A veces escribo. A veces nomas me da por moler
martes, 29 de diciembre de 2009
Los errores del Tigre
viernes, 18 de diciembre de 2009
Este regreso a México
Llegué a casa el septiembre pasado y en tan sólo estos meses he visto cada día más descompuesto al país.
Es de un deleznable que duele, duele mucho.
Entre los malabares de bufón del tal “Juanito”, los lances idiotas del panzón de Carstens y la mueca agria, como de monolito del “Presidente del empleo”, me da la sensación de que cada día es más feo, más sucio, más pringado el futuro que el presente.
Pagamos más impuestos que todos. Somos despreciados y calificados de inútiles y para colmo, neuróticos, “estresados”, hambreados. Y con cada vez menos oportunidades para exponer, publicar, vender.
Estamos algunos, sometidos a la tarea del burócrata kafkiano para poder pagar las tarjetas de crédito y este internet que se ha convertido en nuestro hogar.
Pronto comenzaré a hacer más en el colectivo de mujeres EL MITOTE DE MUJERES CREATIVAS.
Sigan el enlace entre los blogs que sigo.
viernes, 4 de diciembre de 2009
PREDICCIONES PARA EL 2010 CON CALENDARIO ORGANIZADOR. 50 PESOS
Amigos.
Por fin está impreso el calendario organizador chino para el año del tigre 2010.
El precio es de 50 pesos.
Hago rebaja si se llevan más de 10 calendarios.
Es un excelente regalo de fin de año y es más, hasta para el año nuevo chino que es el 14 de febrero.
Es a todo color, con predicciones mensuales generales y para cada signo del zodiaco chino.
Además pueden saber si cada día es bueno o malo, cuáles son sus signos compatibles, y viene con las predicciones de Feng Shui para este año del tigre.
Voy a vender parte de ellos en puestos de revistas del centro de la ciudad de México, pero allí van a salir un poquito más caros.
El precio directamente conmigo es de 50 pesotes.
Si quieren vender ustedes el calendario OPORTUNIDAD DE NEGOCIO es a consignación y el precio es de 35 pesos por cada calendario.
Sólo imprimí mil calendarios, así que ya saben
Este calendario es indispensable para los que quieran de verdad organizar su día. tres mil años de sabiduría china lo respaldan.
55 73 80 60 y a mi correo electrónico islacentral@gmail.com
Muchas gracias de antemano y ya saben. De verdad que cuento con ustedes para esta.
Besos a todos
China
domingo, 8 de noviembre de 2009
DOS RECETAS DE COMIDA PARA GATOS
PRIMERO, VA EL CHORO…
Un día a finales de 1973, una amiga de mi abuela, argumentando que ya no podía cuidar de su gata persa color blanco, la dejó allí “encargada” porque por angas o mangas ya no podía hacerse cargo de ella. La Fea (que era su apodo, no su nombre) se supone que comía “pollitos tiernos” que la dueña compraba en el mercado de Sonora.
Yo venía en camino a nacer, cursando el segundo trimestre y acercándome al tercero.
Mi madre fue la única que tenía tiempo para condolerse del pobre animal. Le quitó el hervidero de pulgas que tenía anidado en su pelaje, la bañó con una combinación, podríamos decir drástica, de agua tibia, jabón y creolina, y le comenzó a dar de comer higaditos y corazones de pollo cocidos en vez de los “pollitos tiernos” que la dueña le daba a cazar diario. Es en serio. Si Ustedes preguntan, en ese entonces no había la cantidad de marcas de comida para gatos. Incluso la “gatina” era cosa nueva, cara y difícil de conseguir. Los gatos comían “bofe” o eran obligados a conseguir su propia comida. Eran animales utilitarios.
Mi madre horrorizada jamás le dio a comer un solo pollo. [i] Y la fea agradeció el no tener que hacer algo que miles de años de selección genética le robaron: su condición gatuna.
La receta de los higaditos, que también tiene su variante cruda, más apropiada para gatos; fue pasando de mascota en mascota. En toda mi vida, contando a la fea, he tenido once gatos. Uno murió de peritonitis por andar comiendo papel del baño (cuando un gato busca mascar algo que no es de su dieta habitual, está tratando de equilibrarse… si no encuentra algo apropiado, se mete a la panza lo que sea, sobre todo hilo, cuerdas, papel del baño y basura).
Dos de ellos se perdieron después del terremoto. Otro fue envenenado por una vecina de la casa que teníamos en Contreras, otros dos los regalamos por separado porque de plano no se llevaban con el Archie. Otro lo crié desde recién nacido ya que su madre y hermanos fueron asesinados. De este gato me hice responsable hasta que se lo regalé al cocinero del restaurante que se lo llevó a vivir a la casa de sus abuelos en una zona rural de Puebla. Me dicen que el gato sigue vivo (tiene quince años) es saludable y feliz y un excelente cazador de ratas.
