Heath me pasó un enlace a mediados
de julio y no supe si reír, llorar, ponerme a bailar… lo único que pude hacer
fue arrugar la nariz para después resoplar con una sonrisa a medias: -¿Qué
diablos es esto? Le pregunté. –No lo sé, me lo pasó la esposa de Jason. Contestó
botado de la risa.
Una semana después, fuimos con unos
clientes suyos, una pareja sexagenaria de coreanos, muy formales y tiesos, pero
buena gente. Heath comentó que acababa de ver un video de un coreano muy cajeto
que bailaba como yendo a caballo. La señora arrugó la nariz igual que yo: -No
me gusta, Psy es un rapero muy grosero.
A su marido sí le daba risa, a mi
suegra le pareció grotesco y yo la verdad no había acabado de ver el mentado
video.
Al día siguiente volví a verlo,
esta vez sin juzgar la música.
Para ese momento, había pasado
apenas una semana de su publicación en youtube y ya llevaba millones de espectadores
que gustosos habían hecho clic en el video. De hecho, más de 200 Millones de personas
en una semana lo hicieron.
Ya me tocó gustar o detestar a la
canción del verano en turno y claro que algunos años, el puesto se tuvo que
repartir en dos o más tonadillas insulsas.
Recuerdo con mucho cariño “The beds
are burning” que fue canción del verano pero que tenía un fondo, una historia. Midnight
Oil ponía sobre la mesa el regresarle sus tierras a los aborígenes
australianos, en manos de los europeos.
¿Alguien en México sabía eso? Muy pocos.
La canción tenía una tonada
pegajosa y un estribillo fácil de seguir “washawasheando” a como se podía y ya.
No soy crítica de nada, ni de disciplina
alguna. Lo que sé de música pop, es más o menos que lo que sabe una persona cualquiera
que ha sido bombardeada sin misericordia desde la infancia, comenzando en mi
caso, con El baile de los pajaritos de María Jesús y su acordeón.
Al menos tuve la suerte de que me
tocara vivir la adolescencia durante la primera mitad de los noventas, cuando
la música se había vuelto negra, rasposa; con un dejo de desencanto que busca
volver a la inocencia, pero sin perder nunca el ojo crítico. Lo cual no me
evitó haber sufrido el Tiburón, la Macarena y ya instalada en la veintena, Achy Breaky Heart (No rompas más mi
pobre corazón) y El payaso de rodeo.
Este año, pensé que tendría un verano
más, como el cochino año del Paparamericano
(we don’t speak americano) cuando comenzaron con el Ai se eu te pego. Carajo, qué letra tan mensa, tan agresiva-pasiva,
pero hasta hace dos meses, estaba en cada cucharada de sopa.
Y entonces, llegó un comediante
sudcoreano a botar a Telo del trono veraniego con una canción estúpida, sin
sentido, pero con una entretela crítica, que ridiculiza a las personas
obsesionadas con las marcas, el café chatarra (de diseñador) y el “lujo” del
barrio sudcoreano Gangnam; que se me figura que ha de ser algo así como una
combinación de Santa Fe con Polanco, La Condesa y Rodeo Drive.
En ese lugar, pululan unas chavas
llamadas doenjangnyeo que se
visten como una amalgama entre barbie, Paris Hilton y Cosplayers del manga
japonés, para desmayo de sus abuelitas.
Los
tacones tamaño rascacielos, el maquillaje brillante, los labios de lolita. Ya
se imaginarán (en sus sueños más mojados) de qué se trata el barrio de Gangnam.
Viene
Psy, con la pose, la panza, los cachetes y claro, el pasito. ¡La canción del
verano lleva pasito! Cosa que los chavos
no tenían ni idea, ya ni porque nacieron cuando La Macarena puso a bailar y
cantar hasta a los que no hablaban ni pío en castellano.
La letra
vale nada sin las imágenes, pero como yo sé que no tienen la letra aquí les va
una traducción:
Papi tiene estilo Gangnam
Estilo Gangnam
Una chica que es tierna y
bondadosa durante el día
Una chica normal que sabe
como disfrutar su tiempo libre
O una taza de café
Una chica cuyo corazón se
vuelve más tierno cuando llega la noche
Una chica así te vuelve loco.
Soy un tipo
Un tipo que es tierno
durante el día
Un tipo que toma su café de
un sorbo incluso cuando aún está caliente
Un tipo cuyo corazón
revienta cuando llega la noche
Soy esa clase de tipo
Hermosa, adorable
Si, tú, oye, si, tú, oye
Hermosa, adorable
Si, tú, oye, si, tú, oye
Ahora vamos hasta el final
Papi tiene estilo Gangnam,
estilo gangnam
Papi tiene estilo Gangnam,
estilo gangnam
Papi tiene estilo Gangnam
Eh- chica sexy, papi tiene
estilo Gangnam
Eh- chica sexy oh oh oh oh
Una chica que parece
callada, pero cuando está en el juego, realmente juega
Una chica que se desata el
pelo cuando llega el momento justo
Una chica que está bien
vestida pero aún así es más sexy que una chica desnuda
Una chica sensible es así
Soy un tipo
Un tipo que parece callado,
pero cuando está en el juego, realmente juega
Un tipo que se vuelve
completamente loco cuando llega el momento justo
Un tipo que prefiere moldear
ideas antes que músculos
Soy esa clase de tipo
[Coro]
Por encima de los que
corren, están los que vuelan, nena, nena
Soy un tipo que puede
enseñarte una cosa o dos
Por encima de los que
corren, están los que vuelan, nena, nena
Soy un tipo que puede
enseñarte una cosa o dos
[Coro]
El
pasito, es como jugar a los caballitos (allí es donde viene la crítica)y con
las riendas imaginarias un poquito sueltas. El pasito, como hace unas semanas,
le dijo el Psy a la mismísima Britney Spears, consiste en vestirse con
clase y bailar a lo tonto.
Claro
que nadie se ha de dar cuenta y el extravagante rapero y comediante Psy se
revuelca de la risa entre billetes del banco de patolandia y ha puesto al K-pop
en el mapa, ahora sí, internacional de la música Pop.
Veamos
si Gangnam style pasa la prueba de fuego y acaba como parte del repertorio de
música para boda, tocada por grupos “versátiles” o DJs de altos vuelos que ponen a bailar a al menos unas 200 personas por boda, todos tratando de seguir el mismo paso y wasawasheando la
letra.
¡Opa!
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