A veces escribo. A veces nomas me da por moler

A veces escribo. A veces, nomas me da por moler.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

La canción del verano 2012, Gangnam Style




Heath me pasó un enlace a mediados de julio y no supe si reír, llorar, ponerme a bailar… lo único que pude hacer fue arrugar la nariz para después resoplar con una sonrisa a medias: -¿Qué diablos es esto? Le pregunté. –No lo sé, me lo pasó la esposa de Jason. Contestó botado de la risa.
Una semana después, fuimos con unos clientes suyos, una pareja sexagenaria de coreanos, muy formales y tiesos, pero buena gente. Heath comentó que acababa de ver un video de un coreano muy cajeto que bailaba como yendo a caballo. La señora arrugó la nariz igual que yo: -No me gusta, Psy es un rapero muy grosero.

A su marido sí le daba risa, a mi suegra le pareció grotesco y yo la verdad no había acabado de ver el mentado video.
Al día siguiente volví a verlo, esta vez sin juzgar la música.
Para ese momento, había pasado apenas una semana de su publicación en youtube y ya llevaba millones de espectadores que gustosos habían hecho clic en el video. De hecho, más de 200 Millones de personas en una semana lo hicieron.

Ya me tocó gustar o detestar a la canción del verano en turno y claro que algunos años, el puesto se tuvo que repartir en dos o más tonadillas insulsas.
Recuerdo con mucho cariño “The beds are burning” que fue canción del verano pero que tenía un fondo, una historia. Midnight Oil ponía sobre la mesa el regresarle sus tierras a los aborígenes australianos, en manos de los europeos.
¿Alguien en México sabía eso? Muy pocos.
La canción tenía una tonada pegajosa y un estribillo fácil de seguir “washawasheando” a como se podía y ya.

No soy crítica de nada, ni de disciplina alguna. Lo que sé de música pop, es más o menos que lo que sabe una persona cualquiera que ha sido bombardeada sin misericordia desde la infancia, comenzando en mi caso, con El baile de los pajaritos de María Jesús y su acordeón.

Al menos tuve la suerte de que me tocara vivir la adolescencia durante la primera mitad de los noventas, cuando la música se había vuelto negra, rasposa; con un dejo de desencanto que busca volver a la inocencia, pero sin perder nunca el ojo crítico. Lo cual no me evitó haber sufrido el Tiburón, la Macarena y ya instalada en la veintena, Achy Breaky Heart (No rompas más mi pobre corazón) y El payaso de rodeo.

Este año, pensé que tendría un verano más, como el cochino año del Paparamericano (we don’t speak americano) cuando comenzaron con el Ai se eu te pego. Carajo, qué letra tan mensa, tan agresiva-pasiva, pero hasta hace dos meses, estaba en cada cucharada de sopa.

Y entonces, llegó un comediante sudcoreano a botar a Telo del trono veraniego con una canción estúpida, sin sentido, pero con una entretela crítica, que ridiculiza a las personas obsesionadas con las marcas, el café chatarra (de diseñador) y el “lujo” del barrio sudcoreano Gangnam; que se me figura que ha de ser algo así como una combinación de Santa Fe con Polanco, La Condesa y Rodeo Drive.
En ese lugar, pululan unas chavas llamadas doenjangnyeo que se visten como una amalgama entre barbie, Paris Hilton y Cosplayers del manga japonés, para desmayo de sus abuelitas.
Los tacones tamaño rascacielos, el maquillaje brillante, los labios de lolita. Ya se imaginarán (en sus sueños más mojados) de qué se trata el barrio de Gangnam.

Viene Psy, con la pose, la panza, los cachetes y claro, el pasito. ¡La canción del verano lleva pasito! Cosa que  los chavos no tenían ni idea, ya ni porque nacieron cuando La Macarena puso a bailar y cantar hasta a los que no hablaban ni pío en castellano.

La letra vale nada sin las imágenes, pero como yo sé que no tienen la letra aquí les va una traducción:



Papi tiene estilo Gangnam
Estilo Gangnam
Una chica que es tierna y bondadosa durante el día
Una chica normal que sabe como disfrutar su tiempo libre
O una taza de café
Una chica cuyo corazón se vuelve más tierno cuando llega la noche
Una chica así te vuelve loco.
Soy un tipo
Un tipo que es tierno durante el día
Un tipo que toma su café de un sorbo incluso cuando aún está caliente
Un tipo cuyo corazón revienta cuando llega la noche
Soy esa clase de tipo
Hermosa, adorable
Si, tú, oye, si, tú, oye
Hermosa, adorable
Si, tú, oye, si, tú, oye
Ahora vamos hasta el final
Papi tiene estilo Gangnam, estilo gangnam
Papi tiene estilo Gangnam, estilo gangnam
Papi tiene estilo Gangnam
Eh- chica sexy, papi tiene estilo Gangnam
Eh- chica sexy oh oh oh oh
Una chica que parece callada, pero cuando está en el juego, realmente juega
Una chica que se desata el pelo cuando llega el momento justo
Una chica que está bien vestida pero aún así es más sexy que una chica desnuda
Una chica sensible es así
Soy un tipo
Un tipo que parece callado, pero cuando está en el juego, realmente juega
Un tipo que se vuelve completamente loco cuando llega el momento justo
Un tipo que prefiere moldear ideas antes que músculos
Soy esa clase de tipo
[Coro]
Por encima de los que corren, están los que vuelan, nena, nena
Soy un tipo que puede enseñarte una cosa o dos
Por encima de los que corren, están los que vuelan, nena, nena
Soy un tipo que puede enseñarte una cosa o dos
[Coro]


