A veces escribo. A veces nomas me da por moler

A veces escribo. A veces, nomas me da por moler.

lunes, 25 de agosto de 2008

Pocas medallas olimpicas para Mexico en Beijing... que sorpresa

¿Qué me trajistes? (sic)
Me revienta que me pregunten eso. No por ser coda; hace una semana me gaste un buen trozo de mi legajo en chácharas y recuerditos para mis amigos y familia.
¿Notaron como me disculpe automáticamente?

Ese mismo día, mi suegra me pregunto que por qué los atletas mexicanos, aunque son buenos en competencias como los juegos panamericanos y tal; no ganan tantas medallas de oro como otros países.

Mi novio añadió su respuesta al total de las dudas aclarando que si Estados Unidos gana todas las medallas que le es posible, es por el “Sistema de recompensas” altamente efectivo y que depende casi exclusivamente del modo capitalista de producción y distribución. “Si eres bueno, te recompensaremos con más que suficiente para el resto de tu vida… pero tienes que anunciar tenis, cachuchas y sucaritas.”

Lo mismo ocurre con los atletas de la Ex Unión Soviética, China y otros países más o menos duchos en eso de sacar partido de una cara o un par de tetas.

En tiempos de la guerra fría, cuando el experimento socialista aun no se desinflaba; el sistema de recompensas estaba ligado al idealismo de sus camaradas, con suerte y conexiones, también se tendría asegurado un lugar en el escalafón burocrático.

Pero, y como me duele admitirlo, este sistema de recompensas no fue un efectivo o por lo menos duradero.

Muchas de las personas que con más fuerza criticaron el sistema social-comunista fueron atletas amargados que con todo y sus medallas de oro, siguieron viviendo en sus departamentitos de interés social hasta que, -drama del Reader’s Digest incluido-, se fueron a pastar a campos mas verdes (verde dólar).

Ejemplos sobran, no tiene caso repetirlos aquí.

Y también hay ejemplos de héroes olímpicos que se quedaron en sus países de origen; pero el “precio de su etiqueta” fue el precio de la tienda del pueblo.

Los ideales patrióticos o de clase fueron más fuertes que los ideales individuales para estos pocos renegados de la supuesta condición egoísta del hombre.

El patriotismo encojonado, es como siempre en cuanto al individuo que compite, el elemento sorpresa dentro de esta y otras justas deportivas. Solo aquellos que no tienen una pizca de patrioteros, van y salen a ver que les depara el mundo de afuera, el del emigrante, el del ciudadano del mundo. Ideales aparte, y a veces destruidos. No debemos olvidar que todos tenemos una conciencia individual y otra colectiva.

Con tanto deportista expatriado, uno ya no sabe si dar fe de autenticidad o de plano ignorar los colores de la identidad, ya que estos colores pueden ir a dar a la cantaleta del racista empedernido.
Por lo menos ahora, ya que la cantaleta bicolor de la guerra fría esta en venta como curiosidad chistosa en alguna tienda de baratijas chinas. ¡Se acabo!
Etiquetas, etiquetas… al final de cuentas, las etiquetas no sirven sino para mostrar el precio al que le llegaron.
¿Cuánto cuestas? ¿Necesitas que te re-etiqueten? Prepárate para migrar a otro país, por que según la idiosincrasia mexicana, la vida no vale nada.

¿Cuál es el precio de ser un atleta mexicano?
Ya lo dijo Ana Guevara cuando anuncio su retiro amargado:
Estaba harta de llevar tanto colgajo.

"Ya es definitivo mi retiro del deporte en México, se contempló la posibilidad de participar independiente en los Juegos Olímpicos pero mi ilusión es participar por mi país... No me hacía participando en unos Juegos Olímpicos de blanco[1]

Aparentemente, gana más un burócrata a sueldo en el comité olímpico nacional, la federación nacional de atletismo o en la comisión nacional del deporte. Figuras opacas como Carlos Hermosillo y Mariano Lara viven mejor que un atleta. Hay más beneficios: boletos de avión en primera clase, cenas en los mejores restaurantes, suites presidenciales en hoteles de un chingo de estrellas, transporte de lujo, champú para el perro consentido, huitlacoche con caviar y condones con vibrador…[2]

Ana fue victima de su patriotismo. Quería representar a México, quería la llamada “Gloria Olímpica”. El reconocimiento público por su hazaña, mas que la satisfacción personal de saberse mas fuerte que el resto de los mortales.