El Güicho murió de cáncer y finalmente están la Chucha y el Chuchín, la primera de 9 o diez años y el segundo acaba de cumplir un año.
Creo que tengo experiencia con los gatos.
Esa receta de higaditos que mi madre utilizó para engordar a la Fea fue modificándose con los años. Una de las defensoras de esta receta fue la astróloga caldea, pianista y esoterista Inéz Vargas de Núñez. El otro que contribuyó es el MVZ, Pedro Soto; al cual tengo el honor de conocer desde que era estudiante y es uno de los mejores veterinarios que he conocido. Tan bueno es, que el Archie le lloraba, no cuando él llegaba, sino cuando él se iba. Hasta el Güicho, que fue el gato que murió de cáncer, lo quería.
Hay dos variantes. Una cruda y otra cocinada. Personalmente creo que la variante cruda es mejor que la cocida ya que la primera imita lo más posible la dieta de un gato en libertad. La receta cocida es mejor para gatos que están en proceso de recuperación después de un proceso fuerte de inanición o avitaminosis.
Para que un gato se adapte a esta dieta deben quedar varias cosas en claro.
Primero es necesario saber a qué raza pertenece el gato. La mayoría de los gatos en este país son mezcla de todas las razas posibles. Pero los gatos de “raza pura” son más delicados. Si el gato en cuestión es de raza, va a necesitar un cuidado muy particular que sólo un veterinario que sepa qué transa (o que le haya llegado al precio por parte del criador), podrá saber.
Lo segundo es ver si el gato es activo o no, si sale a la calle o si vive en un departamento cerrado. La receta cruda es para gatos activos, no para gorditos que no levantan una pluma. Aunque es probable que hasta el gato más huevón o enfermo se ponga las pilas luego de un par de semanas con esta dieta.
La dieta cocinada no es recomendable por periodos largos ya que la comida cocida va dañando poco a poco a tu mascota. En un estudio que se hizo en Inglaterra hace como 50 años, se vio que las dietas cocidas van alterando generacionalmente a los gatos. Luego de tres generaciones ya no pueden reproducirse y los que logran nacer y no ser asesinados por sus propias madres, tienen deformidades evidentes o defectos que van reduciendo sus vidas. Hoy en día, es raro el gato llega a vivir más de quince años, que es la esperanza de vida de un gato sano
Es importante saber si el gato está desnutrido o no. Esto es fácil de ver ya que los síntomas de desnutrición son muy similares en todos los mamíferos, incluso en los humanos: Uñas quebradizas, pelaje opaco, reseco y diseminado por todos tus muebles en vez de en su cuerpo. Ojos vidriosos, defensas bajas, diarreas constantes seguidas de estreñimiento, desgano y mal humor (no es que tu gato se vaya a reír con tus chistes luego del cambio de dieta, milagros no hago).
Después será necesario monitorear las heces del gato. Si vemos que antes de la dieta, por alguna razón las heces del animal son blandas y blancuzcas, tenemos un gato que ya presenta un problema gástrico o una obstrucción en el hígado y créanme, ese es un síntoma muy común en gatos que comen dieta blanda de marcas conocidas, sobre todo las que huelen mucho. Si las heces son demasiado negras y el olor no es característico, sino pútrido lleva al gato al veterinario. Podría tener algo ulcerado.
Si las heces salen color anaranjado casi fosforescente es por los colorantes artificiales que llevan la mayoría de las croquetas comerciales. Si de plano prefieres gastar miles de pesos en comida procesada, tendrás comprar una marca de las que sólo venden en las veterinarias. Las marcas más conocidas son fatales.
En algunas tiendas de mascotas en EUA venden ratones congelados. Es en serio. Las instrucciones son: descongele hasta que el roedor quede a temperatura corporal y sírvase. Dos o tres ratones al día dependiendo del nivel de actividad del gato.
El estómago felino es mucho más acido que el estómago de los humanos. Está diseñado para digerir pequeños mamíferos, aves, reptiles e insectos COMPLETOS. Cuando un gato ha perdido el balance de acidez en su estómago, buscará él sólo algo de pasto que mascar ya que eso controla y nivela el grado de acidez. Es recomendable dejarles una maceta con pasto de trigo en la casa si quieres evitar que se coman tus plantas.
A los gatos no los conquistas con el sabor, sino con el olor y la temperatura. Es más fácil que un perro se engolosine con la comida de los gatos, que al revés. Eso ocurre porque la comida comercial para gatos está literalmente nadando en sabores y olores artificiales que vuelven locos a los gatos.