El pasito, es como jugar a los caballitos (allí es donde viene la crítica)y con las riendas imaginarias un poquito sueltas. El pasito, como hace unas semanas, le dijo el Psy a la mismísima Britney Spears, consiste en vestirse con clase y bailar a lo tonto.
Claro que nadie se ha de dar cuenta y el extravagante rapero y comediante Psy se revuelca de la risa entre billetes del banco de patolandia y ha puesto al K-pop en el mapa, ahora sí, internacional de la música Pop.

Veamos si Gangnam style pasa la prueba de fuego y acaba como parte del repertorio de música para boda, tocada por grupos “versátiles” o DJs de altos vuelos que ponen a bailar a al menos unas 200 personas por boda, todos tratando de seguir el mismo paso y wasawasheando la letra.
¡Opa!

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Historias del Cielo y el Infierno: Insurgentes 300: infancia feliz

Historias del Cielo y el Infierno: Insurgentes 300: infancia feliz: Cristina vivió en el “edificio Canadá” en los años ochenta, entonces era una niña. Siempre que pasábamos por ahí hablaba ...

En el siguiente artículo, Lydiette Carrión hace un retrato, muy conmovedor para mi, porque es sobre mi vida en ese lugar. Los invito a leerlo (y a suscribirse al blog de Lydiette que es mucho más activo que el mío. Y mejor escrito.

sábado, 4 de agosto de 2012

De vez en cuando a alguien se le bota la canica.

El otro día tuve una discusión con mi suegra.
Ella es republicana, por lo tanto, tiene arraigada una visión de buenos y malos que no va con mi visión... que no sé si tenga una definición o nombre. 


En fin, la discusión fue por el asunto del derecho constitucional que tienen los ciudadanos estadounidenses de portar armas de fuego.
Misma ley que permite a cualquier hijo de vecino, con mínima identificación que le acredite como ciudadano responsable, con o sin tino de apache, a que se arme hasta los dientes si le alcanza el dinero. 
Lo que acabé diciéndole a mi suegra, es que su derecho constitucional de protegerse de los Ingleses que pudieran reclamar su colonia de regreso o del ocasional indio piel roja, está dándole en la torre a México. 


Hasta allí llegamos con la discusión, porque no le tengo mucha paciencia al argumento ese de moros y cristianos, buenos y malos, negros y blancos, pobres y pobres ricos... Le dije: "Bueno, de todos modos casi cualquier cosa puede ser un arma, pero hay que admitir que se usan pistolas porque es más fácil lograr el objetivo del asesino que es, finalmente matar."


Días después, Heath me platicó que lo habían despertado unas sirenas de ambulancia o patrulla, pero que estas no me habían hecho ni murmurar. Por mi que me traigan la marcha de Zacatecas,  hace falta más que eso o una sirena para despertarme.

Total que hoy por la mañana, llega Heath con el periódico y la siguiente nota: 


"Hombre se declara inocente de asesinato con un machete".


La nota más abajo señala que los hechos ocurrieron en Orinda (!!!) lugar donde paso mis veranos con Heath y Lois.


Allí entre los árboles viven los orindianos.
 Orinda es una ciudad pequeña al este de la bahía de San Francisco, California. Famosa por su pollo frito, sus dos o tres atletas olímpicos y el alto ingreso anual per cápita de sus habitantes. Es un suburbio de clase alta, pues.


En el periódico local, no aparece sino una pequeña nota roja que se llama Police Blotter, que es algo así como una bitácora que se publica en la misma estación de policía y que se reproduce a veces en medios públicos.


En la edición de agosto, la nota dice: 
Assault with a Deadly Weapon: 1 incident was reported on Moraga Way. 
(Agresión con arma mortal; un incidente fue reportado en la calle de Moraga.)

Y hasta allí llegó la cosa. El periódico local le da más importancia a los espacios publicitarios que a los incidentes de la bitácora policial.


Si les pica el morbo, aquí está la nota completa del San Francisco Chronicle:


http://www.sfgate.com/default/article/Orinda-man-pleads-not-guilty-in-machete-slaying-3760537.php

Esta es una vista más interesante de Orinda. Donde esperamos que nunca ocurra un "incidente" en su cinito art decó.




La primera vez que vine a visitar a mi suegra a Orinda, Heath me dijo que nunca pasaba nada aquí. Uno que otro borrachazo sin consecuencias, adolescentes ruidosos cada que hay vacaciones y así. Pero: "Cada quince, veinte años pasa que a algún loco se le bota la canica y ocurre algún crimen pasional o algo sin sentido." 