La vida de Ana Guevara merece más tiempo y espacio, además de más conocimiento en ese tema, cosa que yo no tengo. Así que seguiré con la idiosincrasia de mis compatriotas.

Al futuro atleta le va peor en la escuela. Para que un atleta inicie su carrera, desde tiempos clásicos, debía ser escogido de entre la multitud de niños en el parvulario.
Pizcado a mano, cual jitomate de listón azul; este niño atleta seria el portador de la gloria olímpica que levantaría la moral de su estado de origen, en una republica basada en el sistema esclavista imperial.

Algo así le paso a Nadia Comaneci Por ejemplo. Lo mismo ocurre en Estados Unidos, donde los potenciales atletas de cualquier disciplina son escogidos desde preescolar para representar a sus escuelas y competir hasta que a alguno se le bote la canica.
La cultura de la competencia esta muy arraigada en el país vecino.

Pero al pequeño atleta mexicano le va del cocol una vez que es escogido para representar a su escuela.

Si el atleta tiene suficiente madurez emocional como para soportar el ostracismo y la alineación a la que los envidiosos le someterán, entonces podrá llevarse a casa una medallita de níquel y una dotación de cuadernos.

¿Becas alimenticias? Para eso hace falta ser pobre y si no eres pobre, a la chingada.
La clase media y trabajadora están muy desprotegidas, ni que decir de la clase campesina.
Por más que se diga, hay mas pruebas de vida extraterrestre, que pruebas de ayuda o subsidios en el campo mexicano o en comunidades indígenas.

En el catalogo de buenas intenciones que Tomas Mojarro se cansa de repetir, seguro esta la buena intención de poner a algún indígena a correr la maratón.

Mientras nuestra clase campesina siga emigrando a EUA, o a las grandes ciudades de México; y mientras siga sobreviviendo a punta de resistencia; no habrá maratonista Huichol o de la nomenclatura que se le antoje al lector, pasándose a los nigerianos por el arco del triunfo.

A eso súmele la familia del atleta.

Culturalmente nos caga la madre que alguien sea mejor que nosotros.
El que sea libre de pecado que arroje la primera piedra, pero es cierto.

No importa si pierdes. Si pierdes eres un pendejo y ya estuvo.
Pero si ganas, eres un pendejo con suerte. Y si dejas que abusen de ti, eres un pendejo al cual se le puede sacar una lana.

Como cualquier católico, al mexicano se le va la vida en pedir. Y muchos, como resultado de la frustración y el abuso histórico al que ha sido sometido el pueblo mexicano; si no obtienen lo que desean, arrebatan el objeto que desean a como de lugar. (Uca uca, el que lo encuentra se lo emboruca)

Ya sea el ladrón vulgar que te roba la cartera, o el secretario burócrata que ve como sacar provecho de un atleta. Todos los acomplejados ladrones son la misma cosa.

Eso si. Se nos va en renegar. En proponer buenas intenciones y excelentes estrategias.

Pero como en la fábula del gato y el ratoncito valiente, ¿Quién le va a poner el cascabel al gato? Ya sabemos quien es el malo, ya sabemos las caras y los nombres.
¿En serio?
A ver… ¿Quién es el gato?

No es cierto que sabemos quién es el verdadero gato:
¿El gobierno? No… el gobierno es una paparruchada republicana que no funciona en beneficio de la mayoría trabajadora. Pero que si funciona y muy bien para los que forman parte del círculo de la política.

¿La religión? Pues si, la religión es el opio de los pueblos, pero uno tiene su corazoncito y su fe bien puesta en la esperanza… la religión apesta, pero sigue siendo un gran negocio. Creer en Dios o en lo que sea, no tiene nada que ver con religión alguna. (pero si con la politica).
Religión y Política son parte de la cultura que hemos construido todos. Lo que los pobres hippies llamaron: “El sistema”.

Se me hace que como siempre, el gato es nuestra condición humana, que si no evoluciona por medio del aprendizaje, nomás no va a cosechar ni medallas, ni el fruto de la tierra.

Ese pequeño atleta que a los seis años será llevado de la mano por un entrenador implacable como el cubano Raúl Barreda, o como el legendario rumano Bela Karolyi, deberá pasar por barreras tremendas de sus complejos.

Deberá sobrevivir el abuso emocional de los que lo querrán ver caer.
Deberá ponerle el cascabel al gato, ese gato marrullero que es su propia conciencia, abarrotada de complejos y arquetipos pesados.