Los gatos se hacen adictos al aroma de la comida, mientras más apestosa mejor.
Si nuestro gato come únicamente este tipo de comida, difícilmente va a aceptar una comida casera o un ratón intruso (o congelado). Ya no digamos un pájaro despistado y menos un pollito del mercado de sonora
Lo único que podría quitarle a un gato su adicción a la comida de bolsita o lata, es el pollo rostizado, el atún de lata y las carnes frías, los cuales son adicionados con el villano número uno de Rius. El Glutamato monosódico. Cancerígeno y adictivo. Darle de comer al gato jamón o pollo rostizado equivaldría a curar una adicción al tabaco con heroína, así que cuidado. De cualquier modo, el animalito sale perdiendo y su vida, que podría extenderse 15 y en algunos casos hasta veinte años, se reduce hasta los once o doce años, si bien le va.
De todos mis gatos, el único que sucumbió ante las wiskas fue mi Güicho adorado. Yo ignoraba el asunto de la adicción a las wiskas hasta que Pedro me dijo. Le recetó science diet, pero el gato me mandó a la chingada. Traté de darle bofe e hígados crudos, pero le era muy difícil digerir eso ya que el hígado contiene altísimas dosis de hierro y vitamina A que son muy difíciles de digerir para los gatos. Es por eso que cuando vayan a darle de comer hígado al gato, este sea cocido y de pollo de preferencia. El día que vea a un gato cazar a una vaca, entonces creeré que puede comer semejante trozo de carne.
LAS DOS RECETAS
Luego, llegó a mi vida Poochie. La gata de Lynn Zeleny, amiga de Heath.
Lynn es lo que podría llamar una “foodie” amante de la comida. Tiene una gata hermosa que se rehúsa a comer comida de lata o bolsa y que come croquetas, como ustedes y yo –gente sana-, comeríamos galletas de vez en cuando.
Poochie tiene la fortuna de vivir cerca de un jardín bardeado al cual entran ratones muy seguido. Todos los días Poochie caza al menos un ratón, mismo que se come justo debajo de la cama de Lynn. La primera vez que nos tocó ver el espectáculo a Heath y a mí fue porque nos quedamos solos en casa de Lynn porque ella estaba de viaje.
Noté algo muy curioso. Poochie nunca se come el hígado y algunas veces deja las tripas. Pero de lo demás no deja ni los bigotes. Eso quiere decir que a Poochie no le falta vitamina A (les digo que está en el hígado) ni hierro.
Poochie tiene salud perfecta, buen aliento, un pelaje precioso y no vomita bolas de pelo, ni bilis por todos lados. Es un gato, como deben de ser los gatos.
Eso me dio la clave para re elaborar la dieta de los higaditos y es el día en que no les ha fallado ni a mi bolsillo ni a la salud de mis gatos.
RECETA CRUDA. (Dura cinco días a una semana por gato más o menos)
INGREDIENTES
½ taza de trigo remojado una noche antes (también se puede agregar cebada perla. No arroz. Es raro el gato al que le guste el arroz)
2 muslos de pollo deshuesados (reserva los pellejos y los huesos)
Cartílago de los muslos deshuesados y parte de las cabezas suaves de los huesos picados.
Pellejo de pollo
1 sobre de grenetina sin sabor.
1 taza de corazones de pollo picados o cortados en rodajas.
OPCIONAL
1 taza de higaditos de pollo picados (para gatos en crecimiento, enfermos o convalecientes)
MATERIAL
Recipientes de plástico o bolsas para sándwich.
Cuchillo, tabla de picar, recipiente para mesclar, cuchara de metal.
AÑADIDOS
Si encuentras algún complemento alimenticio con taurina, mejor. Pero estos mejunjes son muy caros. Pregúntale primero a tu veterinario. La comida procesada agrega taurina a sus croquetas y leche.
Por cierto, no le des leche de vaca a tu gato. Prefiere la leche deslactosada especial para gatos o leche deslactosada rebajada en agua.
Aceite de hígado de pescado. No se te ocurra darle emulsión de Scott. Es muy probable que el gato te mande a importunar a la señora de tus días.
INSTRUCCIÓNES:
Corta con el cuchillo las partes blandas de las cabezas de los huesos los cartílagos. Pícalos finamente. Si tienes un procesador de alimentos, una picadora o algo así, también puedes moler esto hasta que quede muy fino. Los huesos y el cartílago son importantísimos en la dieta de cualquier carnívoro que se respete. Por eso hay tanto gato posmoderno con problemas de huesos y piel. Les falta este ingrediente tan importante en su dieta. Si quieres, también puedes picar los pescuezos del pollo (deja la piel aparte). Uno o dos pescuezos por ración son más que suficientes.