Pues se le botó la canica a un loco que ya antes se había salido con la suya. En el mismo lugar donde veintitantos años antes había matado a su hermano, el descanicado James Collins, de 62 años, asesinó a punta de machetazos a Evangeline Cumbe, de 56 años. 


Machetazos...


La perfecta excusa de la NRA, que insiste que no son las pistolas, los rifles de asalto, las carabinas mata elefantes las que matan gente en los cines y escuelas.


Mientras tanto, dudo que alguien le pida una identificación a cualquiera que vaya a la tlapalería a comprar un machete. 


Machetazos hay por montones en cualquier serranía mexicana... o al menos así era antes. Pero que en un barrio de clase alta se cambie la pistola por el viejo machete, me dice algo muy simple: Este país va camino a las cavernas. No importa cuánto dinero cueste un machete o una A.K. 47. Cualquiera puede ser un inglés imperialista encabronado o un nativo americano; para este caso, no cuentan ni nahuas, ni mapuches, ni huastecos (Para muchos aquí, los indígenas más allá del sur del Río Bravo, no son nativos americanos).



Todos son el enemigo. Todos menos el sistema enfermo que contagia de locura asesina a quien se preste a jugar a las canicas con la muerte.

sábado, 14 de abril de 2012

Sobre temblores y Feng Shui, camino a diciembre del 2012


Este es para Deems, geólogo.
Quien tuvo la chingada puntada de morirse cuando más falta nos hace
Y es que él se sabía los pasos de baile de nuestra Pachamama.
Extraño nuestras pláticas sobre ciencia y feng shui, sobre H.D. Thoreau y su nana mexicana.

Duerme tranquilo, amigou.




            Llevo meses sin escribir las predicciones diarias para @Chinaalvarado en Twitter. Sin más excusas, les digo que estoy entre que no tengo tiempo para sentarme a escribir las predicciones y entre que siempre que sale algo de tiempo, me bloqueo. Las Sibilas posmodernas nos tenemos que disfrazar a lo Walter Mercado para que nos paguen algo… por eso estoy siempre en la inopia.

Dejemos atrás esa excusa deleznable.
Coincide que en cuanto dejé de escribir las predicciones diarias, se desató  una cadena de temblores en todos lados, no sólo en México.

De diciembre a la fecha (14 de abril) no ha parado de temblar y por lo menos dos de esa serie de temblores han sido de consideración.

Por esta razón y porque me lo han preguntado ya varias veces, les explicaré cómo funciona el asunto del feng shui y los terremotos.

El feng shui NO ES DISEÑO DE INTERIORES. El feng shui, al menos el que mis maestros me enseñaron, no habla solamente del “arte” de colocar una casa en tal o cual posición o de colocar “curas” para contrarrestar el Shar Chi (mala vibra).
No.

El feng shui que yo practico sirve para identificar y predecir el movimiento de los cinco agentes de nuestro planeta. ¿Se quedaron con cara de juat?
El movimiento de los cinco agentes afecta a cualquier habitante de la tierra y a lo que la naturaleza y los hombres se empeñan en construir.

Voy a suponer por un momento que todos ustedes han estudiado taoísmo, medicina china y que más o menos le agarran la onda. Porque, si me pongo a explicar todo desde el principio, mejor no hago un blog, sino una enciclopedia de Wu-Shu, Feng Shui, Wu Xing, Ba Zi y demás. No puedo sola y me faltan como un chorromil de años de experiencia (y paciencia).

Les quiero explicar nada más algunos aspectos básicos del Feng Shui aplicado al comportamiento de la tierra.

No me gusta usar la palabra “energía”, porque el Chi no es el tipo de energía que intuimos o conocemos.
El Chi es un  AGENTE que es la palabra en castellano que traduce correctamente la palabra. El agente es un movimiento sutil que se comporta igual que distintos eventos evidentes.
Por ejemplo, el agente madera, se comporta igual que un árbol que crece, se mueve al viento y se desarrolla gracias a los agentes agua y tierra. Para otras culturas asiáticas, el agente madera es equivalente al viento a secas.

El ser humano, los animales con quienes compartimos –mal- la casa común; el agua, el aire, los demás gases; todos los minerales, los bioelementos CHONSP; en fin. Los que pululamos en este planeta compartimos esos cinco agentes.

Los agentes recibieron los nombres madera, fuego, tierra, metal y agua, porque los filósofos chinos que analizaron el comportamiento de la naturaleza y el ambiente que les rodeaba, vieron que esos comportamientos se podían explicar por medio de esos ejemplos.
Esa observación empírica, se convirtió en lo que se conoce como Wu Xing, que significa Cinco Agentes, cinco energías, etcétera.