¿Será por eso que los mejores atletas del mundo, por lo menos los mas famosos, son expatriados?

Ir más fuerte, más alto y más rápido, implica dejar atrás mucho equipaje pesado. El cual seguramente esta lleno de baratijas para contentar a la familia y amigos que deberán aprender a quedarse atrás y a dejar de preguntarle al atleta: ¿Qué me trajistes eh?
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NOTAS:

[1] Palabras de Ana Guevara extraídas de la siguiente pagina de wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Ana_Gabriela_Guevara

[2] Está bien, me la jale a partir del jabón del perro consentido. Pero se vale hacer metáforas exageradas. ¿No?

miércoles, 13 de agosto de 2008

Una receta en ingles para mis amigos en el gabacho

Chinese- Mexican onion prawns.
(Based on Becky’s recipe)
Ingredients:
2 pounds of clean whole raw prawns in their shell
2 or 4 whole green onions with chives (as big as possible, I’ve found some great ones at Orinda’s farmer market)
1 or ½ garlic head (all chopped in very small pieces, so all can fit in 1/3 cup)
¼ cup of light Chinese or Japanese soy sauce (must be the light and kind of acid one, not the black thick and salty one. But you can add an splash of rice vinegar if yours is too salty)
2 cup of chicken, or bonito stock. My mother makes her own chicken stock. But if you don’t have it, you can use the cube ones. You can find msg free stock cubes. Do not use canned American broth. Is too sweet and it might ruin the flavor. For the party, I’ve used my own chicken stock.
½ pint of water
1 Or as many fresh chilies you want. My mother’s original recipe asks for two Serrano chilies. For a less aggressive taste, you can use jalapeno chilies or bell peppers. If you want to blew your mind (and your stomach) use habanero or manzano chilies. For the party, I’d used red yellow and green chili peppers from some friend’s garden. You can find the same ones at Orinda’s farmers market.
1 Teaspoon of black peppercorns.
¼ cup of peanut, olive or sesame oil. For the party, I used cooking grade olive oil. My mother uses a mix of peanut and sesame oil.

Utensils:
Chopping board
Very sharp cutting knife
Chinese wok or deep pan
Large pot
Small bowls for separate the chopped ingredients.
Measuring cups in all sizes
Chinese Ladle and spatula
Metallic hand strainer

Preparation:

Select the best chives and chop them finely.
Chop the onions separate from the chives in very thin slices.
At the end, you will have 1 ½ cups of chopped chives, and ½ cup of onion slices. Keep them separate in the small bowls, and keep apart the chives that don’t look very cute (the broken ones, the dried ends, the yellowish ones; etc.)

Spare up to five garlic cloves.
Chop finely the rest of the garlic.

Cut the chilies in half and take off all the pits (seeds?) and veins. Then, cut them in long, very thin “Juliana” cut. They will look like very thin green pieces of vermicelli or spaghetti.
Be careful with your hands, try to not manipulate these chilies for a long time, or your hands may be in pain for the rest of the evening…

Boil the water with the chicken or bonito broth with the peppercorn teaspoon, the ugly chives, the five garlic cloves (you can brake both garlic and chives, so the flavor come trough the skin) and about the half ¼ cup of soy sauce. Keep the rest of the sauce.
You can add more salt or soy sauce if you like saltier flavor.

Once the broth is ready and boiling hard, add the cleaned unpeeled prawns (my mother leave the whole prawn, head, shell and tail, but for the party, I leaved just the tail).

Cook them lightly in the broth until they come pink and yet, transparent (about two or three minutes or less). Do not cook them all the way! That will make them rubbery and tasteless.

Pick the prawns with the hand strainer, and keep the broth in a side.

In a deep frying pan or a Chinese wok, add some cooking oil and heat it until it smokes a little bit.
Add the sliced onion. Use both ladle and spatula with both hands for stirring the onions.

When they start to smell good, add the garlic and the chilies. Keep moving all the ingredients.

After that, when the smell gets spicier, add ½ cup of the broth. Keep moving the stuff.
Then, add the prawns and cook them for one minute more or less.
Add the chives and then, the rest of the soy sauce.

By the time you finished all these steps, your prawns will be fully cooked, so take the pan or wok off the fire and serve them.
If you want o serve them cool, let the prawns rest at the counter until they’re cool enough to go to the fridge. If you put them in your fridge before they cool off, they’ll become acid and chewy.

My mother, Becky, serve this prawns with white Chinese style jasmine rice and steamed baby bok choy.