Mientras tanto pon a hervir el agua con lo que sobró de los huesos (o sea la parte del hueso que se puede astillar) y la piel del pollo hasta hacer un consomé. No le agregues sal ni cebollas ni ajos ni caldo en cubos. Todo eso es dañino para los gatos. Especialmente la cebolla y los ajos.
Cuando esté listo el caldo, saca los huesos y el pellejo y agrega la grenetina en polvo y mescla hasta que se disuelva. Déjala enfriar sin meterla al refrigerador. Esto es muy importante ya que la temperatura debe ser controlada poco a poco para no promover el nacimiento de bacterias.
Pica la carne de pollo y los corazones. Aquí es importante saber los gustos de tu gato. Hay gatos que prefieren la carne muy molida, casi licuada. Otros, prefieren trocitos con los que puedan jugar. Hay un asunto lúdico de los gatos con su comida. La cacería les es muy importante. Pero hay gatos que van “a lo que les truje” y no andan jugando con la comida. La onda es ir probando hasta que le des gusto a tu mascota.
Cuela y pica el trigo remojado. A los gatos les encanta el sabor del trigo. A pocos gatos les gusta el arroz. También puedes remojar cebada perla y agregarla.
A algunos gatos les encanta el pan. Particularmente el bolillo. Pero algunos veterinarios dicen que la cantidad de levadura en el pan podría alterar mucho la acidez del estómago de los gatos hasta casi reventárselos. Esto no lo he comprobado. Mi gata tiene la costumbre de robarse el pan. Ella fue callejera hasta que nos adoptó. Le encanta el pan duro. Me imagino que es su “confort food”.
Entre si son peras o son manzanas, mejor no le den pan a su gato. Pero el trigo mantiene ese sabor que les gusta a los gatos y agrega enzimas a su dieta.
Cuando esté bien la grenetina a la misma temperatura que la carne picada y los corazones, mescla ambas junto con el trigo en un recipiente hondo y revuelve.
Mete la mescla en el refrigerador hasta que cuaje.
Cuando tengas una especie de “áspic”, pícalo en cuadritos y pon la mescla en botecitos o en bolsas para sándwich. En total serán unas siete raciones.
Si tu gato está flaco, enfermo o muy joven, puedes agregar los hígados crudos bien lavados y picados. Pero no puedes usar hígados durante mucho tiempo. Si ves que tu gato los vomita, no recojas el vómito, deja que el gato se lo vuelva a comer, pero no le des más hígados.
Un gato que vomita su comida, está dejándola para comérsela más tarde. A menos que vomite color amarillo. En ese caso, quiere decir que la comida le cae demasiado pesada y el gato está muy tenso. Vomitar bilis es muy común en gatos viejos y en gatitos en periodo de destete. También vomitar pelos es común. Pero eso se soluciona si le facilitas a tu gato una maceta con pasto de trigo (wheat grass).
Volver a una dieta cruda es interesante. Verás que tu gato se hace más gato, dormirá mucho más, pero mejorará su musculatura. También notarás que su aliento mejora.
Algunas personas les dan a sus gatos zanahorias, chícharos y calabacitas. Todo depende de tu gato. Yo tuve un gato que adoraba la papaya (no es albur).
Poco a poco el gato casero se ha ido adaptando a una dieta omnívora. Supongo que todos estos millones de años a nuestro lado han cobrado su cuota genética.
Como dije antes, Poochie me dio la clave. Ella no se come el hígado de sus presas. Todo lo demás es un manjar. Come muy poco porque lo que come le da suficiente energía para cazar más de noche. Duerme todo el día.
Hay quien recomienda darle de comer a sus gatos durante la noche. De esa manera previenen que su minino se vaya de cacería y permanezca jetón todo el día en casa.
La dieta cruda requiere de más energía para digerir, así que el gato dormirá más. Pero eso es normal en ellos.
RECETA COCIDA
Esta dieta es especial para gatos que están muy mal acostumbrados a la comida procesada. Es también perfecta para gatos convalecientes que no pueden digerir el hígado crudo y necesitan recuperar hierro.
Al cocinar los higaditos, se destruye buena parte de la vitamina A, pero se refuerza un poco el hierro. Esto es lo que hace que sea un reconstituyente muy bueno. Pero sigue siendo algo difícil de digerir para gatos sanos que están acostumbrados a comer ratones y bichos. De todos modos es una receta deliciosa.
Los ingredientes son los mismos que en la dieta cruda, sólo que se sustituye la cantidad de pollo por más higaditos y los corazones. En total sería medio kilo de hígados de pollo con todo y sus corazones.