Vamos al grano, como los pollos:
El planeta tierra tiene más agente tierra que ningún otro agente. El agente tierra se comporta igual que la tierra, los minerales, las piedras y por lo tanto, las placas tectónicas, las fallas, los volcanes.
Cuando el agente tierra se vuelve más y más… digamos excesivo, apretado, se vuelve inflexible. Necesita del agente madera para recrearse, para formar más tierra blanda y así dar sustento a la vida. También necesita del agente agua para suavizarse y para circular los minerales pesados que se van aglomerando allí tras siglos de pasar por procesos de alta presión y decantación.

Cada agente tiene un ciclo de aumento y reducción que se repite cada x tiempo. Cuando un agente está en aumento, produce un choque con los demás agentes. No todos los agentes reaccionan igual con la tierra.
El agente agua se “ensucia” con la tierra. El agente madera se sostiene con la tierra. El agente fuego refuerza a la tierra y el agente metal se nutre de la tierra.
Según esta teoría, el agente tierra, ahora excesivo, provoca que el agente metal se nutra y, al igual que una madre, el agente tierra ve cómo el agente metal supera en peso y estatura a quien lo procreó.

Eso es lo que produce el movimiento. Los temblores, según el Wu Xing, claro está.
Si a eso, le sumamos que cuando estos dos agentes crecen, los otros tres agentes también son afectados, sobre todo el agente agua, que en la naturaleza, tiende a rodear a los agentes tierra y metal.
El agua magnifica el comportamiento de los otros dos.

En términos de la medicina tradicional china (MTC) cuando esto ocurre en el cuerpo humano, nos enfermamos. El exceso de tierra que afecta al aparato digestivo excita al elemento metal, que afecta al aparato respiratorio y provoca cambios en el elemento agua, que afecta a los riñones, aparato reproductivo y las secreciones –saliva, orines, sudor, etc.-
Todos sabemos que cuando nos enfermamos del estómago, todo nuestro cuerpo es afectado. Por ejemplo, la medicina china identifica al exceso del elemento tierra con la diabetes. Este exceso de tierra debilita al agente agua, es por eso que una de las primeras cosas en fallar cuando hay diabetes, son los riñones.

Lo mismo pasa con nuestro planeta.

No es la primera vez que pasa, ni será la última. Pero resulta que ahora hay más humanos que nunca y nos hemos dado a la tarea de especular los porqués de este quilombo desde varios puntos de vista.

Esta humilde explicación por medio del Feng Shui sólo pretende redondear sus dudas, ya que me queda claro que queremos comprender también desde un punto de vista que, si bien considero tradicional en una cultura vieja y lejana, sigue siendo motivo de discusiones acaloradas entre los que practican alguna disciplina del taoísmo y claro, los que desprecian estas prácticas –con justa razón –ya que no hay manera de comprobarlas por medios científicos.

Bueno, sí hay manera de comprobar estas prácticas, pero no conozco todavía en el medio chino-esotérico a ningún practicante que quiera echarse una investigación con, por ejemplo, el método doble ciego, para comprobar si funciona y es cierto el feng shui o no.

Sale mejor seguir vendiendo ranas de tres patas y espejos octagonales.
¿O no? (Yo sí me apunto ¿quién dijo Yo?)

Pero ya les expliqué aquí de qué se trata, según lo que practico desde los once años.

En resumen: 
Hay un exceso de Chi tierra y es normal que se reacomode por la acción también excesiva del agente agua y la ausencia (provocada por mano humana) del agente madera, que en su práctica ausencia, no ha podido recrear y controlar a la tierra. 
Si a esto le sumamos que el agente fuego ha sido artificialmente alborotado por el hombre (el agente fuego se manifiesta en el fuego mismo y en la electricidad)

Bueno. Seguirán los temblores, pero serán más fuertes si seguimos abusando del agente madera y si seguimos excediendo el agente fuego.
Además, con eso de que la oligarquía mundial no nos ha dejado de otra, más que vivir en donde se pueda, no donde se debe de vivir; estamos más jodidos todavía.

Que el tao les sea propicio.

sábado, 7 de abril de 2012

Cinco olores

En la cosmogonía Taoísta  hay cinco agentes, mal traducidos como "energías" por los primeros sinólogos y entusiastas provenientes de Europa. Estos cinco agentes o Wu Xing representan 5 características en casi todo: movimientos, órganos vitales, sabores, colores, formas.

Hoy me acorde de los cinco olores gracias a una canastilla hecha con agujas de pino. Ese olor a maderas corresponde al elemento que hoy necesito para salir de enferma. Tengo gripa.
El agente que necesito, me ha tomado de la nariz; me lleva a lugares que recuerdo de otra vida. Una vida en la que era veinte años más sana.
Mi nariz, acostumbrada ya a trucos de artificio moderno, ha comprendido ese viejo lenguaje y me regala una calma que necesitaba.

Cuando se enfermen de lo que sea traten de evocar o buscar cinco olores que les recuerden a algo o que los hagan felices. El cuerpo es sabio y les regaló una nariz que, si les funciona, les llevara a exactamente a todos los olores que también les levantarán el animo.