The original recipe was cooked several times by my great grand father and his friends, but some times he used other seafood, not just prawns. I do remember we had some kind of snake with this very same recipe!
My friend, Li Chen Xuang, from Szechuan, use up to one pound of chives and Serrano chilies. And no prawns at all!
But I’ve had something like this recipe in Ping Gu (west of Beijing).
The Mexican-Chinese twist come with the use of fresh green Serrano chilies. The Chinese recipe uses less garlic, even more chives and different kinds of chilies. Usually, the red dried ones.
I have the feeling that this recipe is a little bit like a Casserole in European food culture. Add this and that and use what you momma used.
But the important thing Mexican and Chinese culinary culture have in common is the long preparation (chopping, peeling, pre cooking and slicing) and the very fast execution of the actual cooking. The use of a chef’s pan or a Chinese wok become part of the “show”, because you have t use either one hand for shake everything, or the Chinese ladle and spatula (usually they come with the wok if you buy a Chinese cooking set).

Enjoy this recipe of my dearest mother, and feel free to add and change it as much as you want.

Best regards.
Sara Cristina

martes, 12 de agosto de 2008

En defensa del Molcajete (1ra)

Los alimentos molidos por medio de molcajetes y metates son más saludables que los alimentos molidos con licuadoras o procesadores mecánicos.
El maíz, que es particularmente pobre en su contenido de minerales, se ve beneficiado con el uso de estos morteros de piedra tradicionales en la gastronomía mexicana.

¿Ah chirrión?


¿Entonces por que los están prohibiendo en California?

Me parece que eso de que los molcajetes son mas saludables, provenía de un estudio que hizo la Profeco
[HP1] hace chingomil años…

Eran los setentas revoltosos y mis padres recibían por correo la revista del consumidor. Así que, con seguridad, allí me entere del chisme.

Ahora que también puede ser que lo haya leido en uno de tantos números de la historieta “Los Agachados” de Rius.

No lo puedo corroborar, así que le agradeceré mucho a los lectores de más de sesenta años que se acuerden de este estudio; o a algún nutriologo de izquierda, si es que tal cosa existe; que me digan si es cierto o me aluciné.


Según dicho texto, y si la memoria no me falla, el uso del molcajete en vez de un procesador de alimentos o una licuadora, añade minerales importantes para una dieta saludable.


También recuerdo que se decía en ese, o algún otro texto que el uso de la licuadora nulifica las vitaminas contenidas en verduras y frutas.

No se mencionaba en ese estudio si los molcajetes tienen trazas de plomo o si no tienen nada de eso; pero sí mencionaban la existencia de hierro, zinc y cobre.

Lamento mucho no tener “los pelos de la burra en la mano”, y sospecho que no los tengo en casa tampoco.

No puedo sustentar mi posición con fuentes viables, pero me vale gorro. La excusa nace de esto.


Durante mi adolescencia noventera noté que nacía una fuerte paranoia ante cualquier cosa sin importar su origen animal, humano mineral o de plano extraterrestre. Comenzando con el plomo.

Que si los lápices escolares estaban pintados con plomo, que si los soldaditos de plomo del abuelito provocaban retraso mental.
Luego el comal le dijo a la olla, oye olla… te vidriaron con plomo, ¿verdad canija petacona?

Que si el plomo con el que se pintaban los salones de las escuelas publicas era el culpable de nuestro retraso académico.

Excusas idiotas.

Primero fueron los lápices mexicanos. Luego la olla de los frijolitos, y la lista sigue dándole excusas no solo a los gringos que ahora han enfocado sus paranoias en los juegos olímpicos de Beijing; sino a nuestra clase media superior que no deja de echarle la culpa a todo, menos al sujeto que les regresa la mirada en el espejo.

Aun así, en ese entonces nadie señaló con el dedo a nuestro amado molcajete…



Para 1991 todas las cocinas de mis amigos guardaban un lugar de honor en su cocina para el sacrosanto horno de microondas. Del molcajete, chico, grande, viejo, nuevo, cojo, entero… nada. Una amiga tenía un molcajete metido en su horno de gas… el cual también, ha resultado una victima mas de el modo de vida “moderno” del mexicano común. El horno de gas, en la cocina chilanga por lo menos, no es mas que una alacena.

Volviendo al molcajete; pocos comen en casa y los que comen en casa, no saben usar bien el molcajete.