PREPARACIÓN DE LOS HIGADITOS
Ya una vez lavados los higaditos, que en este caso será medio kilo de higaditos con sus corazones, se fríen con un poco de mantequilla (no margarina ni aceite vegetal)
Una vez cocidos, se agrega el trigo remojado.
Retirar del fuego y dejar enfriar hasta que esté a la misma temperatura de la grenetina (ver receta anterior)
Cuando todo esté a la misma temperatura, se agregan los hígados a la grenetina y con la cuchara, se hace una pasta suave. Esta textura les encanta a los gatos. El olor es también un factor importante. Los higaditos se deshacen con mucha facilidad. Pero si quieren usar hígado de res, entonces sí tendrán que usar un procesador de alimentos o mucha paciencia para hacer pasta a punta de machetazos.
Una vez separado todo en botes o bolsas, se congelan. Para no perder tiempo lo que yo hago es pasar del congelador al refri una o dos bolsitas, de tal manera que quede congelada una parte y la otra parte quede en el refri.
Todas las noches antes de irme a dormir, escondo dentro del horno dos de las bolsitas para que pasen a temperatura ambiente poco a poco. Antes de irme al trajín de todos los días, les sirvo de comer una cucharada a cada uno y luego, al llegar por la noche, les doy otra cucharada y san se acabó. En realidad los gatos no comen tanto como los perros, sobre todo cuando la comida está cruda.
Sólo me toma una media hora de mi semana hacerles de comer a los gatos.
Y mi bolsillo ha sido muy beneficiado. Esta receta es muy apetitosa para ellos.
La señorita Inéz usaba mantequilla danesa y a veces picaba algo de tocino a su mescla. Esto me parecía una bomba nada saludable. Pero ella tenía muy consentidos a sus gatos (unos veinte de ellos) Ella le decía a su receta “rumakis para gato”.
La dieta cocida es excelente para perros chicos. Archie adoraba esa receta que es una adaptación de la dieta que le mandó Pedro Soto luego de que el pobre de mi perro fue atacado por un rottweiler. En el caso de los perros, sí se les puede dar arroz ya que no les molesta en lo absoluto su textura. Pero es más importante no añadir ni cebolla ni ajos. Son veneno para ellos.
Cuando comencé con esta dieta, fue necesario quitarles poco a poco el gusto por la comida procesada. La grenetina ayuda mucho en esto, ya que imita el “jugo” que le ponen a la comida procesada, sin el añadido de colorantes, saborizantes y aromatizantes.
PARA FINALIZAR
Caray… temo que me extendí mucho en este texto. Pero vale la pena.
Aquí es donde se nota que adoro a los gatos.
¿Cuándo han visto a una bruja sin gato?
Buen provecho.
Se aceptan opiniones y sus experiencias al respecto.
[i] Cuando mi mamá era niña, adoptó a un pollo al que llamó Pancho, el cual creció hasta convertirse en un gallo ruidoso y cagón. Eso sí, muy bonito, como para concurso. Uno de mis tíos, para presumir al animal, se lo llevó a un rancho, pero como nunca aprendió a pisar gallinas, se lo echaron con mole. Pasaron años antes de que mi madre se animara a hablar de esa experiencia ya que sin saberlo, se comió un plato de Pancho. Siempre que come mole se acuerda de su gallo. Pero ya se recuperó de su trauma.
lunes, 14 de septiembre de 2009
NO TENEMOS NADA QUÉ CELEBRAR
Ya lo sé, ya conozco los tres catálogos de el quehacer del mexicano inconforme.
Ahí les va el reniegue de hoy:
Si a alguien se le ocurre la idea de buscar las palabras que escribo a continuación, verán también un pedazo de memoria histórica. Algo de lo cual carecemos los mexicanos:
Roque Villanueva
La Roque Señal
Diputados sobornados
Senadores ausentes
PRI (historia del,)
Bancada Priísta 1995
PRI-AN
1995 aumento de IVA
impuestos ilegales
promesas incumplidas
política corrupta en México
Y muchos etcéteras más.
Vean la foto, opinen discútanlo en familia y con sus amigos. Sumen los impuestos que ya nos están cobrando y sumen los resultados.
¿Ven algún beneficio en su modo de vida como mexicanos gracias a esos impuestos?
Los que trabajan en el seguro social o en el ISSTE o en cualquier secretaría ¿les pagan bien?
Los que tienen algún seguro o beca o beneficio proveniente de los programas de asistencia social, ¿Les alcanza con lo que les dá papi gobierno y han logrado salir adelante?
¿Ya les pusieron piso de cemento tal como prometió Calderón?
¿Todavía les cobraron la mentada tenencia que se prometió cancelar?