En mi caso:
Los canastos de la Tarahumara
El jengibre recién picado
El incienso Nag Champa
El consomé de pollo con hierbabuena
El café recién tostado y molido

Así huele para mi el bienestar.


Lo cotidiano también me sosiega:
Mi madre huele a Chloé
Mi padre a Vetiver.
Mi novio a él mismo
Y mi recamara, a papel.

Buenas noches.

viernes, 2 de marzo de 2012

Doble Vida (última parte)

Antes del terremoto, convivía  con mis primos; digamos, cordialmente y en las Guías yo era una niña poco comprometida, aunque extrovertida. Lectora voraz, melómana, muy despierta. No parecía romper un plato salvo cuando peleaba con mi madre. Detestaba los juegos “de contacto” y me cagaban Menudo, Los Chamos y el Puma.

Mis padres se habían separado. Mi papá vivía en casa de Mamá Fina y tenía una novia. Mi mamá también tuvo un novio aparte, pero la cosa no cuajó. Yo estaba hecha un camote, pero quedó claro que la separación era mejor que la bronca. La explosión aguardó en mi ego todavía unos años más.

Para 1984, procuraba no mezclar los asuntos escolares con el resto de mi vida. El famoso chipote con sangre se convirtió en un momento cumbre: nadie me hablaba al llegar los últimos meses del cuarto grado de primaria y el siguiente otoño me cambiaron a Decroly. Escuché por primera vez la palabra Feminismo y comencé a leer sobre el tema, sin entender una sola palabra, en unas revistas llamadas Fem, que mi madre compraba sin falta hasta que se acabó la revista.

Amanda comenzó a evitarme, Reinaldo vivía recluido definitivamente en su departamento y yo era más alta y más fornida que mis congéneres. Estaba, como dicen los ingleses: full of piss and vinegar.

Cada sábado, a las 4 de la tarde, metida en mi uniforme de Guía, me convertía en una niña dulce y atenta, pero jamás fingí serlo. Declaré abiertamente que era feminista y atea. Mis amigas eran sólo dos: Jatzibe y Rosita. Las dos eran  una cosa de melcocha, sobre todo Jatzibe, de la cual, lo último que supe es que había comenzado el noviciado en no sé qué orden de monjas. Rosita se me perdió al llegar a la pubertad. Cumplí los diez años, convencida de que Dios no era una persona, que la iglesia era una vacilada y que el feminismo era el único camino para la libertad de toda la humanidad.
También convivía mucho con las amigas de mi madre, sobre todo con Patricia y Amy Varlan. A esta última la seguía mucho ya que su poesía me encantaba. Antes que con Benedetti y Sabines; mi primer contacto sigiloso con la poesía en particular y la literatura en general fue Amy Varlan. Pero ese respeto se dio en silencio hasta que llegué a los 18 años, antes de eso, lo que más me gustaba era leerla.
A mi papá le daba cosa que yo me involucrara en esos temas de poesía y feminismo, pero sé que estaba muy orgulloso de mi postura ante la religión.
Finalmente, fue él quien me inició en las artes de la rebeldía.

Llegué a Decroly con una actitud desafiante que no le cayó bien a nadie y lo primero que hice fue amistarme con la chica que no se llevaba bien con el grupo. Detalles de esto y de esa etapa decroliana, están en Para detectar a un Vóldemort en Potencia Pero algo que no digo en ese ensayo, es la razón del que sufre el abuso por parte del bravucón. Me tomó años llegar a estas conclusiones, así que ahí les va:
Hay varios tipos de violencia. No me refiero a formas y técnicas sádicas ni hablo de posiciones a la hora de golpear.
Está pues, la violencia origen, que es la madre de todo lo que viene después.
La violencia origen parte de las circunstancias que propician la posición violenta del sujeto:
Falta de alimentación, educación, techo y recursos debido a la situación socio-económica de la comunidad donde se desenvuelve el sujeto. (Por ejemplo, la mayoría de la gente en México está en esta situación)
Yo creo esta es la causa más común en los estratos socioeconómicos más vulnerables. Era definitivamente el caso de Reinaldo. El hacinamiento en que vivía esa familia cobró precio en el pobre de Reinaldo, que en realidad no era un desalmado, pero repetía en otros lo que en él se “ensayaba”. Era el único modo en que podía identificarse dentro de su medio.

Condicionamiento del cariño (premio-sustitución-castigo)
Este era el caso de  Amanda. No sé si sus padres la tenían condicionada, pero había un intercambio de seguridad emocional por objetos. Si padre era una figura severa y lejana.
Creo que yo convivía más con ambos padres a pesar de las separaciones que ocurrían entre ellos. La presencia de ellos era tal, que ni siquiera vi con malos ojos que mi madre se tomara vacaciones ella sola, por ejemplo. Jamás trataron de sobornarme con nada y si algo era merecido: compensación o castigo, era recibido como tal, sin lecturas entre líneas.
Lo de Amanda era venganza pura: no recibía atención en su casa y su único recurso para recibir afecto era condicionándolo.

