera.

Vamos al grano, como los pollos:
El planeta tierra tiene más agente tierra que ningún otro agente. El agente tierra se comporta igual que la tierra, los minerales, las piedras y por lo tanto, las placas tectónicas, las fallas, los volcanes.
Cuando el agente tierra se vuelve más y más… digamos excesivo, apretado, se vuelve inflexible. Necesita del agente madera para recrearse, para formar más tierra blanda y así dar sustento a la vida. También necesita del agente agua para suavizarse y para circular los minerales pesados que se van aglomerando allí tras siglos de pasar por procesos de alta presión y decantación.

Cada agente tiene un ciclo de aumento y reducción que se repite cada x tiempo. Cuando un agente está en aumento, produce un choque con los demás agentes. No todos los agentes reaccionan igual con la tierra.
El agente agua se “ensucia” con la tierra. El agente madera se sostiene con la tierra. El agente fuego refuerza a la tierra y el agente metal se nutre de la tierra.
Según esta teoría, el agente tierra, ahora excesivo, provoca que el agente metal se nutra y, al igual que una madre, el agente tierra ve cómo el agente metal supera en peso y estatura a quien lo procreó.

Eso es lo que produce el movimiento. Los temblores, según el Wu Xing, claro está.
Si a eso, le sumamos que cuando estos dos agentes crecen, los otros tres agentes también son afectados, sobre todo el agente agua, que en la naturaleza, tiende a rodear a los agentes tierra y metal.
El agua magnifica el comportamiento de los otros dos.

En términos de la medicina tradicional china (MTC) cuando esto ocurre en el cuerpo humano, nos enfermamos. El exceso de tierra que afecta al aparato digestivo excita al elemento metal, que afecta al aparato respiratorio y provoca cambios en el elemento agua, que afecta a los riñones, aparato reproductivo y las secreciones –saliva, orines, sudor, etc.-
Todos sabemos que cuando nos enfermamos del estómago, todo nuestro cuerpo es afectado. Por ejemplo, la medicina china identifica al exceso del elemento tierra con la diabetes. Este exceso de tierra debilita al agente agua, es por eso que una de las primeras cosas en fallar cuando hay diabetes, son los riñones.

Lo mismo pasa con nuestro planeta.

No es la primera vez que pasa, ni será la última. Pero resulta que ahora hay más humanos que nunca y nos hemos dado a la tarea de especular los porqués de este quilombo desde varios puntos de vista.

Esta humilde explicación por medio del Feng Shui sólo pretende redondear sus dudas, ya que me queda claro que queremos comprender también desde un punto de vista que, si bien considero tradicional en una cultura vieja y lejana, sigue siendo motivo de discusiones acaloradas entre los que practican alguna disciplina del taoísmo y claro, los que desprecian estas prácticas –con justa razón –ya que no hay manera de comprobarlas por medios científicos.

Bueno, sí hay manera de comprobar estas prácticas, pero no conozco todavía en el medio chino-esotérico a ningún practicante que quiera echarse una investigación con, por ejemplo, el método doble ciego, para comprobar si funciona y es cierto el feng shui o no.

Sale mejor seguir vendiendo ranas de tres patas y espejos octagonales.
¿O no? (Yo sí me apunto ¿quién dijo Yo?)

Pero ya les expliqué aquí de qué se trata, según lo que practico desde los once años.

En resumen: 
Hay un exceso de Chi tierra y es normal que se reacomode por la acción también excesiva del agente agua y la ausencia (provocada por mano humana) del agente madera, que en su práctica ausencia, no ha podido recrear y controlar a la tierra. 
Si a esto le sumamos que el agente fuego ha sido artificialmente alborotado por el hombre (el agente fuego se manifiesta en el fuego mismo y en la electricidad)

Bueno. Seguirán los temblores, pero serán más fuertes si seguimos abusando del agente madera y si seguimos excediendo el agente fuego.
Además, con eso de que la oligarquía mundial no nos ha dejado de otra, más que vivir en donde se pueda, no donde se debe de vivir; estamos más jodidos todavía.

Que el tao les sea propicio.

sábado, 7 de abril de 2012

Cinco olores

En la cosmogonía Taoísta  hay cinco agentes, mal traducidos como "energías" por los primeros sinólogos y entusiastas provenientes de Europa. Estos cinco agentes o Wu Xing representan 5 características en casi todo: movimientos, órganos vitales, sabores, colores, formas.

Hoy me acorde de los cinco olores gracias a una canastilla hecha con agujas de pino. Ese olor a maderas corresponde al elemento que hoy necesito para salir de enferma. Tengo gripa.
El agente que necesito, me ha tomado de la nariz; me lleva a lugares que recuerdo de otra vida. Una vida en la que era veinte años más sana.
Mi nariz, acostumbrada ya a trucos de artificio moderno, ha comprendido ese viejo lenguaje y me regala una calma que necesitaba.

Cuando se enfermen de lo que sea traten de evocar o buscar cinco olores que les recuerden a algo o que los hagan felices. El cuerpo es sabio y les regaló una nariz que, si les funciona, les llevara a exactamente a todos los olores que también les levantarán el animo.

En mi caso:
Los canastos de la Tarahumara
El jengibre recién picado
El incienso Nag Champa
El consomé de pollo con hierbabuena
El café recién tostado y molido

Así huele para mi el bienestar.


Lo cotidiano también me sosiega:
Mi madre huele a Chloé
Mi padre a Vetiver.
Mi novio a él mismo
Y mi recamara, a papel.

Buenas noches.