¿Cuánto dinero gastas en donaciones a asociaciones civiles que combaten pobreza, enfermedad, y otras cosas que deberían estar cubiertas por el Seguro Social? ¿cuánto gastas en compuredondeos, 10 kilos de ayuda y campañas de televisa, bancos, telmex y "fundaciones" por el estilo?
¿Cuánto le das al viene viene, al franelero, a los de antorcha campesina, a la viejita de afuera de la iglesia?
Hágan todas las preguntas que puedan, y si por alguna razón rarísima. tienen contacto con alguien en el gobierno o en la alta burocracia, enséñenle esta foto que estoy colocando aqui, sacrificando por un momento un espacio dedicado a mi ego, mis ganas de comer y mis patitas de sibila viajera.
Ah si... pregúntense qué harían con más de un millón de pesos al año...
Cámara qué padre ¿no?
Pues eso es lo que gana la alta burocracia.
Según Marilyn Vos Savant, la mujer más inteligente del mundo, según su "IQ", matemáticamente, si se juntara todo el dinero (me refiero a los billetes, monedas y pagarés) sin tomar en cuenta bienes raíces y otros valores, a cada persona del mundo les tocaría alrededor de 9,000 dólares...
¿Quién gana, quién pierde?
La verdadera riqueza está en la tierra.
De esto hablaré después.
Mientras tanto, refresquen su memoria.
jueves, 27 de agosto de 2009
En defensa del molcajete (2da)
Recuerdo el choque cultural que sufrí la primera vez que fui a casa de Toño Perenganito, allá por 1994. Eso sucedió una tarde saliendo de la Nacional de Música, no sin antes escuchar asombrada una petición especial:
-Por favor, no hables de política ni de los zapatistas ni nada de eso.
¡Qué susto! Nunca me habían pedido semejante cosa, a mí, que siempre me estimularon a decir lo que se me diera mi chingada gana.
Antonio, sería mi novio número seis.
Ah sí. Yo me creía ya muy grande, con harta experiencia. Tenía 20 añotes y ya me sentía la muy, muy. Tanto como para hacer de comer a toda su familia, el cual era el plan para esa tarde.
Tengo que aclarar algo. De cocinera, lo único que tenía eran instintos y resentimientos hacia la cocina como lugar de trabajo; todo por culpa del Rincón Chino.
Para mí, cocinar en casa significaba rebelarme del restaurante. Significaba no arriesgarme a ayudar a nadie ya que si se me ocurría ir después de clases, acababa invariablemente pelando calamares, lavando trastos, picando pollo y levantando muertos en las mesas (Esa frase es un argot restaurantero, de esto hablaré otro día).
En vez de ir al restaurante entre semana, yo cocinaba en casa. Podía darle cuerda a mi impulso artístico, aunque los primeros menús caseros se limitaran a hacer huevos con jamón y sándwiches de tocino con queso tipo manchego y Oaxaca derretido con lechuga y jitomate.
Toño adoraba esos sándwiches. Por eso me invitó a su casa ese día para prepararlos a su familia. Dos hermanos (el adolescente Chucho era mi favorito), dos hermanas, una mamá muy enfermita, un papá cazador de tesoros (en serio) y una abuelita muy divertida que adoraba al cruz azul.
Llegué a la casa de Toño, una casa bastante grande en los límites de las Águilas en Álvaro Obregón, con una reproducción certificada de la virgen de Guadalupe justo en el Hall, arriba de una mesita de vidrio y madera pintada de dorado donde descansaban todo tipo de pendejadas para el pelo y un espejo.
“Socorro”, pensé. “¿Cómo fui a meterme con este güey?”.
Se imaginarán lo que siguió.
Me encontré encerrada en una casa suburbial y con la clase de gente que no puede comer sin “chilito”. Y yo, con mis sandwichitos desabridos haciendo de tripas cuajo y corazón para no tener que hablar sobre nada.
Entonces, la abuelita de Toño vino al rescate. Esta mujer de casi 90 años, sacó del refrigerador dos jitomates saladet, dos chiles serranos, un diente de ajo y una pizca de sal gruesa. Puso todos los ingredientes en un comalito retorcido y renegrido. Mientas asaba todo junto, sacó un puñito de cilantro fresco, lo enjuagó levemente y lo picó junto con un pedacito de cebolla blanca. Y un limón verde que luego exprimió sobre la cebolla.
-A mí me gusta más asado con todo y la cebolla, pero a estos les gusta cruda y además con limón. A todo le echan limón agrio, estos mensos no saben comer.
Y luego sacó un molcajete diminuto, como de juguete. ¿De dónde diablos lo sacó? Después lo supe. Pero como un aparecido, el molcajetito estaba allí paradito, esperando a que lo del comal estuviese al punto.