Exceso o ausencia de atención. Este caso es muy interesante ya que se da cuando uno de los padres o ambos o algún otro miembro de la familia sufre alguna condición mental.
El caso que más he notado es cuando uno de los padres sufre de narcisismo. Como que el hijo del narcisista se repliega al grado que provoca que los congéneres le pongan atención, al grado de aceptar castigos.
Casos dramáticos de esto, los tengo localizados ya ahora que soy una mujer adulta. Era el caso de una chica que era mi amiga en Decroly. Su madre y hermanos eran el centro de la atención del universo entero, con sus pequeños dramas y pataletas diarias. Esta niña, que de por sí tenía algún problema cognitivo o de plano neurológico, no podía digerir una soledad que es un crimen a cualquier edad.
Se encerró en una infancia alargada que no sé en qué acabó.
Nuestra amistad terminó cuando ella se fue de la escuela.

Ausencia de estabilidad. Mis padres se separaron dos veces y se divorciaron una vez.
Si bien, no era necesario compensar nada con atenciones hacia mi hermano y yo, la casa se tambaleaba. No había una figura de autoridad estable ya que esa la disputaban mis padres y mi abuela. Al final de cuentas las ganonas eran mi nana María y las distintas amistades abusivas que pasearon por mi panteón amoroso.
Un niño en un hogar inestable, puede caer en dos posiciones: la de la víctima o la del vengador victimario.
Unos niños, aupados por la cultura espantosa del catolicismo “mea culpa, mea culpa” creen realmente que se merecen el castigo por haber hecho algo mal y no sólo eso. Reciben el castigo como un premio, Con la promesa de que se ganarán el cielo o de que el sufrimiento los hace ser mejores, regresan a su casa o al patíbulo pensando que dios les ama.

El vengador victimario quiere regresar, como héroe, al orden del principio de todas las cosas. Desea que ese balance se dé “matando al dragón”.

Deseo de recobrar el equilibrio (o la adjudicación de problemas ajenos cuando uno se cree el centro del universo) Y creo que este era mi caso: con todo ese bagaje, llegué a Decroly. Era un fiambre emocional, con todo el relajo que puede llevar una niña pre púber común y corriente, en una época donde se exaltaba la “filosofía” del “winner”.
Y ya se imaginarán, hice propio el problema de mis padres, el terremoto, el cambio de vida radical. Era una niña cuando comencé a ir a cualquier tipo de protesta o mitin: que si la marcha por la paz, que si el feminismo, que si esto o lo otro. Era Mafalda o más bien, la radical Libertad. Me fui colgando todas las esferas posibles, hasta el grado de no creer que hubiera una niña como yo en el universo. Mis primas vivieron su pubertad bailando y coqueteando, las chicas de las Guías, rezando. Yo leía por primera vez a Rosario Castellanos y a Poniatowska, por ejemplo.
Y no sólo eso. Una vez que uno detecta una injusticia o algo que no es agradable, uno agarra y lo ataca.
De allí que muchos niños, ahora llamados bullies, detecten con facilidad esos defectos y los ataquen. Un niño débil se convierte en el blanco de las agresiones, porque nadie quiere ser débil. Si a eso le sumamos lo que la sociedad actual considera indeseable, pues tenemos un rosario de objetivos que un niño, de por sí abusado, va a querer atacar. Dos de esos objetivos indeseables son los que han provocado casos de acoso escolar gravísimos y son la pobreza y la homosexualidad. La pobreza parece hasta inevitable en este país y la homosexualidad ES y no es ni contagiosa ni curable porque no es una enfermedad. Pero en esta cochina sociedad se ataca al que tiene estas dos características y de pasada, si uno no encaja en ningún patrón de belleza reconocida, sale peor.

Cuando llegué a Decroly, pensé que era la única y llegué allí con una actitud tremenda, además, yo era muy agresiva. Me había abierto el paso en el Aberdeen y con mis vecinos a punta de chingadazos. Pasé por al menos uno de los puntos arriba mencionados.

Fueron los niños decrolianos los que me bajaron los humos, primero con jugarretas para ver de qué estaba hecha o de plano rechazo y después con tales bromas, que durante años, circuló el rumor de que tres de los chicos de mi grupo me habían violado enfrente de todo el grupo y aupados por la líder de este.
Lo que había propiciado tal rumor era que en efecto, se les había pasado la mano en un juego de gallinita ciega y acabé manida como si fuera el último bolillo del día. Para cuando ocurrió eso, yo ya estaba desarmada socialmente. Mi única amiga era esa chica que les conté que no se llevaba bien con nadie. Después vi que era porque tenía algún problema. Nunca lo supe. Era extravagante, se ensimismaba al grado de no hablar. Se mordía las uñas. Se comía los mocos. En fin. Todo eso que ella hacía me fue adjudicado también, cuando en realidad, lo que ocurría es que yo era el bully de otra escuela y de pronto, era la “perdedora”.