Bajo el riesgo de acabar con los nudillos hechos pomada, pocos se resisten a la tentación de meter los ingredientes a la licuadora y san se acabo.

Claro, hay que recordar que también están las salsas enlatadas, embotelladas y prefabricadas que encontramos en el supermercado.

¿Quien esta allí para defender al molcajete?

No los mexicanos.

Estamos muy ocupados en el trafico nuestro de cada día, como para pensar en el molcajete de la abuela, que nomás esta recolectando polvo dentro del horno junto con el comal y la olla de barro que siguen peleándose por el espacio.

Hace apenas unas semanas, en todo el estado de California, se prohibió el uso de molcajetes en restaurantes ya que se consideran peligrosos caldos de cultivo para bacterias y virus, además de que son sospechosos de contener Plomo
[HP2] .

De entrada ya habían retirado un montón de jitomates sospechosos de estar contaminados con salmonela. Luego arremetieron con los jalapeños. Nomás falta que encuentren salmonela en la cebolla y el limón para completar el pico de gallo.

¿Y ahora que?


¿Quién se beneficia de la villanía chorrillenta del molcajete, los chilitos y los jitomates?

¿El maíz que ahora trabaja de combustible?

¡Que nauseas chingado!


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NOTAS


[HP1]Procuraduría Federal de Consumidor. La información sobre este órgano federal mexicano se encuentra en uno de los tantos “links” que recomiendo en esta pagina.

[HP2]Si, plomo (Pb), ese asqueroso retardador mental, villano clásico de los años noventas, y aparente culpable de que los hijos, niños o adolescentes de familias decentes vayan mal en la escuela, que asesinen a sus compañeros de clase, que le digan “pendeja” a la abuelita, que se metan cuanta pastilla encuentren en el botiquín o que de plano prefieran jugar con el wii en vez de masturbarse con las play boy del padre como cualquier chico normal.
Ese plomo con el que jugábamos de niños. Caray…

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lunes, 4 de agosto de 2008

El Venado y mis traumas capitalinos

Alguna vez, poco tiempo despues del terremoto, creo que tuve mi primer contacto cara a cara con un animal que no me tuvo absolutamente ningun respeto, por ser salvaje; ese animal era una vil rata de alcantarilla.

El roedor me vio, chillo y se fue a meter tras un arbusto.

Y hasta alli llego mi aventura con el mundo silvestre.



Para los que me conocen, esto va a sonar raro, ya que soy Scout/Guia desde 1979 (ayer Scout, siempre Scout!) Todavia entrados los veinte me iba de campamento por lo menos tres veces al ano y para no acabarla de contar alli; a los 19 estuve un rato en Veracruz.



En plena sierra, encontre cualquier cantidad de bichos y creo que las unicas que tuvieron encuentros cercanos del tercer tipo con ellos fueron Elsa y Frida (Te acuerdas de la "coralillo", Guera?)Pero a mi nunca me toco enfrentarme a semejantes bichos.

Ni uno.

Ni las coloquiales Ratas de Dos Patas me llegaron a afectar mayormente.



Ah no! ... sip.



Una vez nos asaltaron a Lydiette, David, Paco, Sammy y a mi por andar en babia cruzando puentes que no debian ser cruzados (Mea culpa)

Pero no paso a mayores.



Total que debido a que subi un chingo de peso, el ego me ha obligado a salir a medio correr y medio caminar cada manana por el vecindario.

Cada dia, me atrevo a ir mas lejos.



Hoy, en vez de bajar hasta el centro de Orinda, me fui por una callecita paralela a la carretera que en algun punto, sube hacia el este y rodea el cerrito donde esta la casa de Heath.



La subida es bastante fuerte.

Justo lo que necesito para poner mi corazoncito chilango a brincar con exceso de oxigeno.



Frente a mi, cuando mas cansada estaba, me encontre una pobre ardilla completamente hinchada y con los ojitos fuera de orbita.

Seguramente se electrocuto con el cableado urbano que se esconde entre los robles que pululan esta zona.Esta simple vision de pelicula gore me hizo brincar.



Y no es que nunca haya visto un bicho muerto, pero nunca tan de cerca y nunca tan claramente fresco.

Perros muertos en el periferico y el Guicho no cuentan por que los primeros pasan a 80 por hora y mi gatito ya llevaba horas muerto cuando lo encontre en mi cama, como si estuviera dormido.



Ni los perros ni mi gato son tan silvestres como las ardillas de estos lares.

Gordas, grandotas y de pelo sedoso...