Un año después, ese mismo molcajete apareció con un malabar, de entre las ropas de la señora, en Tula Tamaulipas, después del entierro de su hija que murió de cáncer el mismo día que iba yo a cortar con Antonio, el cortón tuvo que esperar unos meses ya que el pobre quedó hecho un trapo después de eso y me daba cosa mandarlo al diablo.
De vuelta a la casa de Toño, la viejita se rió de mi cara. Se aseguró de que nadie más escuchara nada. Estábamos solas ya que a nadie en toda esa casa le interesaba un pepino lo que ocurriese en la cocina.
-Este molcajete es mío nada más. Me lo llevo a todos lados porque me gusta hacer mi salsita aquí y nadie le atina a mi salsita pa que pique sabroso.-
Metió los ingredientes al molcajete.
-Nomás yo me la sé bien. Chin, chin, mole aquí y listo. Siempre viajo con mi molcajete desde que era chiquita. Me llevaba el metate también pero pesa mucho.-
Y luego soltó una carcajada.
Me dio a probar una cucharada que me enchiló hasta el oxipuccio. Estaba deliciosa la condenada, era como esos vinos que al primer sorbo saben a una cosa y después de dos o tres tragos, saben a otra.
La salsa me reventó la boca con su picor, que luego se transformó en el dulce del jitomate y luego, el ajo vino a calmar mis papilas; luego quedó un calorcito sabroso y ahumado en mi lengua. La salsa perfecta.
Me ofreció una taza de café frío que acepté sudando pero feliz.
Luego, haciendo un mohín, la viejita le agregó la cebolla el cilantro con el limón y me dio a probar de nuevo la salsa.
Como cualquier otra salsa molcajeteada. Puro chile con limón y jitomate. Arruinada.
Los mentados sándwiches quedaron fantásticos ese día, y créanme que no mencioné para nada ni mis tendencias a la izquierda, ni protesté cuando la hermana mayor de Toño dijo refiriéndose a los Zapatistas: “Pobrecitos inditos, es que no saben lo que hacen.”. Ella trabajaba en gobernación.
Que el cielo, el infierno y todos los budas bendigan a la abuelita de Toño, que me miró como diciendo “dale chance y ahí muere…” Y cambió la conversación hacia otras playas más superficiales.
-¿Quién me va a llevar a ver a mi Virgencita este año? Ya va siendo dos de diciembre.
Ese día decidí que lo único que valía la pena de todo ese noviazgo, era la abuelita con su molcajete enano y su salsa secreta que he llevado en mi mente todos los quince años después de ese día en que tuve mi primer contacto con una familia tan dolorosamente chilanga, tan católica, pambolera e indolente.
Diez años después, me encontré en la ENAP a Chucho, hermano menor de Toño. Todo un gótico, vestido de terciopelo negro y con delineador en boca y ojos.
-Mi abuelita te quería mucho, se acordaba de ti siempre.
-¿Qué pasó con su molcajete? –pregunté.
-Se perdió. Por ahí ha de andar, ya aparecerá. Está bien padre ese molcajete, si lo encuentro, me lo quedo.
Me acordé de asunto de la salsa ya meses después. Con Chucho perdí contacto cuando terminé la carrera. Chin.
Se perdió.
Yo le debo esa salsa molcajeteada, y en honor al gusto particular de su abuelita, sigo haciéndola con la cebolla asada, en vez de picada en crudo y sin limón agrio ni cilantro.
Pero, le debo al recuerdo de la complicidad silenciosa de esa mujer paciente, la noción de una mexicanidad que hasta ese día me era desconocida y hasta amenazadora.
Desde entonces viajo con un molcajete en la maleta o en el corazón y esa receta de salsa molcajeteada la he preparado en China, en Japón, en Indonesia, en California, en Oregon, en Tucson.
Ya se saben la receta. El secreto está en buscar a ese molcajete viajero.
Nota al calce:
En una tienda Target, me encontré esos molcajetes que ven en la foto. Están hechos por una maquila colombiana. ¿Será?
Por 29.90 la pieza, me imagino que no se trata del molcajete perdido de la abuelita, pero algo hay de eso.
Piénsenle.
martes, 18 de agosto de 2009
La sibila aburrida (2)
Y con una fanfarria puedo gritar al cyber espacio que terminé la colaboración para el tigre y ahora sólo me queda esperar a las correcciones que, como cada año, Marissa me entrega puntual. Luego, Ludovica se encargará de parir al libro y de allí, a la imprenta, a los aviones de carga, a Latinoamérica y España.
Eso, siempre y cuando a Televisa no le dé por voltearle la tortilla a Ludovica.