Ese concepto era nuevo y recién en esos 80’s color rosa neón, la palabra “perdedor” seguía usándose en castellano, pero toda la carga cultural ya era heredada de esas películas gabachas que tocaban el tema, comenzando por “La venganza de los nerds”, “El Club de los Cinco” y acabando con todo el demás rosario de películas de John Hughes.

Era una maña espantosa eso de querer ser “popular”. Y una de las cosas que tenía que hacer uno para ser popular era molestar al “prieto”, al “raro”, a “la fea”, a “la gorda”, al “indio” al “naco”. Al que fuera distinto.

Mi actitud de súper niña no cuadraba con esto y luego de que la chica menos popular se salió de la escuela, me tocaba a mí cargar con el milagrito. Llegué a la secundaria como la apestada.
No aguanté, claro.

A la par de esa situación, fue menester entrar a terapia una vez más, esta vez, sin la familia mediante. Me tocaba echarme ese trompo a la uña yo sola. Comencé la terapia a los doce.
No recuerdo cuando llegué a terapia por primera vez, pero sí recuerdo cuando felizmente llegábamos a tener alguna epifanía.

Pero a decir verdad, lo que más me ayudó en ese tiempo, provino de una fuente inesperada: Una de las chicas populares.

Era el segundo año de secundaria. Yo ya estaba hasta la coronilla con todo el asunto de ser la naca apestada. Contaba con algunas amistades que, por bien mutuo, eran más o menos superficiales y mientras, seguía yendo a las guías, a terapia, a clases de esto y lo otro.
Convivía mucho con adultos y de vez en cuando, era invitada a salir con otros compañeros de clase que, más evolucionados tal vez, no se integraban a lo que podría parecer mi pamba pública.
Mejor para mí: así tenía tiempo para leer y escribir. Pero ya era diario el abuso.

Una tarde, antes de salir a recreo, esta chica esperó a que todos salieran y me jaló hasta la entrada del baño. No había nadie alrededor, pensé que me iba a pegar pero no. –Cris, me dijo tomando mis hombros, -No te dejes. – ¿Qué? No podía creerlo. Ella seguía preocupada porque no la fuera a ver su palomilla, en especial su líder.
–No te dejes- repitió.
Y se fue tan campante al patio.
Yo me quedé allí parada con cara de baqueta. ¿De dónde venía ese súbito acto de apoyo?
Esa tarde platiqué de eso con mi terapeuta.
No sabía qué hacer para “no dejarme”. Pero el destino fue tendiéndome la mano. Hice de todo: Tratar de jugar más con mis compañeros, estudiar con más ahínco, tratar de ser más participativa en las asambleas, enrolarme en una planilla y hasta intenté sobornar a los bullies con fotos que había robado de la colección de pornografía de mi padre.
(Señores padres de familia, no insistan en esconder pornografía en sus casas, sus hijos la van a encontrar donde sea que la metan). Esto último fue una puntada que todavía me hace reír. Me gané soberano regaño, pero sé que los chicos recuerdan eso y también les da risa.

Vaya, hasta terminé liada a madrazos con un chico que sí era mi amigo, o algo cercano a eso. Más adelante sí nos hicimos amigos e incluso, llegamos a besuquearnos y esas ondas del noviazgo adolescente. Luego me pregunté si lo mío no era masoquismo, a pesar de que el incidente del pleito que tuvimos un año antes no fue más que un mal entendido y un exceso de hormonas.

Luego llegaba a terapia a trabajar con ello: Estaba provocando que me agredieran. Era una manera de llamar la atención. Lo que quería, por supuesto, era ser aceptada e incluso amada y como eso no se conseguía así de fácil y menos en un círculo tan pequeño (éramos sólo doce niños en ese grupo) lo conseguí provocando la agresión. También en esos tiempos fue que escuché por primera vez la frase “círculo vicioso” y eso era en donde seguía atrapada. Mi falta de popularidad era lo que me hacía ser popular. Esto en términos Hughianos, claro.

Pero entre el punto en el que la emisaria del bando popular me dijera “no te dejes” y el punto en el que caí en cuenta que el 50% de las agresiones de las que era objeto, las provocaba yo inconscientemente, tuvieron que pasar varios años y que la líder del grupo de populares se fuera de la escuela. De todos modos, los insultos se iban haciendo más coloridos conforme llegaba al segundo año de secundaria.

Un día mi madre, que estaba muy al tanto de mi situación, no se crean;  me preguntó que qué entendía cuando los chicos del salón me decían “mámame la verga”.
Yo me quedé de a seis. –Ellos ni saben lo que te están diciendo. Suena horrible, ya lo sé; pero finalmente es sexo oral y eso puede ser muy placentero, incluso cuando se lo proporcionas a alguien más. Ya lo verás cuando tengas una vida sexual activa.

Mi madre siempre ha sido muy correcta para hablar.

Me desarmó por completo. Me di cuenta que los insultos eran de lo más idiota y luego aprendí aún más cuando llegó a mis manos Trópico de Cáncer.
Por fin mis hormonas estaban llegando al lugar adecuado y gracias a dios había más Miller que porno en mi vida.
Que me mandaran a mamar vergas dejó de ser un insulto. Pero por amor a la paz, esas conclusiones las dejaba para mis sesiones de terapia.
Ni Indio, ni puta, ni lesbiana, ni prieto, ni naco ni pintorescas mandadas a chingar a mi madre, continuaron siendo insultos; tan solo eran ausencia de un vocabulario más amplio.