Nuestras ardillitas coyoacanenses estan mas entrenadas que Rintitin y tampoco cuentan.



Me quede pensando en la pobre ardilla; echando cacayacas telepaticas a la civilizacion; que de como matamos a los pobres animalitos, de que como es posible que el cableado se trepe a los arboles que llegaron alli primero, que somos unos jijos del Ecoloco y gua, gua, gua; cuando me tope con un venadote.



El venado estaba parado en la entrada de una de tantas residencias suburbiales de Orinda. Describir su belleza seria inutil ya que sin mis lentes nomas veo de bulto.



Y el me vio.Petrificada, no deje escapar ni un ruidito. Nos separaban unos tres metros.



Despacito, despacito sin perderlo de vista, fui poniendo distancia entre el venado y yo. El, solo bajo la crisma en son de amenaza.



Jamas en mi vida me parecio tan desierto este vecindario.

Ya antes habia visto venados en esta zona cuando de pronto saltan de la nada al camino. Normalmente de noche y yo con Heath en su carro.

Con sumo respeto, los venados se detienen o saltan de regreso a los arbustos.Pero este chico no hizo asi. Al contrario, con la cornamenta en guardia, no movio ni un pelo.



Tampoco yo movi nada, pero despues de diez minutos me fui a esconder tras un arbusto de la casa de al lado.

El animal no se movio de donde estaba, mientras yo con la telepatia puesta en otro son, pensaba que esto es lo que me saco por andar en tierra de nadie caminando como si estuviera el el Parque Mexico.



Sali de mi escondite y el venado volvio a bajar los cuernos, esta vez, respirando profundamente. Esperaba que pasara un choche que lo espantara, pero nada. Ni siquiera una phinche bicicleta.



Por fin pense: "Andale, no seas malito, dejame pasar, no te voy a hacer nada..." y como si me hubiera escuchado, El papa de Bambi se fue tan tranquilo al otro lado de la calle, y se metio un jardin, tal como el proverbial Pedro.



Entonces comence a caminar, con mucha cautela por que los gringos tienen la costumbre de no poner enrejado o barda alguna que divida sus propiedades y lo unico que me separaba del venado era un pedazo de pasto.



De una pagina de internet argentina que describe a los suburbios del norte de California, lo que sigue: En cuanto a los animales que andan por la naturaleza, bueno, los "expertos" están convencidos de que se están extinguiendo.



Cuéntele eso a los que viven en los suburbios o en el campo, que hace mucho que no necesitan ir al zoológico para ver venados que tienen pastando en sus jardines, o encontrarse con un oso hibernando en el porche, o un puma o un zorro que sale de desayunar de su gallinero.



Justo cuando estaba a punto de perder de vista al Venado aquel, una ardilla salto frente de mi.



Un brinco mas, y mi corazon tendria la condicion fisica de un medallista olimpico!

Lo que me pone a pensar, luego de esta mini aventura es que a lo mejor ya nos echamos a todos los animalillos que rondaban los suburbios chilangos...

Que de verdad ya no queda ni un triste tlacuache?



Seguro algunos de ustedes opinan que estoy loca y que cunden los animales silvestres en nuestra patria y que chinchen a su mama los bicharracos gabachos... pero hasta ahorita, y eso que vivo literalmente en "la milpa mas lejana" Tepeximilpa, al unico animal que he visto alli es al menso de Oscar.

En la foto que acompana este texto, un venadito asomandose a la casa donde vivo con Heath.Claro que asi cachorro, y uno adentro de la casa, no da miedo. Es mas, yo ni estaba alli. Heath me mando esta foto cuando yo estaba preparando mi primer visita a su casa.Usteden diran, como es que no le saque una foto al venado?Mi Ipod no tiene camara (ay no mames!)



Bromeo.Pero luego de este encuentro, no se si reir o llorar...

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Epílogo

Estaba esperando el metro en la estación Pino Suárez, la mañana del primero de enero.
En el andén, estaba una foto hermosa de una liebre o conejo pequeñito en cuyo título dice "Yo también soy chilango". Así me imaginaba al conejo que Quetzalcóatl deificó al darle un lugar en el rostro de la luna. Ahora veo que sí hay fauna chilanga.
Hagan clic al siguiente enlace, el cual los llevará a la nota del Universal que habla de esta campaña.
Como de la vista nace el amor, espero que el odio que reina en nuestras mentes no alcance ya a estas criaturas que también sienten y que son el alma de nuestra tierra.