Este gigante de las teletransmisiones de radio, televisión, cine, teatro; traductor de revistas y productor traidor de una que otra publicación, me viene correteando desde mis tiempos como colaboradora del teleguía.
Un año antes de cerrar la revista, sin un agua va, sin explicaciones reales y sin avisar con tiempo, me mandaron a la porra. A mí y a muchos más.
Armé una pataleta pos adolescente durante un rato, pero luego llegó Ludovica con la propuesta benefactora de colaborar con su libro, editado con amor artesanal cada año por Atlántida que publica libros y revistas originales desde Argentina. Ha sobrevivido a pesar de muchos trances, dictaduras, cacerolazos y telenovelas, hasta evolucionar de un negocio familiar a lo que es ahora.
Pero vino Televisa y la compró. Espero que le haya salido cara, espero que haya pagado los impuestos al gobierno de Argentina. Espero, que no se pierda su esencia.
Justo durante el año en que fui despedida, la misma televisa me invitó varias veces a aparecer en su canal 4 y en varios programas de Radio Red. Sin pagarme un centavo… promoción gratis, mis 15 minutos de fama… The whole enchilada, pero sin pagar la cuenta. Eso sí… conseguí algunos clientes después de las múltiples presentaciones al lado de otros brujos, astrólogos… pongan los adjetivos que quieran.
El año pasado, nadie me invitó a ningún “show” televisado. Nadie.
Cancelaron el programa donde yo salía y tan tán. Lástima que termino, el festival de hoy…
Pero no.
Ahí viene televisa y zaz. Que compra Atlántida.
¿Qué karma estaré cargando con estos sujetos?
¿Acabarán por destruir Atlántida, en su afán por controlar la circulación de revistas en todo este continente?
¿En España se quejaron por no encontrar el libro de predicciones chinoargentinas que vienen leyendo desde hace más de 20 años?
Eso sí. Televisa no tiene experiencia editando libros. Editan revistas, las traducen, las circulan hasta en Gringolandia. Pero Libros, así con mayúscula, no.
Lo dudo.
Carajo…
miércoles, 29 de julio de 2009
La sibila aburrida
Con todo y con mi fenomenal flojera, sigo al frente del oráculo chino enfrentando al tigre de metal del 2010.
Tengo el cerebro ocupadísimo con tanta porquería terrenal, que me está costando mucho sacar adelante al felino.
Y es que no veo para nada buenas noticias. Tampoco vi buenas noticias en el buey hace un año. Y nada de esto me lo tomo como vacilón, les aclaro.
Creo que mi trabajo de Sibila se ha vuelto cada día más complicado porque cada día sé un poco más del mundo.
Como que usar a Gringolandia como mi retiro “literario” me tiene más bombardeada de información (y silencio) que nunca antes. Buena hora para sacar un blog, ¿verdad?
Caray qué flojera.
Y silencio…
Hablando de las arañas, ahora de regreso a la vieja suburbia californiana, veo que es cada vez menor el ir y venir de las “SUV” (vehículos sub urbanos): esos espantosos monstruos que dicen ser familiares y sólo llevan a una flaca dentro y montones de comida del sam’s o del costco.
Los habitantes de Orinda hablan de los mismos pedos aunque en distintas conversaciones y por distintos motivos:
Las rentas altas, los créditos bajos, la cuenta de ¡ciento cincuenta dólares por una pinche cena para dos en una franquicia cualquiera!, la visita al nuevo casino indio, los hijos de Michael Jackson, lo aburrida que está la televisión este año, las conspiraciones macabras vociferadas por Alex Jones o "documentadas" por Chris Everard, que al pollo le inyectan agua pa’ que pese más (surprise, surprise, ¿a poco no sabían eso?). y “Yes We Can” para esto y para lo otro.
Que sí, que no, que cómo chingados no. Antes mi valedor Tomás Mojarro decía: “Sí se puede” y ahora el dicho se ha traducido al lenguaje pambolero machacante idiota. Le dio el salto a la frontera y lleva a las bocas y anuncios de tv. “Yes, we can” dijo Obama-rama quien es también motivo de conversación clasemediera:
Dicen que Obama es un Oreo… Ah sí, investíguenle a eso del “oreo”. Si no les dan ñáñaras los chistes racistas se van a divertir.
¿De dónde carambas voy a sacar inspiración metafísica para terminar las predicciones del tigre?
“Y que el cielo se caerá a pedazos, y más de uno dirá que ya era hora…”
Este pedacito de un poema de Benedetti queda más que ad hoc.
Regreso al oráculo.
A ver si ahora sí termino con el año del tigre que cómo me está costando trabajo, chingaos.