Llegué a los catorce años más relajada. Ya sabía que si montaba un numerito en el que yo me asumía la víctima, el chingado bullying seguiría. Aprendí a no dejarme, con el último recurso que quedaba intacto: mi inteligencia.

No tuve que sacrificar nada. Me di cuenta de que llevaba una doble vida: era bully y bullie. Víctima y victimario.
Sólo le di la espalda al miedo, que no es otra que la hija de la ignorancia. Me di cuenta de que ella, y no las niñas populares, era la verdadera enemiga.
Llegué libre al borde del cambio de década.
Cuando cumplí quince años, me di la libertad de besuquear a chicos que entraban en la categoría de “populares” (mi primer beso me lo dio un chico que salía en la obra Vaselina. Era tres años mayor que yo y como cinco años más bruto que yo. qué lástima). 

Dejé de creerme víctima del divorcio de mis padres, del terremoto que acabó con mi Roma adorada; dejé de ser la nerd víctima de la chica rubia y bonita. Dejé de sentirme aparte de un mundo y me dejé llevar por él. Es más, mi mejor amiga ahora es mi prima hermana y con ella llegaron chicos, más amigas, hormonas, aventuras.

Dicen que la adolescencia es espantosa, pero ni ella ni mi infancia podrán hacer que ahora, que felizmente llego a la mediana edad, diga “qué espanto”.
Una vida creyendo que se es la víctima, no es vida, son dos vidas y ambas pesan mucho.
Las bravuconadas son de ida y vuelta. Y son las que nos hacemos a nosotros mismos, son las que más trauman, las que más duelen.

Que el Tao les sea propicio.

viernes, 3 de febrero de 2012

Sierra Leona: robo de tierras para palma aceitera

Sierra Leona: robo de tierras para palma aceitera

La práctica del mono cultivo y la monopolización de los espacios civiles en todo el mundo, son las prácticas punta de lanza de la esclavización al estilo del siglo XXI
Sierra Leona, de por sí devastada por años de guerra civil y explotación de diamantes, enfrenta muchos más problemas que no sólo se deben a la corrupción, sino también a la falta de conocimiento de las causas de todo esto y la falta de solidaridad por parte de nosotros; espectadores de una tragedia que nos arrastra a todos.
Pasen a firmar, toma sólo un minuto.

domingo, 29 de enero de 2012

Alvin Ziegler Jr. Obituary: View Alvin Ziegler's Obituary by San Francisco Chronicle

Alvin Ziegler Jr. Obituary: View Alvin Ziegler's Obituary by San Francisco Chronicle

Hace unos días murió un amigo. Un amigo de esos que llegan a la vida y se van antes de que llegues a conocerlos bien.
Es una lástima. Pocas veces he tenido la oportunidad de platicar con una persona ya mayor que no se haya pasado al
bando de los cínicos, los que han perdido toda esperanza.
Al era inteligente, sincero. Sibarita amante del buen vino y el buen queso.
Podía hablar de libros y socialismo y comunismo con él sin tener que explicarle nada; él ya sabía la diferencia entre comunismo y socialismo,
entre un nihilista y un nazi.
Teníamos debates cortos en los que no había que explicar nada, sólo hablábamos y hablábamos de cosas que ponen nervioso a mi novio, como Cuba y Fidel Castro,
la primavera de Praga y lo estúpido que es pensar que los demócratas son equivalentes a la izquierda.

El año pasado, me recomendó un libro que no me he dado el tiempo para leer. Bobos in Paradise.
Tengo tarea. Pronto veré si lo consigo y en su honor, lo leeré en Inglés.

Gracias Al. Es una lástima que a mi regreso a Orinda, no te voy a ver de nuevo. Pero te recordaré siempre.


domingo, 8 de enero de 2012

Astrología China. ¿qué nos depara el 2012? Con Raúl González.

Astrología China. ¿qué nos depara el 2012? Con Raúl González.

Aquí está parte de la entrevista con Raúl González Soto en 88.9 Noticias de Grupo Acir. Espero que les guste.
Les recuerdo que daré varias conferencias en Coffee Toys de la Colonia del Valle. Matias Romero 332 Col. Del Valle, 03100 Distrito Federal, México.
Los días 11 y 13 de enero a las 6:00 pm y el domingo 15 a las 12:00 pm. El costo será de 20 pesos más el consumo (un café capuchino por ejemplo) Mientras tanto, escuchen la entrevista. Un saludo.

lunes, 2 de enero de 2012

Horóscopo Chino para el 2012

Horóscopo Chino para el 2012

Hagan clic en el enlace para que puedan escuchar una síntesis rápida de lo que nos espera a todos en el 2012 y con la entrada del año del dragón del año de agua.